¡Hola !, Tu correo ha sido verficado. Ahora puedes elegir los Boletines que quieras recibir con la mejor información.

Bienvenido , has creado tu cuenta en EL TIEMPO. Conoce y personaliza tu perfil.

Hola Clementine el correo baxulaft@gmai.com no ha sido verificado. VERIFICAR CORREO

icon_alerta_verificacion

El correo electrónico de verificación se enviará a

Revisa tu bandeja de entrada y si no, en tu carpeta de correo no deseado.

SI, ENVIAR

Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí.

Archivo

El tal 'día D'

Farc prometió hacer política sin armas. ¿Pero, con el dinero ilegalmente obtenido con las armas?

Las recientes ferias y fiestas de La Habana tienen de bueno, de malo y de feo.
De bueno: nadie puede oponerse a que se silencien las armas. Yo me contentaría con que por lo menos algún día este proceso termine en el mismo resultado de la paz con el M-19, grupo que realmente se desarmó, se disolvió y se incorporó a la vida social y política nacional, varios de ellos invirtiendo responsable y legalmente sus liderazgos. ¡Cómo sería su diversidad ideológica que al ‘Eme’ le alcanzó hasta para apoyar a Uribe!
Si esto tiene final, algún día, seré la primera que le reconocerá al Presidente su terquedad, su tenacidad y su audacia desde el primer momento en que se embarcó en su teoría de que a veces el fin justifica los medios. En La Habana, este jueves, fue la primera vez que las Farc expresaron con inequívoca claridad que están comprometidos con un proceso de desmovilización de carácter irreversible, y eso no se puede saludar sino con alborozo, aplausos y alivio. El asunto es que ya llevamos tres ceremonias iguales a esta –en La Habana, en las Naciones Unidas y otra vez en La Habana–, en la que todo el mundo queda convencido de que ya firmamos la paz.
Lo malo: a la firma, esa sí, de esa paz, se la ha bautizado el ‘día D’. Sugiero un cambio de nombre. En la Segunda Guerra Mundial fue el día en que los aliados se tomaron a Normandía. No podemos terminar siendo los alemanes de esta historia.
Lo feo: si el ‘día D’ no ha llegado; y si no firmamos el jueves en esas carpetas vino tinto que blandían felices Santos y ‘Timochenko’ ninguna paz a cambio de la cual el Estado colombiano pudiera comprometerse legítimamente a un armisticio irreversible y definitivo, ¿para qué montar toda esa parafernalia de desocupados nacionales e internacionales aplaudiendo algo que, les aseguro, a cualquiera que le pregunten responderá que se trataba de que estábamos firmando por tercera vez la paz del Estado colombiano con la guerrilla más antigua del mundo?
No. No se trata del último día de la guerra, porque las Farc siguen armadas y dispersas por el territorio. Tampoco se trata del comienzo del fin, como han dicho algunos. Yo diría que resulta más aproximado hablar del fin del comienzo. Y a eso le metimos una fanfarria burocrática internacional que se debe de estar preguntando por qué en Colombia no salimos a pitar, como cuando le gana Colombia un partido de fútbol al Perú, el día en que se firma la paz.
Pues una posible respuesta sería: las Farc han prometido que harán política sin armas. ¿Pero harán política con el dinero ilegalmente obtenido con las armas? Porque, que yo viera u oyera, el jueves nada se habló de dineros o cultivos ilícitos. Pero nos dicen que tranquilos, que si los gringos están apoyando esto es porque va divinamente lo de desocupar el país de la coca sembrada.
Repito: con esta, cero y van tres ‘paces’ que se han firmado sin firmar. Los colombianos ya aprendimos a percibir estos ‘realities’ que nos monta el Gobierno con extrema cautela. La Canciller pierde los pleitos territoriales de Colombia ante La Haya, pero sabe hacer divinamente las relaciones públicas del Gobierno y las Farc ante el mundo entero. La verdad verdadera es que aquí apenas vamos en el anuncio de la promesa de que las Farc prometen que entregarán las armas y se desmovilizarán. Eso empieza el tal ‘día D’. Al que De la Calle no se comprometió a fijarle fecha, porque de las anteriores nos hemos corrido de todas.
Pero con el show montado y el Gobierno y las Farc actuando juntos, como en un casting, con todos los invitados internacionales presentes, se le ha planteado a la Corte Constitucional un desafío: si en Colombia no hay paz, será por culpa de ella: o porque no aprobó el ‘plebiscitico’, o la legislación del ‘fast track’, o las facultades habilitantes del Presidente. Si le llega a decir que no a alguna de esas tres cosas, no habrá paz en Colombia por culpa de esta Corte Constitucional. ¿Quién se le irá a medir a pasar con ese inri a los anales de la historia?
De manera que calmémonos, sobre todo los medios de comunicación. Lo que pasó en La Habana el pasado 23 de junio no fue ningún 20 de julio.
Y no es por aguarles la fiesta, pero sí es mi obligación como analista enfriarla un poquito, porque, como dijo nuestro líder ‘Timochenko’, a este moño le falta todavía mucho pelo.
Entre tanto... Nuevos descubrimientos en series de TV: ‘River’, ‘The Paradise’ y ‘Saving Grace’.
MARÍA ISABEL RUEDA
icono el tiempo

DESCARGA LA APP EL TIEMPO

Personaliza, descubre e informate.

Nuestro mundo

COlombiaInternacional
BOGOTÁMedellínCALIBARRANQUILLAMÁS CIUDADES
LATINOAMÉRICAVENEZUELAEEUU Y CANADÁEUROPAÁFRICAMEDIO ORIENTEASIAOTRAS REGIONES
horóscopo

Horóscopo

Encuentra acá todos los signos del zodiaco. Tenemos para ti consejos de amor, finanzas y muchas cosas más.

Crucigrama

Crucigrama

Pon a prueba tus conocimientos con el crucigrama de EL TIEMPO