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Diálogos con las Farc, 'un proceso sin reversa'

Las negociaciones de La Habana han reducido notablemente el número de víctimas del conflicto.

POLÍTICA
La tarea de la consecución de la paz, principal bandera del presidente Juan Manuel Santos a los dos años de su segundo gobierno, avanzó notablemente con las Farc. “Las negociaciones en sí mismas han ayudado a la reducción de la violencia, pero estos dos últimos años son en los que más se han logrado acuerdos con las Farc, y se consiguió uno preliminar con el Eln. Si ha habido años productivos en las conversaciones, son estos dos últimos”, dice Jorge Restrepo, director del Centro de Recursos para el Análisis del Conflicto (Cerac).
En lo que va del mandato de reelección de Santos, dichos avances hicieron que, con las Farc, “el proceso de paz no tenga reversa”, lo cual ha sido reiterado por las propias partes y por los acompañantes de las conversaciones.
El diseño de una justicia especial para los delitos más graves, el sistema de reparación de las víctimas del conflicto, las condiciones para el cese del fuego bilateral y definitivo, el procedimiento para la dejación de armas de las Farc, las garantías de seguridad para la subversión, un mecanismo coordinado por la ONU para verificar el fin del conflicto, y el plebiscito como vía para que los colombianos refrenden lo pactado fueron acuerdos históricos.
Por otro lado, en términos de reducción del número de afectados por la guerra, que, según la Unidad de Víctimas, está en ocho millones de personas, los diálogos han impactado de una manera favorable.
“El proceso de paz nos ha ahorrado 100.000 desplazados y 2.000 muertos, aproximadamente, en estos dos años, y eso está asociado a las negociaciones de paz”, afirma Camilo González Posso, director del Instituto de Estudios para el desarrollo y la paz.
El propósito del presidente Santos de dejar una Colombia sin guerra al término de su mandato también está siendo avalado por las cifras. De acuerdo con el Cerac, a 29 de julio de este año van 345 días sin hostigamientos de las Farc contra la Fuerza Pública.
“Gracias al altísimo grado de cumplimiento del acuerdo bilateral de desescalamiento vigente desde hace un año, el conflicto armado entre las Farc y el Estado colombiano ha caído a sus niveles mínimos en 52 años, en número de víctimas, combatientes muertos y heridos, y de acciones violentas”. En el monitoreo que registra el Cerac a partir del acuerdo en la mesa de La Habana para reducir la intensidad del conflicto durante las negociaciones, las acciones ofensivas de las Farc cayeron en un 98 por ciento, los combates con la Fuerza Pública se redujeron en un 91 por ciento y las muertes de civiles bajaron un 98 por ciento, mientras que las de combatientes, en un 94 por ciento.
Persona que la realizó: Connecta. Encomendada y financiada por: Presidencia. Técnica de recolección: encuestas personales con aplicación de cuestionario. Fecha de recolección: 21 al 27 de julio del 2016. Grupo objetivo: hombres y mujeres de 18 años en adelante, de estratos 1 al 6. Alcance: 38 municipios. Número de encuestas: 1.526. Margen de error: 4,3 %. Municipios: Bogotá, Medellín, Santafé de Antioquia, Bello, Caldas, Caucasia, Itagüí, Rionegro, Turbo, Yarumal , Cali, Buenaventura, Barranquilla, Soledad, Cartagena, Maicao, Santa Marta, Sincelejo, Facatativá, Fusagasugá, Cúcuta, Bucaramanga, Barrancabermeja, Floridablanca, Calarcá, Pereira, Dosquebradas, Ibagué, Popayán, Quibdó, Pasto, Ipiales, San Andrés de Tumaco, Guadalajara de Buga, Cartago, Jamundí, Palmira, Tuluá.
Eln, sin avances
El pasado 30 de marzo, Frank Pearl, jefe negociador del Gobierno para el proceso de paz con Eln, anunció que ya había una hoja de ruta con esa guerrilla, después de dos años de diálogos exploratorios secretos.
Sin embargo, las negociaciones no han comenzado, pues el propio presidente Santos condicionó la instalación formal de la mesa de conversación hasta cuando esa guerrilla renunciara al secuestro. Ante la negativa del grupo cuyo jefe máximo es ‘Gabino’ a acabar con esa práctica, aún no se destraban estos diálogos.
Ambiente: la protección de zonas no ha sido suficiente
La relación entre el gobierno Santos y el sector ambiental ha sido tirante. Entre los aspectos positivos están la separación de la cartera ambiental del Ministerio de Vivienda y la protección de más de un millón y medio de hectáreas.
No obstante, así como se creó el Ministerio también se estructuró, en el 2011, la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (Anla), un ente que para los expertos se convirtió en una ‘rueda suelta’.
Una consecuencia fue el polémico permiso para la exploración petrolera en La Macarena a menos de 2,5 kilómetros del parque natural, una licencia que Santos tuvo que revocar y que fue un gesto mal visto, tanto desde el movimiento ambiental como desde el gremio de las empresas del sector.
Aún no se ha logrado integrar la asignación de títulos mineros y bloques de hidrocarburos con la información ambiental del país. Y tampoco se han creado mecanismos para que comunidades locales participen en esos proyectos.
De ahí que el país siga en los primeros lugares de la lista de las naciones latinoamericanas con más conflictos ambientales, según el Atlas Global de Justicia Ambiental, y sea el tercero en el mundo donde más asesinan a líderes ambientalistas, según Global Witness.
Cifra de homicidios, la más baja en 40 años
Menos homicidios y secuestros y un aumento significativo en los golpes a las estructuras del narcotráfico son algunos de los resultados que en materia de seguridad han dejado los seis años del gobierno Santos.
Si bien es cierto que las cifras de hurtos comunes, hurtos de vehículos, delitos sexuales y hectáreas de hoja de coca cultivada han aumentado desde el 2010, los principales indicadores de seguridad en el país muestran mejoría. La tasa de homicidios pasó de 34 por 100.000 habitantes (15.459) en el 2010 a 26,5 por 100.000 habitantes en el 2015 (12.782), teniendo una reducción de 2.677 casos. En lo corrido del 2016 se han presentado 6.008 homicidios, con una tasa de 12,3 casos por 100.000 habitantes. Los secuestros también se redujeron, pasaron de 192 a 123 en el primer quinquenio de Santos en la Casa de Nariño. Este año se han presentado 52 casos.
La coca incautada en lo corrido del 2016 ya superó la de las toneladas de coca incautadas en todo el 2010; lo mismo pasó con el número de laboratorios destruidos, cuya cifra de los primeros seis meses del 2016 casi duplica la del mismo semestre del 2010.
Sin embargo, hay asuntos de seguridad en los que se raja significativamente la administración Santos. El número de vehículos robados, siendo los motociclistas los más afectados, pasó de 21.442 a 35.005 en el 2015. El primer semestre del 2016 registra 17.729 casos. El hurto común, que comprende el de residencias, comercio y personas, creció en 52.658 casos en cinco años. Así mismo, presentaron un incremento las estadísticas de delitos sexuales y de extorsiones: los primeros pasaron de 6.729 a 21.597 y las segundas, de 1.352 a 5.480.
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