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Trump les baja el tono a sus explosivas propuestas de campaña

Prometió ofensiva contra indocumentados, pero solo los de récord criminal, hasta tres millones.

SERGIO GÓMEZ MASERI
El magnate neoyorquino Donald Trump dio claros signos de que su presidencia no será tan explosiva y polémica como la que prometió durante los 18 meses que duró la carrera hacia la Casa Blanca.
En la primera entrevista que concede desde que ganó las elecciones, el presidente electo insistió en que piensa deportar a millones de indocumentados, construir un muro con México y acabar con Obamacare, el programa de salud que se considera la joya de corona de la administración de Barack Obama.
Pese a ello, sus propuestas –explicadas durante una intervención en el programa ‘60 minutos’ de CBS– no son ni la sombra de lo que había anticipado.
De acuerdo con Trump, la idea es deportar o encarcelar entre “dos y tres millones de indocumentados” que actualmente tengan un récord criminal. Algo muy similar a lo que ya se viene haciendo desde años.
Interrogado sobre el futuro de los otros nueve millones de ilegales que existirían en el país y no tienen antecedentes criminales, Trump dijo que su situación sería resuelta una vez la frontera esté asegurada. “Una vez la frontera se asegure y todo se normalice, tomaremos una determinación sobre la otra gente de la que se habla que son personas maravillosas, gente maravillosa”, dijo el mandatario electo. Una posición muy distante a la que lanzó desde el primer día de su campaña cuando prometió expulsarlos a todos.
Trump no explicó cómo pensaba encontrar a esos dos o tres millones de ilegales, pero ayer el presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, afirmó que no había plan alguno de construir o financiar una fuerza de deportación. “La gente tiene que estar tranquila. No estamos planeando ni vamos a erigir una fuerza de deportación. Ese no es nuestro énfasis. Vamos a asegurar la frontera antes de entrar en cualquier otro tema migratorio”, sostuvo Ryan, que como presidente de la cámara baja tiene gran influencia a la hora de aprobar los recursos que necesita Trump para ejecutar su estrategia.
En otras palabras, lo más probable es que el reloj se devuelva adonde estaba hace cuatro años cuando Obama aprobó especiales para frenar la deportación de ilegales que llegaron a EE. UU siendo niños y que se estiman son aproximadamente unos 1,8 millones de personas. Su situación regresaría al limbo en el que estaba, pero nada indica que serán buscados puerta a puerta como había prometido.
Trump también aseguró que construirá un muro en la frontera con México, pero reconoció que en algunas partes no sería un muro sino “una cerca”. Eso, en gran parte, porque los republicanos del Congreso ya le advirtieron que el muro costaría una fortuna.
El magnate dijo que pensaba modificar o reemplazar Obamacare desde el primer día de su presidencia, pero que preservaría algunas de sus cláusulas. Entre ellas, obligar a que las aseguradoras acepten a personas con precondiciones y extender hasta los 26 años la edad en que los hijos pueden permanecer en las pólizas de sus padres.
En la entrevista, Trump sostuvo –quizá más por cortesía– que no descartaba pedir asesoría del expresidente Bill Clinton y su esposa y rival, Hillary Clinton, quien responsabilizó el sábado pasado al director del FBI, James Comey, por su derrota electoral.
Trump también dijo que no pretende cuestionar la legalización de los casamientos entre personas del mismo sexo, y añadió que personalmente no tiene problemas con esa normativa.
Asimismo, dijo que en su gobierno dará prioridad al nombramiento de jueces a la Corte Suprema que sean contrarios al aborto y que defiendan la normativa sobre el acceso a las armas que garantiza la Constitución. También aseguró que se sentía “entristecido” con reportes de acoso y agresiones a minorías, como resultado de su victoria.
Trump dijo que renunciará a su salario como presidente, de unos 400.000 dólares al año y recibirá el salario simbólico de un dólar al año. Además, aseguró que las miles de personas que protestan en las calles por su victoria no tienen nada que temer por el futuro. “No tengan miedo. Vamos a unir nuevamente al país”, afirmó Trump.
SERGIO GÓMEZ MASERI
Corresponsal de EL TIEMPO
En Twitter: @sergom68
Washington
SERGIO GÓMEZ MASERI
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