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'Referéndum será el próximo año y punto'

El presidente Nicolás Maduro descartó realizar la consulta revocatoria en 2016.

Si era notorio que el chavismo busca a toda costa evitar la celebración del referéndum revocatorio este año –porque, de perderlo, estaría prácticamente sellado una cambio de gobierno–, el presidente Nicolás Maduro se encargó de convertirlo en una orden: “si cumplen sus requisitos, el referéndum revocatorio será el año que viene y punto”.
Pero con esa afirmación el presidente Maduro también dejó claro que en el escenario de perder la consulta es más que plausible, y de allí la necesidad de empujarlo hasta 2017, pues en ese caso el Gobierno quedaría en manos del vicepresidente, elegido a dedo por el mandatario.
La semana pasada la pulseada por el revocatorio alcanzó un alto nivel de conflictividad cuando el Consejo Nacional Electoral (CNE), con 41 días de retraso anunció que de las 1,9 millones de firmas entregadas por la oposición para “activar” el proceso solo 1,3 estaban correctas y pasaban a la fase de validación.
Una rebanada de más de 600.000 firmas que dejó en el camino las rúbricas de dirigentes opositores tan notorios como Leopoldo López, Enrique Márquez (primer vicepresidente del parlamento) y del mismo gobernador Henrique Capriles, principal promotor del revocatorio junto a la Mesa de la Unidad Democrática (MUD). Los criterios para la exclusión iban desde datos incompletos hasta errados, algo que ellos –y miles de personas a través de las redes sociales– acusaron como una discrecionalidad excesiva del ente comicial.
“¿Con qué derecho usted excluye mi firma señora (Tibisay, presidenta del CNE) Lucena?”, espetó un molesto Capriles, quien mostró haber firmado correctamente la planilla.
Ayer, cientos de personas se reunieron junto a la MUD en Caracas para rechazar su exclusión y aseguraron que apoyarán logísticamente a los firmantes reconocidos del CNE a continuar con el proceso. Los excluidos no podrán acudir al proceso de “validación” que será entre el 20 y el 24 de junio en las 24 sedes regionales del CNE.
De las 1,3 millones de firmas que sí pasaron ese filtro deben validarse al menos 198.000 –el uno por ciento del Registro Electoral– para que se dé visto bueno a la creación de la “agrupación de ciudadanos” que puede pedir el revocatorio.
Valga acotar que el CNE creó sobre la marcha una plataforma para que los “arrepentidos” puedan sacar voluntariamente su firma, algo que no está dentro del reglamento para los referendos. ¿No bastaba que estos casos no acudieran a la validación?, se preguntan muchos firmantes. A lo engorroso del proceso, la rectora Lucena añadió además una amenaza al asegurar que si había alguna alteración del orden público durante la validación, el proceso sería suspendido.
Demanda contra la MUD
Pero la guerra oficial contra el revocatorio tiene varios frentes y el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) anunció que adelantará una demanda contra la directiva de la MUD. ¿Su argumento? Que las firmas excluidas eran falsas de algún modo y representan, en sí, un “gigantesco fraude” a la nación.
“Es muy grave que estos políticos de la derecha hayan presentado un paquete podrido con 600.000 firmas chimbas”, dijo el presidente Maduro al anunciar que el partido de gobierno introducirá hoy la demanda ante los tribunales.
La oposición venezolana espera que esta compilación de detalles sean tomados en consideración por las delegaciones de los 34 países que hoy participan en la 46 Asamblea General de la OEA, algo que ayer el secretario general de la OEA, Luis Almagro, dijo que veía “innecesario” abordar el tema de Venezuela en esta asamblea.
Falta ver si el acelerado deterioro del escenario político venezolano –azuzado por una fortísima presión económica– empuja a los gobiernos a ratificar o no esta postura.
VALENTINA LARES MARTIZ
Corresponsal de EL TIEMPO
Caracas
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