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Mundial Rusia 2018

La ‘vergüenza nacional’ de la prensa argentina con Lionel Messi

Lionel Messi, jugador argentino.

Lionel Messi, jugador argentino.

Foto:AFP

Las críticas se volvieron tinta tras la humillante derrota de Argentina frente a Croacia.

La prensa argentina, casi tan apasionada como su hinchada cuando de hablar de la Selección Argentina se trata, no se guardó en críticas con la pálida presentación de su equipo este jueves ante Croacia. Así como no se ahorra los elogios altisonantes ante el éxito, ante la derrota se ‘carga’ –una palabra muy argentina– con toda a los protagonistas del papelón.
Las portadas de los diarios impresos fueron elocuentes: “Fiasco Mundial”, tituló Marca, en una tapa con un Lionel Messi confundido y cabizbajo; “Hace falta más que un milagro”, sentenció ‘Clarín’, mientras que ‘La Nación’ decía: “Derrumbados. La Selección, al borde de la eliminación”. Según el diario ‘Olé’, “Messi no hizo nada, ni apareció”. Y el diario ‘Crónica’, quizás uno de los más lapidarios, tituló: “Vergüenza nacional. Nos matan la ilusión”.
Además de las críticas a Jorge Sampaoli, cuya continuidad al frente de la albiceleste está en veremos, el otro blanco de los agudos dardos argentinos fue, quién más, el mejor jugador del mundo: Lionel Messi, el capitán, el que carga sobre sus hombros su desempeño individual, tanto como los triunfos y derrotas colectivos.
Para el periodista Sebastián Fest, jefe de deportes de ‘La Nación’, “la selección juega como si Messi no existiera” y “Messi jugó ayer como si no estuviese en su cuarto Mundial”. “El problema, si es que se lo puede definir así, es que Messi creció acostumbrado a ser el salvador de todos sus equipos”, asegura el periodista.

Messi llamó la atención más por su actitud taciturna que por su habitual talento

“Tener a Messi y no saber qué hacer con él fue siempre un problema. Ahora se suma otro: la situación del propio Messi. Es como si tampoco él supiera qué hacer consigo mismo”, continúa. Mejor dicho. Si antes el problema era Messi como una estrella que brillaba sola en la constelación albiceleste, ahora esa estrella empieza a verse pálida en un horizonte desconocido.
“Messi llamó la atención más por su actitud taciturna que por su habitual talento”, dice el mismo medio. Por eso, para Fest, Messi es un “verdadero enigma”.
Carlos Bianchi, en una columna para el diario ‘Clarín’, dice que vio a Messi “apagado, como nunca. No sé qué le pasó (…) Se confirmó nuevamente que si él no aparece a la Selección le cuesta generar”.
En el mismo diario, Sergio Faraudo toma la situación de Messi a partir de un análisis, si se quiere, más sociológico. Es decir, pone un espejo entre la realidad de la Selección Argentina actual y la realidad política de su país:
“Innumerables son las situaciones que atravesó nuestra joven historia republicana y democrática donde personajes como Lionel Messi fueron expuestos y exaltados a ese rol de liderazgo por necesidad y fragilidad de proyecto colectivo y solidario. Mecanismo de defensa apropiado para evitar fraguar un futuro en un camino más denso y sinuoso, seguramente, pero sin dudas más sólido, que es aquel que hace del renunciamiento a intereses personales y a la inmediatez del goce efímero, su bandera, y del despliegue de políticas activas sistémicas su estandarte”.
De ahí concluye que, “por más que sea un maravilloso exponente” de las raíces futboleras de su país, “Messi es humano y es argentino”.
Otra voz que ha hablado con un tono crítico y de paralelo político sobre la Selección y sobre la Argentina es la del escritor y periodista Martín Caparrós, quien tiene una columna llamada ‘El mundo Mundial’, en la que analiza el Mundial para El ‘New York Times’ en español. Le dedica un párrafo completo:
“No hizo nada, y es duro, porque suele ser el que hace todo, de quien se espera todo. Durante el primer tiempo se quedó estacionado cerca del arco croata y casi no tocó la pelota. Los argentinos nos hemos quejado tantas veces de que en la selección tenía que bajar demasiado a buscarla y que eso lo neutralizaba. Quizás intentó solucionarlo; quizás era que estaba abatido, abatatado. En el segundo tiempo fue peor; lo cierto es que no pudo hacer nada y él era, por supuesto, la esperanza. También muy argentino: esperarlo todo del hombre fuerte, del caudillo”.
En televisión, una de las voces críticas fue la de Martin Liberman, de Fox Sports Argentina, quien desde Rusia, y teniendo como fondo el estadio donde Croacia le metió tres goles a los de Sampaoli, dijo que había visto “el peor partido de Messi en la historia de la Selección” y lo calificó como una “sombra”: “Un tipo que camina la cancha, que mira hacia el suelo y que tiene una capacidad de frustración, para mí, asombrosa… Tiene un umbral de frustración muy chiquitico”.
Esos mismos gestos de los que habla Liberman los recopiló el diario ‘Olé’ en su página web: Messi rezando, reaccionando con desazón ante el primero, el segundo, el tercer gol croata, Messi caminando y dándole la razón a las estadísticas que señalan que hay arqueros que corren más que lo que corrió el astro del Barcelona contra Islandia o contra Croacia.

Diego era nuestro espejo y no te permitía bajar los brazos

A las voces de estos periodistas se sumaron las de exfutbolistas de su país. A través de los medios, no pudieron evitar comparar a Messi con Maradona, quien fue testigo de la estrepitosa caída de los argentinos en el estadio Niznhy Novgorod. El ‘D10S’ argentino fue la punta de lanza de Argentina la última vez que conquistó el título Mundial, en 1986, y uno de sus compañeros en ese equipo, Héctor Enrique, analizó así la crisis de Messi y su selección:
“Diego era nuestro espejo y no te permitía bajar los brazos. Corría más que todos, se enojaba más que todos, agarraba la pelota y encaraba, le pegaban patadas y él se levantaba y seguía. Y nosotros pensábamos que si él hacía eso, nosotros teníamos que trabar con la cabeza”, aseguró, en declaraciones recogidas por el portal de ‘Olé’.
Enrique se pregunta: “¿Quiénes son? ¿Quién carajo es Messi para no correr? ¿Quién es Maradona para no correr? La actitud, la entrega y el orgullo de vestir la camiseta de la Selección es de todos”.
Eran otras épocas, seguramente. Lo cierto es que de esa selección de Maradona, campeona hace 32 años, a esta Argentina de Messi, que está última en su grupo, hay una diferencia abismal y la prensa ha dado cuenta de ello.
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