¡Hola !, Tu correo ha sido verficado. Ahora puedes elegir los Boletines que quieras recibir con la mejor información.

Bienvenido , has creado tu cuenta en EL TIEMPO. Conoce y personaliza tu perfil.

Hola Clementine el correo baxulaft@gmai.com no ha sido verificado. VERIFICAR CORREO

icon_alerta_verificacion

El correo electrónico de verificación se enviará a

Revisa tu bandeja de entrada y si no, en tu carpeta de correo no deseado.

SI, ENVIAR

Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí.

Archivo

¿El fin de la guerra fría en América Latina?

Acercamiento ayudaría a incentivar la formación de una sociedad más autónoma en el país caribeño.

ARTURO VALENZUELA
El histórico anuncio de los presidentes Barack Obama y Raúl Castro de que han acordado emprender un diálogo con vistas a normalizar las relaciones diplomáticas promete acabar con uno de los últimos rezagos de la Guerra Fría y abre camino no sólo para reeditar la relación bilateral, sino para recalibrar el sistema interamericano en búsqueda de un mayor consenso y cooperación en beneficio de todos los habitantes de las Américas. (Lea también: La distensión EE. UU.-Cuba, un secreto muy bien guardado).
Con ello, el presidente Obama reiteró los pilares fundamentales de su política exterior, que privilegia el diálogo aun con países con los cuales EE. UU. puede tener profundas diferencias, que promueve el multilateralismo en la solución de problemas globales, y que busca fortalecer la democracia, los derechos humanos y la prosperidad con reglas claras y transparentes acordes con el Estado de derecho. Además de anunciar la intención de restablecer sedes diplomáticas, Obama autorizó una serie de cambios administrativos que profundizan las medidas tomadas en su primer gobierno y que permiten una mayor interlocución entre elementos de la sociedad civil y del sector privado estadounidense con sus contrapartes en Cuba en actividades educacionales, culturales, deportivas y comerciales. (Lea también: Castro agradece a Obama pero prevé larga lucha para eliminar bloqueo).
Una política diferente
Los defensores del embargo en Washington de inmediato fustigaron al Presidente por entregarle premios inmerecidos a un gobierno totalitario cuando precisamente se encuentra frente a una de las peores crisis económicas de su historia. La Casa Blanca rechaza tajantemente esa crítica, subrayando que es Estados Unidos el que se encuentra aislado internacionalmente al mantener un embargo que se considera un anacronismo, cuando el país tiene relaciones diplomáticas con países como Vietnam. Es precisamente la política de aislamiento que le ha permitido al régimen cubano ejercer un dominio sobre la ciudadanía. Una política diferente, que incentiva una mayor interlocución de la sociedad civil cubana con aquella de un enorme país a 150 kilómetros de distancia, inevitablemente ayudaría a incentivar la formación de una sociedad civil más autónoma, capaz de exigir sus derechos frente al Estado.
Curiosamente, los ‘duros’ en Washington tienen sus contrapartes en La Habana que entienden muy bien que una política de mayor acercamiento entre las sociedades civiles de ambos países a la larga podría privarlos del monopolio que tienen del poder. Incluso, en las conversaciones secretas que precedieron el dramático anuncio del 17 de diciembre, La Habana se resistió a considerar la normalización diplomática como tema de discusión. Por otro lado, es difícil pensar que Obama vaya a poder convencer a un Congreso en manos de Republicanos de levantar el embargo, tema que muchos querrán usar como plataforma de campaña con la esperanza de que les ayude a recuperar la presidencia. No está claro que esa estrategia les beneficie. Aun en la Florida, una mayoría de los cubano-americanos apoyan un levantamiento del embargo.
Y, por último, después de un generalizado apoyo en las capitales de América Latina a la iniciativa anunciada en Washington y en La Habana, ¿habrá un apoyo constructivo de los otros países americanos para que esta pueda concretarse y prosperar? No cabe duda ahora de que la próxima Cumbre de las Américas en Panamá (abril del 2015) se va a realizar. Estados Unidos ha señalado claramente que no vetaría la asistencia de Cuba y que está dispuesto a sentarse en la misma mesa con Raúl Castro para discutir los desafíos comunes de las Américas. ¿Pero qué hay de los compromisos de los países con la democracia y los derechos humanos, valores consagrados en instrumentos ratificados por la OEA y el Mercosur? ¿Podrá normalizarse del todo la relación con un país que no permite elecciones libres, libertad de prensa y autonomía de la sociedad civil? ¿Al despejarse los remanentes de la guerra fría, no habrá que buscar cómo fortalecer aquellos valores que se perdieron durante ese período?
ARTURO VALENZUELA*
* Arturo Valenzuela fue subsecretario de Estado para el Hemisferio Occidental en el primer gobierno del presidente Barack Obama, donde le correspondió, entre otros temas, la relación con Cuba. Fundador y director hasta el 2011 del Centro de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Georgetown, ejerce hoy como Asesor Internacional de Covington, una firma global de abogados con sede principal en Washington, D. C.
ARTURO VALENZUELA
icono el tiempo

DESCARGA LA APP EL TIEMPO

Personaliza, descubre e informate.

Nuestro mundo

COlombiaInternacional
BOGOTÁMedellínCALIBARRANQUILLAMÁS CIUDADES
LATINOAMÉRICAVENEZUELAEEUU Y CANADÁEUROPAÁFRICAMEDIO ORIENTEASIAOTRAS REGIONES
horóscopo

Horóscopo

Encuentra acá todos los signos del zodiaco. Tenemos para ti consejos de amor, finanzas y muchas cosas más.

Crucigrama

Crucigrama

Pon a prueba tus conocimientos con el crucigrama de EL TIEMPO