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Se buscan líderes

Jueves 1 de septiembre de 2016

Editorial: La campaña del 1+

En Bogotá no pasa un día sin que se esté criticando lo difícil que resulta la movilidad.

Cuando las soluciones no llegan, solo quedan dos caminos: rendirse o actuar en consecuencia.

En Bogotá no pasa un día sin que, desde la intimidad del hogar, en la calle o en foros de opinión, no se esté criticando lo difícil que resulta la movilidad, el atropello al que los ciudadanos de a pie se ven expuestos y la matonería con que todos, de una u otra forma, actuamos en el espacio público.

Basta con revisar las estadísticas para saber de dónde proviene tanto juzgamiento, y de tan variada cantera: el parque automotor en Bogotá llega casi a 2 millones de vehículos, con un crecimiento del 10 por ciento anual en promedio; en el 2013, los incidentes que afectaron a peatones en la vía aumentaron 19 por ciento; los usuarios de motos ocupan el primer lugar en muertes por accidente de tránsito en el país; los ciclistas lesionados en la calle aumentaron 9 por ciento entre el 2013 y el 2014.

Las normas existen. De hecho, el año pasado se impusieron casi medio millón de comparendos, pero en una ciudad como Bogotá, que tiene aún demasiados retos en temas de infraestructura y que olvidó el capital social conquistado con la cultura ciudadana, requiere nuevas estrategias que involucren al grueso de la población.

En eso consiste, precisamente, la campaña que en las últimas semanas ha venido impulsando con acierto la Secretaría de Movilidad a través de ‘Yo también puedo aportar’. ¿Y cómo se logra? Siendo uno más (1+) en la vía, generando acciones que ayuden a la movilidad desde nuestras propias posibilidades: respetando las señales de tránsito, a los peatones y ciclistas; actuando sin agresividad y con tolerancia. Cosas tan simples como ceder el paso, usar menos el carro particular, no colarse en TransMilenio, ayudar a quien se varó en la calle y no parquear en espacios prohibidos podrían abrir el camino hacia una sana convivencia en la calle, que es donde compartimos y permanecemos buena parte del tiempo de nuestras vidas.

Pero si prefiere irse por el atajo, por el camino fácil de la indiferencia, pues hágalo, pero después no critique ni se queje. Reaccione y pruebe ser 1+.

EDITORIAL

editorial@eltiempo.com.co

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