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Música, cuerpo y poesía en Darío Jaramillo

En Jaramillo Agudelo, el cuerpo es dolor, herida y violencia provocada por otro cuerpo.

Fabio Martínez
El poeta Darío Jaramillo Agudelo, de Santa Rosa de Osos, obtuvo el Premio Nacional de Poesía que otorga el Ministerio de Cultura con su libro ‘El cuerpo y otra cosa’, publicado por la editorial Pre-Textos de España.
Jaramillo Agudelo, quien junto con Porfirio Barba Jacob y Rogelio Echavarría nació en este pequeño pueblo antioqueño muy cerca del corregimiento de Hoyorrico, se había dado a conocer con el libro ‘Tratado de retórica’, el cual lo distanció para siempre de aquella poesía grandilocuente y cacofónica en la que estuvo presa la poesía colombiana por muchos años.
Luego vinieron los ‘Poemas de amor’, en los que la figura del fantasma ronda con su halo secreto y misterioso. A propósito del título del libro, el escritor mexicano Sergio Pitol dijo que esta palabra ha perdido todo prestigio desde hace mucho tiempo.
A pesar del desgaste del amor y, por consiguiente, del auge y apogeo del odio en que hoy nos debatimos, Jaramillo Agudelo reivindica esta metáfora del corazón y la pone a habitar en el poema.
“Ese otro que también me habita, acaso propietario, invasor quizás o exiliado en este cuerpo ajeno o de ambos…”. Dice el poeta, haciendo por primera vez alusión al cuerpo humano.

En Jaramillo Agudelo, el cuerpo es dolor, herida y violencia provocada por otro cuerpo que ante su impotencia de amar, se convierte en verdugo

El libro ‘El cuerpo y otra cosa’ comienza con música, como una manera de recordarle al lector que la poesía siempre ha tenido una relación con la música y, si se quiere, desde la antigüedad, la buena poesía es música con su ritmo, su cadencia y sus movimientos.
“Música de sábado por la tarde, canciones desajándose, sonidos de carbono catorce, piano fantasma resucitando en el silencio…”.
Enseguida, Jaramillo Agudelo realiza un giro de ciento ochenta grados y se centra en el dolor del cuerpo humano.
“Fue malo. Hubo dolor, fui dolor, nada era yo sino el sufrimiento sin fin, el ahogo y la desgarradura que sentía en la carne”.
Canta el poeta para mostrarnos que el cuerpo no solo ha sido el objeto de estudio de los amantes, el sitio de combate en donde, a decir de Góngora, hemos librado las más grandes batallas de amor.
En Jaramillo Agudelo, el cuerpo es dolor, herida y violencia provocada por otro cuerpo que ante su impotencia de amar, se convierte en verdugo.
En 1989, cerca de Bogotá, el poeta Jaramillo Agudelo perdió una pierna cuando explotó una mina antipersonas muy cerca de su cuerpo.
Quizás esta experiencia dolorosa, producto de esta guerra demencial que nos negamos a abandonar, fue la que inspiró al poeta para volver a cantarle al cuerpo, pero ya no al cuerpo amoroso y seductor sino al cuerpo víctima, abierto y lacerante que sufre por las venas abiertas de la guerra.
Darío Jaramillo leerá sus poemas en la Feria Internacional del Libro de Cali, el sábado 21 de octubre, auditorio El País - Cien años de soledad, 7:15 de la noche.
FABIO MARTÍNEZ
Fabio Martínez
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