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Trump vs. 'Roe vs. Wade'

¿Podrá Trump revertir la sentencia? No parece fácil.

MOISÉS WASSERMAN
Una de las primeras batallas del campamento liberal americano contra Trump va a ser la defensa de ‘Roe vs. Wade’. A lo largo de su campaña, y en su primera entrevista como presidente electo, prometió revocar esa famosa sentencia de la Corte Suprema y tomar medidas para restringir los derechos reproductivos de la mujer. Principalmente, su derecho a decidir sobre la suspensión de un embarazo.
En los Estados Unidos, el aborto fue común durante la colonia y en los primeros años de vida republicana. Fue usado como un método de control de la natalidad, y cuando se criticaba era porque supuestamente favorecía las relaciones preconyugales, no porque constituyera en sí un problema moral. En 1821, Connecticut pasó la primera ley que prohibía el aborto, pero ella se aplicaba solo a partir del momento en que se sentían los movimientos del feto.
En 1859, la Asociación Médica Americana, con el paradójico apoyo de las feministas, condenó el aborto como destructor de vida. Hacia 1890, ya casi todos los estados tenían leyes que lo prohibían. Por los años sesenta del siglo XX empezó un movimiento en dirección contraria. La rubéola causó durante esos años el nacimiento de cerca de 15.000 niños con malformaciones graves. La Asociación Médica Americana revirtió su posición y doce estados revocaron sus leyes antiaborto. La sentencia de la Corte Suprema conocida como ‘Roe vs. Wade’ se dio en 1973. La Corte acogió la posición de la demandante Jane Roe (un seudónimo) y definió que la ley antiaborto del estado de Texas violaba el derecho fundamental de la mujer a su privacidad.
La sentencia se ha mantenido durante 43 años, a pesar de que se han hecho muchos intentos por revertirla. El último, en junio del 2016, fue derrotado en la Corte por cinco votos contra dos. Todos los años, en el aniversario de la sentencia, miles de personas protestan en Washington. Pero el hecho es que sus resultados han sido muy buenos. No se dieron la catástrofe ni el desorden moral que muchos predijeron, y en cambio se ha evitado mucho dolor. Una encuesta de hace un par de años mostró que el 28 por ciento de los americanos aprueban el aborto en toda circunstancia y un 51 por ciento adicional lo aprueba con algunas limitaciones, cuando es después del primer trimestre.
¿Podrá Trump revertir la sentencia? No parece fácil. No podrá hacerlo de un día para otro. Los jueces de la Corte Suprema se basaron en la enmienda 14 de la Constitución, que afianza los derechos ciudadanos e individuales. Fue expedida después de la guerra de Secesión, y su aceptación fue condición absoluta para que los estados del sur se incorporaran con plenos derechos a la Unión y pudieran tener representación en el Congreso. Eso la hace extraordinariamente sólida, tanto desde el punto de vista jurídico como del apoyo popular.
La estrategia de Trump será nominar jueces conservadores, reconocidos por su posición contraria al aborto. Hoy hay un cargo libre, y tres jueces tienen más de 80 años. Esa nueva corte, aunque no podrá anular ‘Roe vs. Wade’, podrá incluirle restricciones. Seguramente, Trump disminuirá el presupuesto para la salud reproductiva e interferirá con la organización nacional Planned Parent-hood, que acompaña a las mujeres en su decisión. Es posible que proponga una ‘ley de protección’ que prohíba en forma absoluta el aborto después de las 20 semanas de embarazo (hoy permitido para casos excepcionales).
La sociedad americana, a pesar de que mayoritariamente pertenece a alguna iglesia, ha asumido en esto una legislación tan de avanzada como la de los países escandinavos, donde más del 75 por ciento afirma no ser creyente. Los ciudadanos apoyan mayoritariamente la sentencia ‘Roe vs. Wade’, la respetan y la consideran progresista. Habrá una gran presión social para defenderla.
MOISÉS WASSERMAN
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