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Predicciones 2013

Mauricio Vargas
Revisé esta semana mi columna de hace un año, con las predicciones para el 2012. A pesar de los riesgos que corrí al jugar a la bola de cristal, alcancé un buen nivel de acierto. Eso quizás se deba a que la realidad se ha vuelto bastante predecible. Entre los aciertos, dije que tras el excelente cierre del 2011 para la economía (creció casi al 6 por ciento), el 2012 no sería tan bueno, y tuve razón: el crecimiento para este año que termina rondará el 4 por ciento. Dije que el Gobierno enfrentaría duros procesos en el Congreso con la reforma judicial (se hundió con escándalo), la tributaria (salió motiladísima) y la pensional (ni siquiera fue presentada). Fallé al anunciar que habría nuevos escándalos con carteles de abogados que se aprovechaban de las víctimas y de los despojados de la tierra. Ambos procesos avanzan con lentitud y poco han sonado.
En el plano internacional, predije la reelección de Barack Obama y acerté en que su émulo sería Mitt Romney. Aseguré que Hugo Chávez saldría reelegido si el cáncer se lo permitía, y que en México volvería el PRI, y así fue. Pero le dejo el juicio final a quien quiera consultar esa columna en: http://bit.ly/WUsvw9
¿Y el 2013? Seguro que el presidente Juan Manuel Santos anunciará su aspiración a la reelección, a pesar de que, en materia de respaldo de opinión, seguirá protagonizando lo que en una columna pasada definí como electrocardiograma, un frenético sube y baja de su imagen originado en el limitado liderazgo que Santos ejerce cuando lo sacude alguna crisis. El Santos seguro de sí mismo y de sus objetivos que conocimos durante décadas se ha vuelto dubitativo y corto de iniciativa como Presidente, en especial en las tormentas. Si las cosas no caminan y decide no lanzarse, predigo que hará un guiño por Germán Vargas.
A pesar de los enredos en que ya se ha metido en casos como el de las basuras, auguro que el alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, subirá aún más su apuesta populista y culpará a todos, menos a su manía improvisadora, de lo que le salga mal. No descarto que, si las cosas se le siguen complicando, resuelva renunciar en mayo con la excusa de que ni la consejera presidencial para la capital, Gina Parody, ni el Procurador, ni los medios lo dejan gobernar. Buscará así quedar habilitado para aspirar a la Presidencia en el 2014.
Predigo que el proceso de paz avanzará de manera razonable y que, antes de noviembre, habrá un acuerdo. Me atrevo a anticipar que se desmovilizarán algunos jefes y frentes históricos, pero que las cuadrillas dedicadas a la coca, que son la mayoría, no dejarán las armas y se convertirán en nuevas ‘bacrim’. De ese modo, el acuerdo será saludado con aplausos, pero, pronto, como ocurrió con los paramilitares, saltará a la vista que el fin de las Farc no equivale al final de la violencia causada por su tropa.
Salvo que el Gobierno ponga a andar, por fin, la locomotora de la infraestructura y de las obras públicas, y descongele billones de pesos destinados a obras, incluidos los 17 billones del presupuesto de regalías, es fácil predecir que la economía crecerá el año entrante al mismo ritmo que en el 2012, a un promedio aceptable pero no necesariamente bueno del 4 por ciento. Y digo que no es bueno porque, para bajar el desempleo, hace falta crecer muy por encima del 5 por ciento.
Eso sí –advierto– el panorama político y hasta el económico se pueden nublar con escándalos como el de InterBolsa, en especial si los organismos de control confirman la responsabilidad de altos funcionarios del Gobierno vinculados a la firma comisionista y su grupo, de donde se esfumaron 500 millones de dólares. En cuanto al fallo de La Haya, no hay que angustiarse más: perdimos, nada que hacer. ¡Feliz año a todos los lectores!
Mauricio Vargas
mvargaslina@hotmail.com
Mauricio Vargas
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