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Conservadores quedan más cerca de seguir en el gobierno español

Partido de Mariano Rajoy ganó las elecciones, pero quedó lejos de la mayoría absoluta.

El derechista Partido Popular (PP) ganó este domingo las elecciones generales en España, pero no obtuvo la mayoría suficiente para alcanzar la presidencia.
Han sido, como se preveía, unos comicios de repetición, en los que el cuadro político español se mantiene semejante al que se produjo tras la votación de diciembre del año pasado.
El Partido Socialista Obrero Español (PSOE), liderado por Pedro Sánchez, obtuvo el segundo lugar; Unidos Podemos, encabezado por Pablo Iglesias, repite la tercera posición, aunque las encuestas lo situaban por encima del PSOE, y Ciudadanos (Cs), de Albert Rivera, vuelve a estar en la cuarta.
El modelo parlamentario español obliga a que sean los congresistas los encargados de elegir al presidente. Para ello se requiere una mayoría de diputados que, en este momento, no tiene ninguno de los partidos.
A partir de este lunes deberán intentar entre ellos acuerdos y coaliciones para sumar los votos necesarios para elegir presidente. El mismo papel que vienen haciendo hace seis meses y que ha sido imposible cumplir.
El que se ubica en mejor posición para negociar es el PP, que obtuvo 137 escaños. El PSOE consiguió 85, mientras que Unidos Podemos llegó a los 71 y Cs logró 32. El único partido que creció en votación con respecto a las elecciones pasadas fue el PP, mientras que los demás bajaron.
Las alianzas que en primera instancia tendrían la mayoría necesaria (176 escaños) serían entre el PP y el PSOE, de derecha e izquierda, respectivamente; y entre el PSOE, Unidos Podemos y Cs (izquierda y centroderecha). Pero ninguna de estas coaliciones sería fácil. Se trata de partidos con importantes diferencias ideológicas en unos casos y posiciones antagónicas en otros.
No hay que descartar del todo la posibilidad de que se convoquen unas terceras elecciones, en el caso de que de nuevo no se formen coaliciones que sumen la mayoría absoluta que se requiere. Es lo que sucedió tras las elecciones del 20 de diciembre.
Al conocer los resultados, Rajoy –actual presidente en funciones– se dirigió a la gente que lo esperaba en la calle de la sede del PP para agradecer el apoyo de todos. “Habéis ganado las elecciones porque habéis tenido fe en la victoria y porque la habéis perseguido”, dijo. Elogió a su partido, que estuvo unido en lo que él denomina “una etapa muy difícil” y se mostró orgulloso de ser español.
Aseguró que quiere “ser útil” al pueblo, y se mostró abierto a las conversaciones con los otros partidos. El discurso fue interrumpido en repetidas ocasiones por cánticos y aplausos de sus seguidores.
De todas maneras, uno de los datos más significativos de estas elecciones es que las dos nuevas fuerzas emergentes (Unidos Podemos y Cs), que en diciembre rompieron el bipartidismo histórico, se mantienen dentro del escenario, como una muestra de inconformismo de la sociedad con los partidos tradicionales.
Aunque Iglesias afirmó, tras las elecciones, que “nos consolidamos como espacio político”, fue enfático al afirmar que los resultados “no son satisfactorios”. Se mostró abierto al diálogo con los partidos progresistas.
Sánchez, por su parte, lo culpó por no haber aceptado asociarse al PSOE para intentar formar gobierno en las elecciones pasadas. Dijo que fue por su “intransigencia y el interés personal”, que sobrepuso al de la izquierda. De esa manera, manifestó: “Iglesias ha provocado la mejora de los resultados de la derecha”.
Rivera, en cambio, culpó a la ley electoral “injusta” de no haber conseguido más escaños. Sostuvo que, con más de tres millones de votos, queda claro que en España “el centro existe y el centro viene a quedarse”.
Cree que el voto de Ciudadanos es útil para “regenerar la vida pública española”, y dijo que va a trabajar por el “cambio”, pues representa una fuerza formada por “inconformistas”.
El bajo porcentaje de participación electoral fue otro ingrediente importante de la jornada, pues marcó, con un 51,22 por ciento, un récord en la historia de la democracia española.
Las elecciones se realizaron en medio de la preocupación que ha desatado la salida del Reino Unido de la Unión Europea, pero los primeros indicios señalan que no influyó en la votación.
JUANITA SAMPER OSPINA
Corresponsal de EL TIEMPO
Madrid
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