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Despedida sietemesina

Santos no le da indicación alguna a su sucesor acerca de cómo manejar el problema de Maduro.

El presidente Santos se tomó el trabajo de escribir una larguísima carta dirigida a su eventual sucesor, que curiosamente ningún medio de comunicación publicó completa. Incluyó en ella sus autorreconocimientos, algo lógico para un dirigente que no tiene más del 14 por ciento del reconocimiento ajeno y que se siente incomprendido en la manera como gobernó. “En mi caso, con verdadera pasión y plena convicción, solo así se resiste tanto palo”, confiesa.
Lo curioso es que al final de la carta le promete a su sucesor: “No voy a interferir para nada en su trabajo. Es su turno”. Pero la carta hace exactamente lo contrario: contiene un listado minucioso de cosas que, según Santos, deberá hacer su sucesor cuando llegue a gobernar, casi todas lugares comunes.
Esto es lo que el saliente le dice al próximo presidente que tiene que hacer: erradique por completo la pobreza extrema. Garantice condiciones de vida dignas a los más vulnerables. Extienda la jornada única. Ofrezca la mejor educación posible a los jóvenes, independientemente de su nivel social. Acabe con el déficit habitacional. Resuelva la demanda insatisfecha frente al acceso a los servicios públicos. Encuentre el equilibrio entre el servicio universal de salud y sus costos. Resuelva el cuello de botella de la infraestructura vial. Acelere y amplíe las concesiones 4-G. Culmine el programa de las vías terciarias. Resuelva el problema de las áreas rurales subutilizadas con inversión, infraestructura, asistencia técnica y desarrollo de variedades apropiadas para nuestros climas y suelos. Mantenga los niveles de inversión preservando la confianza inversionista. Baje más el desempleo. Apoye a los jóvenes emprendedores. Proteja la biodiversidad. Busque una justicia más ágil. Siga combatiendo el crimen y garantice la tranquilidad ciudadana. En esto, nunca bajar la guardia, porque los delincuentes siempre tratan de estar un paso adelante. Supere el reto enorme que aún presenta el narcotráfico. Es necesario perseverar y seguir combatiendo este flagelo con toda contundencia. Cierre todo resquicio por el que los corruptos desvían los recursos públicos. Consejo final: erradique la polarización, que tanto daño hace. “Yo no pude. Ojalá usted sí pueda”.
Con estas instrucciones en la mano, sería muy raro que el sucesor del presidente Santos no pueda gobernar bien, con semejante hoja de ruta. Aquí se le está diciendo con claridad dónde están los problemas del país y cuáles deben ser sus prioridades.
Sin embargo, los candidatos son unos desagradecidos, porque ninguno comentó con gratitud estos consejos de Santos. “El presidente no solo no debe interferir en el trabajo del próximo Presidente, sino que esperamos que haya garantías para todos”, le responde De la Calle. “Al Presidente se le olvidó contarle al país que dejó a las Farc posicionadas como las grandes beneficiarias de su gobierno”, le responde Iván Duque. “No hay ningún país en paz”, le responde Piedad Córdoba. Y añade: “Él (Santos) ha contribuido mucho a la polarización”. Marta Lucía Ramírez le dice: “Ninguna recomendación suya va a tener alguna importancia para el próximo gobierno, que tendrá que llegar a poner la casa en orden”. Mientras que para Alejando Ordóñez, “El riesgo no es que Santos interfiera en el próximo gobierno, sino que falta mucho para que se vaya”. Juan Carlos Pinzón le recuerda a Santos: “Esta elección se trata de cómo vamos a resolver los problemas que tiene el país” (como quien dice, los que usted nos deja). Mientras que Sergio Fajardo no dice nada, si va a gobernar bajo las recomendaciones de Santos o no. Simplemente se limita a decir: “Es legítimo que (el Presidente ) diga a quien lo va a reemplazar la forma como ve el país”. A Germán Vargas Lleras le parece que es muy temprano para que Santos se esté despidiendo. “Faltan siete meses y todavía hay muchos problemas que requieren atención del Gobierno Nacional”.
El único candidato que no contestó esta encuesta de EL TIEMPO fue Gustavo Petro, y me atrevo a adivinar por qué. Porque se debió sentir aludido cuando el Presidente le sugiere a su sucesor que “no se deje llevar por el complejo de Adán”. Quién sabe si Santos escribió eso pensando en Petro, pero el consejo parece cosido sobre medidas.
Entre tanto... Qué raro. Santos no le da indicación alguna a su sucesor acerca de cómo manejar el problema de Maduro, la inmigración venezolana y el próximo fallo sobre el diferendo con Nicaragua. En eso sí de verdad no se mete.
MARÍA ISABEL RUEDA
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