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Las horas en prisión de la oncóloga colombiana condenada en EE. UU.

Ana María González lava ropa, hace ejercicio, lee y escribe. Nueva prueba podría anular el juicio.

La vida de Ana María González Angulo ha dado un giro de 180 grados desde finales de septiembre pasado. No solo porque quedó privada de la libertad, sino porque pasó de tener jornadas de intensa actividad profesional, como una destacada oncóloga del Texas Medical Center, a días menos agitados, lavando ropa en una cárcel cercana a Galveston, en Texas (Estados Unidos). (Lea también: Ana María González Angulo: brillo y ocaso de una promesa científica)
Ana María, una médica oriunda de Popayán, fue acusada y sentenciada a 10 años de cárcel por intentar envenenar al también médico George Blumenstein, con quien tuvo una relación sentimental.
El juicio, que captó la atención de los estadounidenses y dividió la opinión pública, terminó el 30 de septiembre del año pasado, con el veredicto de culpabilidad para la galena colombiana. (Lea también: Condena 'es una injusticia', dice padre de oncóloga Ana María González)
EL TIEMPO habló con Lula Angulo, tía de Ana María, quien estuvo con ella durante el juicio y la visitó hace unas semanas en la cárcel. Según ella, Ana María enfrenta condiciones muy difíciles, aunque se siente tranquila, “porque tiene limpia su conciencia”. (Lea también: Oncóloga colombiana 'jamás demostró ser diabólica', dice su exmarido)
Su tía sostiene que en la prisión se le han agudizado condiciones de salud preexistentes -el asma y los dolores de cabeza- los cuales sufre con mucha más frecuencia desde que está recluida.
Tanto la tía como los papás de Ana María pudieron verla durante dos días de un fin de semana, aunque las visitas en la cárcel son sábado o domingo. “Hicieron una salvedad con nosotros porque viajamos desde Colombia a verla”, contó la tía.
Sin embargo, hay otros familiares y amigos residentes en Estados Unidos que la visitan con más frecuencia. “Ella hace una lista de 10 personas que la pueden visitar y esa lista la puede cambiar semestralmente”, sostiene la tía.
Ni sus papás ni su familia en Colombia tienen comunicación telefónica con Ana María, porque desde la cárcel esta solamente puede llamar a teléfonos dentro de Estados Unidos.
Lula cuenta que quienes han visitado a su sobrina se han impactado con su fortaleza, pues ha logrado sobreponerse a estar privada de la libertad y de su trabajo científico. “Ella es quien nos da animo, es una mujer de mucho carácter y tenacidad. Está resuelta a pasar este tiempo difícil de la mejor manera posible”, afirma.
El día a día
Mientras tanto, Ana María, quien lleva cinco meses privada de la libertad, sigue con su rutina. Se levanta temprano y trabaja en la lavandería hasta la una de la tarde. Después del almuerzo hace ejercicio, lee y escribe. Le gusta leer sobre historia, ciencia ficción y teología. Además le llegan varias revistas médicas, especialmente relacionadas con la investigación de cáncer de mama, su gran pasión.
Aunque aún no ha pensado escribir un libro sobre su experiencia, sí recibe muchas cartas de pacientes, colegas, amigos y familiares, que en todo momento le brindan su apoyo y creen firmemente en su inocencia. “Ella les escribe de vuelta a todos”, afirma su tía. (Lea también: El video con el que apoyan la inocencia de la científica colombiana)
Para la familia esta ha sido la experiencia más dura por la que han atravesado. Sin embargo, conociendo a Ana María, ninguno de sus integrantes ha dudado de que en la cárcel está la persona equivocada.
“Es absurdo que un ser humano que ha curado a tantas mujeres con cáncer de mama, en lugar de estar estudiando e investigando más, esté en una lavandería de una prisión, siendo inocente”, sostiene la tía. (Lea también: Piden intervención de Cancillería en caso de oncóloga colombiana)
Según ella, la médica decidió que iba a apelar la sentencia tan pronto como se terminó el juicio y se siente esperanzada que pueda prosperar este proceso, cuya duración oscila entre 18 y 24 meses.
Ana María contrató los servicios de la abogada Bárbara Anne Drumheller, especialista en apelaciones y esposa de Andy Drumheller, uno de los miembros del ‘pool’ de abogados de su defensa durante su juicio.
Por recomendación de su abogada, mientras el proceso de apelación esté en curso, Ana María no dará ninguna entrevista a los medios nacionales ni internacionales.
A Ana María se le abrió este jueves la posibilidad de que el juicio sea anulado. El canal Fox de Houston reveló que una médica de Alaska habría tenido una relación amorosa con Blumenschein cuando este declaraba que le era fiel a su novia y con quien vivía. 
ANA MARÍA JARAMILLO
Corresponsal de EL TIEMPO
Miami
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