¡Hola !, Tu correo ha sido verficado. Ahora puedes elegir los Boletines que quieras recibir con la mejor información.

Bienvenido , has creado tu cuenta en EL TIEMPO. Conoce y personaliza tu perfil.

Hola Clementine el correo baxulaft@gmai.com no ha sido verificado. VERIFICAR CORREO

icon_alerta_verificacion

El correo electrónico de verificación se enviará a

Revisa tu bandeja de entrada y si no, en tu carpeta de correo no deseado.

SI, ENVIAR

Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí.

Archivo

Cocaína tramposa

Ahora que los gringos no nos vengan a joder con ese aumento de los cultivos.

PAOLA OCHOA
Las últimas noticias sobre las drogas tienen un ingrediente común que nadie quiere ver en Colombia: el fin del negocio de la cocaína se aproxima. Tanto la explosión de los cultivos de coca en el país —casi 200.000 hectáreas— como la proliferación de mulas criollas hacia China —163 colombianos presos por este delito— tienen detrás la misma explicación lógica: la cocaína ya pasó de moda y está obsoleta en gran parte del planeta.
Basta ver lo que está pasando en Estados Unidos, el país más drogadicto del mundo: el consumo de cocaína ha caído 50 % en los últimos ocho años seguidos. Según el más reciente informe de la DEA, hoy la coca solo representa el 7 % de la amenaza de las drogas en Norteamérica. La gran preocupación —casi en un 70%— gira en torno a la heroína y las metanfetaminas, las nuevas homicidas de los hogares gringos.
Y es que mientras la cocaína mató a 2.000 personas en Estados Unidos en el último año, la heroína y las anfetaminas les cobraron la vida a casi 50.000. Eso es 25 veces más las muertes por sobredosis que produce nuestra vieja, decrépita y prehistórica cocaína ochentera. Y más del doble de lo que mató la pavorosa epidemia del ébola en la última década.
En todas las ciudades de Estados Unidos ya nadie quiere meter rayas de perico, sino un mar de pepas y heroína hasta por los oídos. Pepas que, dicho sea de paso, están fabricando los chinos en grandes volúmenes, como si se tratara de pares de zapatos. La más afamada se llama fentanilo, una droga 50 veces más poderosa que la heroína y que se está vendiendo como pan caliente en las calles de Nueva York, Los Ángeles, Baltimore y Chicago.
Por eso, los traficantes de cocaína están teniendo que buscar nuevos mercados, y por eso están inundando con mulas colombianas los mercados asiáticos. Por eso, también, el consumo de cocaína dentro de Colombia está creciendo más de lo esperado: porque los vendedores de perico tuvieron que volcarse en el mercado interno, porque afuera su producto se les volvió obsoleto.
Por eso, las Farc se sentaron a negociar la paz: porque su negocio principal —la venta de cocaína— viene en picada libre desde el año 2008. Y por eso decidieron rellenar el país de matas de coca en este último año: a ver si al menos logran la indemnización que les prometió el Gobierno vía sustitución de cultivos, tal y como quedó establecido en los acuerdos.
Dudo mucho que esa explosión de 200.000 hectáreas de coca se traduzca en algún momento en rayas de cocaína para inhalar dentro de los Estados Unidos. Más bien se trata de la mermelada de las Farc para operar igual que los Ñoños y sus amigos: una estrategia clientelista para financiar su futuro partido político. El negocio de la droga cambió, y las Farc lo tienen clarito desde hace mucho tiempo.
Ahora que los gringos no nos vengan a joder por este aumento en los cultivos, cuando ya nadie en su país mete rayas de perico. Cuando son sus propios médicos los que de tanto prescribir medicinas para el dolor —con base en opioides y opiáceos— volvieron a la gente adicta a la heroína, el fentanilo y las anfetaminas.
Que no nos jodan los gringos, cuando es su marihuana hidropónica –que ya tiene 10 nuevos millones de consumidores en Estados Unidos– la que está generando unas sicosis y unos desequilibrios mentales nunca antes vistos entre los adolescentes y adultos.
Pero claro, como ambos negocios son de ellos –tanto el de las medicinas por prescripción como el de la marihuana hidropónica– entonces ahí sí se hacen los pendejos. A nosotros, en cambio, sí nos mandan la DEA y todo el departamento antinarcóticos en pleno. Gringos hipócritas, impostores y embusteros.
PAOLA OCHOA
PAOLA OCHOA
icono el tiempo

DESCARGA LA APP EL TIEMPO

Personaliza, descubre e informate.

Nuestro mundo

COlombiaInternacional
BOGOTÁMedellínCALIBARRANQUILLAMÁS CIUDADES
LATINOAMÉRICAVENEZUELAEEUU Y CANADÁEUROPAÁFRICAMEDIO ORIENTEASIAOTRAS REGIONES
horóscopo

Horóscopo

Encuentra acá todos los signos del zodiaco. Tenemos para ti consejos de amor, finanzas y muchas cosas más.

Crucigrama

Crucigrama

Pon a prueba tus conocimientos con el crucigrama de EL TIEMPO