¡Hola !, Tu correo ha sido verficado. Ahora puedes elegir los Boletines que quieras recibir con la mejor información.

Bienvenido , has creado tu cuenta en EL TIEMPO. Conoce y personaliza tu perfil.

Hola Clementine el correo baxulaft@gmai.com no ha sido verificado. VERIFICAR CORREO

icon_alerta_verificacion

El correo electrónico de verificación se enviará a

Revisa tu bandeja de entrada y si no, en tu carpeta de correo no deseado.

SI, ENVIAR

Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí.

¿Los mismos con las mismas?

No solo la ideología básica es importante, las propuestas concretas también lo son.

Casi todos los candidatos han hecho algún llamado a los ciudadanos a no votar por “los mismos con las mismas”. Eso presupone que cada uno se siente líder de los “otros con las otras”. Algo no cuadra ahí. Algunos aseguraron que llevamos doscientos años en “las mismas”. Otros van más lejos, hasta quinientos años. Es decir que Jiménez de Quesada sería lo mismo que Santos.
Me parece que ese argumento es falso, ni siquiera sirve como metáfora. Es además perverso porque difumina los perfiles, empobrece el análisis e invita a votar no a favor de propuestas propias, sino en contra de todas las demás. Desprecia la importancia que tiene el individuo, con sus ideas, carga cultural, estudios, creencias, filosofía y visión de mundo.
Un recorrido por la lista de nuestros políticos desde que somos una república es suficiente para desechar ese argumento. ¿Eran lo mismo Antonio Nariño que Camilo Torres? ¿Bolívar que Santander? ¿No hay diferencia entre una visión centralista del país y una federalista? Tampoco fueron lo mismo guerreros como José Hilario López y Guadalupe Salcedo, ni este y ‘Manuel Marulanda’. Los tradicionales partidos Liberal y Conservador partieron de posiciones filosóficas muy diferentes, y aún las conservan (al menos parcialmente).

Reconocer que no todos son lo mismo, ni que todas las propuestas son las mismas, es motivo de optimismo. Creo que tenemos de dónde escoger.

Aunque Belisario Betancur y Misael Pastrana eran del mismo partido, fueron diferentes, así como lo fueron los liberales Julio César Turbay Ayala y Alfonso López Michelsen. Los políticos de izquierda tampoco son iguales. No lo son Nicolás Maduro y Evo Morales, y ninguno de los dos es Fidel Castro. De hecho, el Fidel Castro de los 60 no fue exactamente el mismo Fidel Castro de los 2000 (aunque se parecían bastante).
Hoy hay en el debate electoral visiones políticas diferentes, entre las cuales se puede escoger. En una democracia todas son legítimas mientras no vayan en contra de las leyes. La tarea del ciudadano consciente es examinarlas, criticarlas con lógica y apoyar aquellas que concuerden con sus principios, se acerquen a su visión y puedan resolver los problemas nacionales que más le preocupan.
Todos los candidatos nos prometen un futuro mejor y más próspero. En uno de los extremos nos dicen que este se logrará con un Estado muy pequeño y absoluta libertad del mercado. Para ellos, eso generará riqueza y bienestar general. En el otro extremo se quiere un Estado fuerte, omnipotente y omnipresente, que maneje empresas y controle estrictamente la economía. Solo así, piensan, habrá una sociedad equitativa. Hay también posiciones intermedias, que no creen en un Estado omnipotente y omnipresente, pero sí esperan que sea potente y esté presente.
Las distintas doctrinas han tenido éxitos y fracasos. En la búsqueda de equilibrio entre cuánta libertad se puede sacrificar para lograr equidad, y viceversa, hemos visto ejemplos de crecimientos económicos inequitativos, y también de esfuerzos para lograr equidad que terminaron aumentando la pobreza. Es que no solo la ideología básica es importante, las propuestas concretas también lo son.
Reconocer que no todos son lo mismo, ni que todas las propuestas son las mismas, es motivo de optimismo. Creo que tenemos de dónde escoger. Yo, entre muchas otras cosas, quisiera que el próximo presidente pusiera la educación y la ciencia en el centro de sus preocupaciones. Me gustaría que asumiera una posición moderna, no confesional, en asuntos de ética y moral, y quisiera que no tuviera ni el más mínimo cariz autoritario y dogmático.
Siendo así las cosas, me inclinaré por Fajardo. Él y sus posiciones cumplen con la mayoría de mis exigencias. Su visión de las personas, del país y del mundo, y sus preocupaciones, me parecen las adecuadas para el momento. Creo que podrá hacer un buen gobierno.
MOISÉS WASSERMAN
icono el tiempo

DESCARGA LA APP EL TIEMPO

Personaliza, descubre e informate.

Nuestro mundo

COlombiaInternacional
BOGOTÁMedellínCALIBARRANQUILLAMÁS CIUDADES
LATINOAMÉRICAVENEZUELAEEUU Y CANADÁEUROPAÁFRICAMEDIO ORIENTEASIAOTRAS REGIONES
horóscopo

Horóscopo

Encuentra acá todos los signos del zodiaco. Tenemos para ti consejos de amor, finanzas y muchas cosas más.

Crucigrama

Crucigrama

Pon a prueba tus conocimientos con el crucigrama de EL TIEMPO

Más de Redacción