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Francisco, dos años de un papa que hace historia

Jorge Bergoglio ha intentado darle la vuelta a la Iglesia en sus primeros dos años de pontificado.

El 13 de marzo del 2013 un joven sacerdote latinoamericano esperaba en la plaza de San Pedro del Vaticano junto a otros miles de fieles con la mirada puesta en la chimenea instalada en el tejado de la Capilla Sixtina. Cuando por fin salió el humo blanco y, poco después, el cardenal protodiácono, el francés Jean-Louis Tauran, anunció el “Habemus Papam” diciendo que Jorge Mario Bergoglio era el elegido, este joven eclesiástico se puso a dar gritos de alegría.
“Para mí fue una prueba de que existe el Espíritu Santo. Que los cardenales eligieran a alguien como Bergoglio en lugar de los candidatos que circulaban aquellos días me hizo creer más en Dios”, dijo.
En los dos años pasados desde entonces, este papa llegado “casi desde el fin del mundo”, como él mismo se presentó en el balcón central de la basílica de San Pedro, le ha dado la vuelta a la Iglesia. (Lea también: Las declaraciones más polémicas del papa Francisco)
Muchos de los más de 1.200 millones de católicos han recuperado el orgullo de su fe al tiempo que un número incontable de personas en todo el orbe volvía a interesarse por el mensaje de Jesús. La sencillez de Bergoglio, su vocación por los pobres y su empeño por mostrar una Iglesia misericordiosa y con las puertas abiertas, ha logrado que el llamado ‘efecto Francisco’ se sienta en las parroquias de todo el mundo.
Hasta en lugares donde los cristianos son una minoría, como en el norte de África, se admira al papa y se siguen con atención sus gestos. Lo cuenta a EL TIEMPO, Santiago Agrelo, arzobispo de Tánger, a quien el pontífice recibió hace unos días junto al resto de prelados del Magreb. “Le dijimos que allí sus palabras llegan al corazón de los que creen y de los que no creen”, narra. (Lea también: )
Además de conseguir que ser católico “vuelva a estar de moda”, como dicen algunos con humor en la plaza de San Pedro, Francisco está llevando a cabo una reforma profunda de la organización eclesiástica. Para ello ha empezado por su vértice, la curia romana, un organismo corroído en parte por la ambición de hacer carrera, los grupos de poder y la falta de valentía para abrir nuevos caminos.
Tareas
En estos dos años ha reforzado el control sobre las finanzas del Vaticano, un terreno donde en el pasado surgieron numerosos escándalos. También ha puesto en marcha una reflexión que llevará a la aprobación de una nueva organización de la Santa Sede probablemente antes de finales del año que viene. Para ayudarle en esta tarea creó el llamado Consejo de Cardenales, un grupo de nueve purpurados de varias partes del mundo que representan las distintas sensibilidades de las iglesias locales.
“Francisco está siguiendo las peticiones que se hicieron para el nuevo papa durante las congregaciones generales, las reuniones que mantuvimos los cardenales previas al consistorio. Realmente no ha hecho nada novedoso, pues todas estas reformas se trataron entonces”, le dice a EL TIEMPO el purpurado Jaime Ortega, arzobispo de La Habana.
La reorganización de la curia está bien dirigida, a su juicio, pues hay que acabar con las “macroestructuras que resultan difíciles de manejar”. “Hay que optar por organismos más pequeños y por dar más espacio a los laicos. Hay muchos cargos para los que no hace falta un obispo”, propone.
El arzobispo de La Habana también espera que el papa cambie el equilibrio que se mantiene hoy entre Roma y las iglesias locales para lograr una mayor descentralización. “La relación puede ser más fluida y constante, sobre todo si tenemos en cuenta los medios de comunicación con que contamos hoy”, dice.
En su opinión, uno de los grandes méritos de Bergoglio en estos dos años de pontificado ha sido poner a la Iglesia delante del espejo para acabar con la “autorreferencialidad” y conseguir que tenga una posición “en salida” hacia los alejados. Francisco dio su idea de Iglesia en la entrevista de septiembre del 2013 en la revista La Civiltà Cattolica: “La veo como un hospital de campaña tras una batalla. ¡Qué inútil es preguntarle a un herido si tiene altos el colesterol o el azúcar! Hay que curarle las heridas. Ya hablaremos luego del resto”.
Aunque esta posición resulte novedosa en la opinión pública, para los amigos de Francisco no ha habido un cambio a cómo pensaba durante sus años como arzobispo de Buenos Aires. “Sigue con su forma de ser: sencillo, muy cercano a la gente y misericordioso”, le dijo a este diario el cardenal Luis Héctor Villalba, arzobispo emérito de Tucumán, quien trabajó con Bergoglio en el episcopado argentino. “Ese es su gran valor: sigue siendo lo que es”, afirma.
Temas espinosos
Esta posición de apertura se ha plasmado en el Sínodo sobre la Familia, dedicado a tratar temas tan candentes como las relaciones prematrimoniales, las uniones homosexuales o la situación de los divorciados vueltos a casar. Este camino de actualización pastoral con dos etapas (la asamblea de octubre del año pasado y la que tendrá lugar el próximo octubre) no ha gustado al sector más conservador de la Iglesia.
Uno de sus representantes es el cardenal estadounidense Raymond Leo Burke, quien tras comentar hace unos meses en el semanario Vida Nueva que había “una fuerte sensación de que la Iglesia está como una nave sin timón”, volvió a cargar recientemente contra el papa al decir que estaba dispuesto a “resistir” en caso de que permita el acceso a la comunión para los casados en segundas nupcias.
Pese a estas resistencias internas, Francisco se ha erigido en estos dos años como el gran líder espiritual contemporáneo, una posición reforzada por enorme peso geopolítico, como demostró con su mediación entre Estados Unidos y Cuba para lograr que normalizaran sus relaciones. Su próximo gran golpe mediático será probablemente su primera encíclica dedicada a la ecología y que será publicada antes de mitad de año.
Cifras
Electo tras 5 votaciones
Tras cuatro votaciones y en el segundo día de deliberaciones se depuraron los nombres de los cardenales más opcionados para reem- plazar a Benedicto XVI, quien había renunciado al papado.
Una encíclica publicada
El papa ha publicado la encíclica ‘Lumen Fidei’, 9 cartas apostólicas, 6 constituciones apostólicas, una exhortación apostólica y decenas de discursos.
DARÍO MENOR TORRES
Para EL TIEMPO
Roma.
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