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El 'sancocho' nacional

Aún hoy deambulan algunos protagonistas de propuestas ‘unitarias’ de más de tres décadas.

Héctor Pineda
Por aquellos días de la militancia en la zurda colombiana, en los ‘tiempos de la cometa’, la cantaleta sobre la ‘unidad’ era usual en cuanto panfleto o libelo se publicaba. De aquellas premisas derivaron fórmulas, muchas copiadas de las cartillas y catecismos que llegaban desde otras tierras, abrevando en las canteras del troskismo, en las tesis del maoísmo agrario y sus infinitas derivaciones, como también la aplicación leninista encarnada en el estalinismo recalcitrante y en el recién inaugurado catecismo del castrismo, llegado desde Cuba. ‘Convergencias’, ‘Alianzas’, ‘Bloques Históricos’, ‘Coordinadoras’, ‘Frentes’, etc., entre muchos otros ensayos asociativos se hicieron, todos fallidos.
La llamada ‘unidad’, el pegamento mágico con el que se cree se podrá llegar al poder, surge cada tanto, sobre todo por épocas electorales, como deseo para enfrentar a los contradictores, señalando, palabras más palabras menos, que todos los actores democráticos y de izquierda unidos, en una suma puramente matemática, es la alquimia para alcanzar el poder. Así las cosas, el matrimonio político (múltiple), para algunos, se hace imprescindible. Sin embargo, las brechas conceptuales, ideológicas doctrinarias y éticas que existen en la franja de fuerzas alternativas (para ponerle un nombre más allá de la izquierda), en el pasado y ahora son insalvables.
Aún hoy, con visibles estragos de la decrepitud, deambulan algunos protagonistas de las propuestas ‘unitarias’ de más de tres décadas. ‘Firmes’, una de ellas, estimulada por el fallecido Nobel de Literatura Gabriel García Márquez, culminado el debate electoral de entonces, con precario resultado, el ‘salpicón’ político, (el mismo ‘tutifruti’ del Caribe), irremediablemente se disolvió. Quizá, por ello, el fundador del M-19, Jaime Bateman, se inventó la metáfora del ‘sancocho nacional’, como la receta culinaria política para alcanzar la unidad de la diversidad colombiana, más allá de las nomenclaturas de los partidos y organizaciones de la izquierda y algunas uvas desgajadas de las agrupaciones tradicionales.
En los tiempos de los tropeles bélicos, recuerdo, el M-19 se inventó la Coordinadora Nacional Guerrillera, organizada por iniciativa de Álvaro Fayad, por ese entonces comandante máximo. Idas y venidas, ‘tareas y fuerzas conjuntas’, todas fracasadas y poco funcionales, incluso por el ánimo festivo del M-19 en contraste con las conductas de capilla monacal de las otras guerrillas. El mayor logro, si no le tuerzo el pescuezo a la historia, fue el haber detenido la guerra interna y retaliaciones para dirimir asuntos ideológicos. Finalmente, motivo de alejamientos, el M-19 dijo adiós a las armas y la ‘unidad en un ejército único’, quedó en el anecdotario de las ‘cumbres guerrilleras’ y del rimbombante proyecto de fuerza armada Latinoamericana del también fallido ‘Batallón América’.
Pero más allá de las recordaciones del pasado, por estos días, en variados escenarios, se dialoga sobre el tema de la unidad y en las redes sociales se mueven los ‘memes’ invocando la unión, incluso, del agua con el aceite. Nuevamente, como en tiempos pretéritos, se pone al orden del día el paradigma de la suma de nomenclaturas de las colectividades políticas que, hay que decirlo, no despiertan el ánimo y el fervor ciudadano. Por el contrario, así lo indican varias mediciones, el repudio ciudadano por los partidos es evidente. Por ello, no se entiende que la reforma política, tramitada mediante el 'fast track', se imponga la partidocracia como camisa de fuerza para el ejercicio de la política. La militancia partidista, como la unidad, está condenada al fracaso.
Así pues, cambio climático, superación de la pobreza (multidimensional y monetaria), modelo de ampliación de los derechos civiles y políticos y una renovación de lo público, como lo promueve el candidato anti establecimiento Petro, es la vitualla (‘recado’) y la sazón del Sancocho Nacional.
HÉCTOR PINEDA
Constituyente
Héctor Pineda
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