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Confrontación de poderes en Venezuela, con consecuencias impredecibles

Ejecutivo y Judicial entraron en choque directo con la Asamblea Nacional, de mayoría opositora.

El clima de polarización entre el chavismo y la oposición en Venezuela y que ahora se trasladó a la Asamblea Nacional, por cuenta del triunfo opositor en las elecciones del 6 de diciembre, ha generado una confrontación de poderes en el que participan el Ejecutivo y el Judicial y cuyas consecuencias son impredecibles.
Paradójicamente, el primer ‘choque de trenes’, si así se puede denominar, se dio entre el Consejo Nacional Electoral y el Tribunal Supremo de Justicia, dos organismos en los que hay presencia del chavismo.
Luego del triunfo de la oposición y tras algunos días que requirió la confirmación de la cantidad de diputados que esa fracción tendría en la Asamblea Nacional, el Consejo Nacional Electoral adjudicó y proclamó como diputados a 112 miembros que representan a la oposición. Ese aval los invistió de los poderes y facultades plenos.
Ese número de diputados representa exactamente las dos terceras partes de los 167 diputados de la Asamblea Nacional, con los que la oposición podría avanzar en proyectos de alto impacto para la política venezolana como incluso el impulso hacia un referendo revocatorio del mandato del presidente Nicolás Maduro.
Por ese motivo, luego se presentaron demandas de impugnación de varios diputados opositores ante la Sala Electoral del Tribunal Supremo, promovidas por chavistas con el propósito de romper esa mayoría calificada y evitar que tome decisiones de mayor repercusión a las que ya de por sí, por ser mayoría, tiene la oposición.
La decisión de la Sala Electoral del Tribunal Supremo no tardó mucho en adoptarse, en vista de que el 5 de enero se posesionaba el nuevo parlamento venezolano. A marchas forzadas, e incluso en medio de las fiestas navideñas, los miembros de ese alto tribunal (entre los que había dos que habían sido nombrados en días pasados por la anterior Asamblea de mayoría chavista) impugnaron la elección en el estado de Amazonas donde la oposición había obtenido tres curules y el chavismo uno.
Único 'argumento'
El argumento y única pieza con la que se tomó la decisión fue que una conversación telefónica en la que supuestamente el gobernador de Amazonas y su secretaria hablan de una compra de votos en esa región. Sin embargo, no hay pruebas de que dicha conversación corresponda a las personas a las que se menciona y mucho menos que haya ocurrido el fraude electoral masivo que el chavismo denuncia.
Así, ese tribunal desarmaba la mayoría calificada de la oposición, que solo quedaba con 109 diputados.
Sin embargo, el Consejo Nacional Electoral, tras haber confirmado y avalado a los 112 diputados contrarios al chavismo no se ha pronunciado más sobre su decisión, por lo que la oposición ha alegado que el Tribunal Supremo no podía desconfirmar lo que ya el organismo electoral les había adjudicado.
Para algunos juristas venezolanos, hay una extralimitación de funciones del Tribunal Supremo y su Sala Electoral, y los legisladores impugnados podrían continuar ejerciendo sus funciones mientras hay una decisión de fondo sobre las demandas. Sobre esa premisa, este martes la nueva directiva de la Asamblea Nacional juramentó a los tres diputados opositores cuestionados.
Para el segundo hombre más importante del chavismo, Diosdado Cabello, quien fue presidente de la Asamblea Nacional, esa juramentación es razón suficiente para ilegalizar todas las decisiones del nuevo Legislativo e incluso se han hecho llamados para que la Gaceta Oficial, medio donde por ley deben publicarse todas las decisiones de los poderes pùblicos, no publique los de la Asamblea Nacional.
Así mismo, quiere que sea el Tribunal Supremo el que le ponga freno a la Asamblea Nacional y que el presidente Maduro, como ya lo ha hecho, también entre en esa confrontación y que ordene no entregarle los recursos con los que debe funcionar el parlamento.
De momento no se ve que la gobernabilidad en Venezuela se comprometa a menos de que haya una decisión sobre las impugnaciones y sobre los proyectos de ley que la oposición quiere adoptar y que irían directamente contra el primer mandatario.
Aunque el clima de confrontación es claro, mientras que la situación económica no se agrave y el presidente Maduro no tenga que salir a buscar apoyo del parlamento, el clima de pugnacidad se mantendrá.
Y eso parece ser lo que sucederá, pues el miércoles en la noche Maduro anunció una renovación del gabinete ministerial que en lo económico, según analistas, busca una mayor radicalización en lo económico y no consensuar nada con la Asamblea por el momento.
Holman Rodríguez M.
Redacción Internacional
Twitter @holmanrodriguez
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