¡Hola !, Tu correo ha sido verficado. Ahora puedes elegir los Boletines que quieras recibir con la mejor información.

Bienvenido , has creado tu cuenta en EL TIEMPO. Conoce y personaliza tu perfil.

Hola Clementine el correo baxulaft@gmai.com no ha sido verificado. VERIFICAR CORREO

icon_alerta_verificacion

El correo electrónico de verificación se enviará a

Revisa tu bandeja de entrada y si no, en tu carpeta de correo no deseado.

SI, ENVIAR

Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí.

Archivo

Belleza por montones II

Otros destinos imperdibles: La Estrella Fluvial del Sur, la alta Guajira y el cañón del Chicamocha.

“Decíamos ayer” que el río Inírida es, en su conjunto, el más completo en bellezas en Colombia. Cerca de Puerto Inírida, el río se junta con el Guaviare, y a lo largo de unos 100 metros se nota la diferencia de las dos aguas, las negras del Inírida y las lechosas del Guaviare, que tardan en mezclarse y quedar de color barroso. Así engrosado, el Guaviare es un río enorme, y más abajo se estrella perpendicularmente con el Atabapo, que viene desde el sur. Las aguas de este río son de color negro brillante, hermoso. De nuevo, las aguas tardan un buen trecho en mezclarse. Un kilómetro más abajo, los tres ríos juntos, que ahora son uno, el Inírida, el Guaviare y el Atabapo, reciben por la margen derecha al poderoso Orinoco, que les entra desde Venezuela. Este lugar, llamado la Estrella Fluvial del Sur, es el amasijo de aguas más grande del planeta. Ir a verlo es imperativo.
Cuarto: La Guajira y las dunas de Taroa. Los desiertos ejercen sobre los soñadores una atracción misteriosa e irresistible. Saint-Exupéry, el autor de El principito, los amaba, y decía: “En el desierto valgo lo que valen mis divinidades” y “el desierto es maravilloso porque oculta un pozo en cualquier parte”. En otro sentido, totalmente contrario, Federico Nietzsche escribía: “El desierto está creciendo, desgraciado aquel que alberga un desierto”. El filósofo hablaba del mundo moral, y hoy lo entendemos también desde el punto de vista ambiental.
La soledad, el silencio, la majestuosidad del desierto y el contacto con los wayús (¿wayúes?) son los ingredientes de la belleza en el recorrido de la alta Guajira, que empieza en el cabo de la Vela. De paso, la solidaridad exige que tendamos un poco la mano a los habitantes del desierto, tan necesitados de ayuda.
Entre Riohacha y el cabo de la Vela se pueden admirar las bandadas de flamencos y las coloridas lagunas de evaporación de las salinas de Manaure. El momento culminante de la excursión es el recorrido de las dunas de Taroa, ubicadas cerca de punta Gallinas –el punto más septentrional de América del Sur– y que se encuentran también cerca de Nazareth, bello poblado wayú. Las dunas son colinas de arena fina, amarilla, sugerentes, ensoñadoras. Al recorrerlas se tiene la impresión de toparse tras una de ellas con el principito y con el zorro. Las fotos que allí se logran son memorables.
Quinto: propongo el cañón del Chicamocha y sus ceibas barrigonas. Es una excursión dura pero, asimismo, bellísima. Se debe estar preparado para aguantar fuerte calor. El recorrido del cañón es una constante epifanía de lugares y rincones espectaculares. Los barrigones son ceibas llamadas botellas, muy gordas, únicas en el país. Todas adoptan formas curiosas: mujeres obesas, seres grotescos, caras de animales, hay una que semeja un gran pulpo tuerto, otra es una perfecta cara de un orangután... Estos árboles son sencillamente maravillosos, y cuando están florecidos su belleza hace que el caminante se sienta trasladado a un jardín de hadas. Son una especie nueva, catalogada como Cavanillesia chicamochae. Para admirarlas hay que hacer exigentes caminatas a pie por senderos estrechos que descienden al cañón desde el bello pueblo llamado Laguna de los Ortices. Por allí el acceso es más corto. También se puede entrar por Aratoca, ya sea por carretera o descendiendo al cañón a pie. De paso se visita el pueblo de Cepitá, metido en las entrañas del cañón. Algunos campesinos viven en el trayecto, y con ellos se pueden obtener agua, refrescos y algunas pocas provisiones.
 
(Vea también el artículo relacionado: Colombia, belleza a borbotones)
Andrés Hurtado García
icono el tiempo

DESCARGA LA APP EL TIEMPO

Personaliza, descubre e informate.

Nuestro mundo

COlombiaInternacional
BOGOTÁMedellínCALIBARRANQUILLAMÁS CIUDADES
LATINOAMÉRICAVENEZUELAEEUU Y CANADÁEUROPAÁFRICAMEDIO ORIENTEASIAOTRAS REGIONES
horóscopo

Horóscopo

Encuentra acá todos los signos del zodiaco. Tenemos para ti consejos de amor, finanzas y muchas cosas más.

Crucigrama

Crucigrama

Pon a prueba tus conocimientos con el crucigrama de EL TIEMPO