¡Hola !, Tu correo ha sido verficado. Ahora puedes elegir los Boletines que quieras recibir con la mejor información.

Bienvenido , has creado tu cuenta en EL TIEMPO. Conoce y personaliza tu perfil.

Hola Clementine el correo baxulaft@gmai.com no ha sido verificado. VERIFICAR CORREO

icon_alerta_verificacion

El correo electrónico de verificación se enviará a

Revisa tu bandeja de entrada y si no, en tu carpeta de correo no deseado.

SI, ENVIAR

Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí.

Archivo

La vía digital para salir de la pobreza

Extender el acceso a internet tendrá efectos directos en el crecimiento económico.

¿En qué debe centrar la atención la comunidad mundial en los 15 próximos años? La salud, la nutrición y la educación pueden parecer unas opciones evidentes; más sorprendente resulta que existan razones poderosas para considerar el acceso a la banda ancha una de las máximas prioridades.
Consideremos este simple dato: triplicando el acceso de internet a los teléfonos portátiles a lo largo de los próximos 15 años se podría hacer que el mundo en desarrollo fuera 22 billones de dólares más rico. Semejante mejora en la vida y las posibilidades de ganancia de los pobres podría contribuir indirectamente a lograr los otros empeños; al fin y al cabo, las personas más prósperas suelen estar más sanas, mejor alimentadas y más instruidas.
Ese debate es importante porque en el próximo mes de septiembre los 193 gobiernos nacionales del mundo se reunirán en las Naciones Unidas para dar forma final a una lista de los Objetivos de Desarrollo 2030. Mi grupo de estudios, el Consenso de Copenhague, ha pedido a sesenta equipos de economistas, incluidos varios premios Nobel, que investiguen qué objetivos serían más fructíferos por cada dólar gastado para que se elijan las mejores opciones en dicha reunión.
En un nuevo análisis, Emmanuel Auriol y Alexia Lee González Fanfalone, de la Facultad de Economía de Toulouse, indican que la banda ancha podría ser una de las mejores inversiones para el futuro.
El acceso a la información sobre los mercados, por ejemplo, puede servir para que los agricultores que vendan sus cosechas excedentes no sean engañados por unos comerciantes sin escrúpulos y para que los pescadores puedan desembarcar sus capturas en el puerto que ofrezca el mejor precio. Según los cálculos de un informe de McKinsey, extender la banda ancha para teléfonos portátiles en el mundo en desarrollo hasta los niveles del mundo industrializado podría sumar 400.000 millones de dólares al año al PIB mundial y crear más de diez millones de empleos.
De forma similar, el Banco Mundial ha mostrado que un aumento del 10 por ciento en la penetración de la banda ancha ha incrementado el crecimiento del PIB en un 1,4 por ciento en los países de renta baja y media
Mientras los gobiernos de Europa y otras regiones sigan invirtiendo en una banda ancha mejor y más rápida, los mayores beneficios se deberán siempre a la prestación del acceso a internet para las personas que aún no lo tienen, la mayoría de las cuales viven en países en desarrollo y en ascenso. En realidad, los países en desarrollo pueden saltar por encima del mundo desarrollado recurriendo directamente a la banda ancha para teléfonos portátiles, con lo que no se necesitarán los caros cables de fibra óptica hasta el “último tramo” –o hasta el punto de acceso– de la red.
El uso del teléfono portátil se extiende rápidamente en los países en desarrollo, por lo que la antigua infraestructura resulta innecesaria; los servicios de datos pueden utilizar el mismo sistema. En China, tres cuartas partes de los usuarios de internet se conectan ya mediante los teléfonos portátiles; en Etiopía y Uganda, lo hacen cuatro de cada cinco.
El estudio de Auriol y Fanfalone muestra que el aumento al triple de la banda ancha para teléfonos portátiles en las regiones en desarrollo –del 21 al 60 por ciento– costará nada menos que 1,3 billones de dólares, pues hace falta una importante infraestructura suplementaria para establecer 3.000 millones de conexiones, pero también aumentará el crecimiento del PIB. En 2020, los beneficios serían casi 500.000 millones de dólares anuales y seguirían aumentando todos los años. En los próximos decenios, el beneficio total ascendería a unos 22 billones de dólares. Parece una inversión en verdad acertada.
Naturalmente, la banda ancha es una tecnología instrumental tan importante, que resulta difícil predecir sus efectos económicos plenos, que variarán según las circunstancias locales. Sin embargo, lo que el estudio Auriol-Fanfalone muestra es que el dedicado al desarrollo del acceso a internet es un dinero muy bien gastado. Se crean puestos de trabajo directamente en la organización que proporciona la red e indirectamente en la cadena de suministro. Una vez instalada, la banda ancha contribuye a la creación de más puestos de trabajo en el resto de la economía.
Aparte de los efectos directos en el crecimiento económico y en la creación de puestos de trabajo, la banda ancha puede brindar otros beneficios muy importantes a los países menos adelantados. En estos viven novecientos millones de personas y, como señala Pantelis Koutroumpis, del Imperial College de Londres, solo el 6,7 por ciento son usuarios de internet. En cambio, casi el 60 por ciento de esas personas usan un teléfono portátil. Podrían beneficiarse de la utilización de teléfonos inteligentes con adaptaciones simples aplicables a una diversidad de análisis médicos (por ejemplo, sobre la enfermedad cardiovascular, el VIH y otros patógenos o el paludismo), cuyos resultados se envían directamente a los hospitales para obtener una respuesta inmediata.
Como internet es ahora un recurso tan importante en el mundo moderno, la banda ancha ha pasado a ser una tecnología de importancia decisiva, que podría sacar a las personas de la pobreza y mejorar su salud, nutrición e instrucción. Ahora existen razones poderosas para que, cuando los gobiernos ultimen el próximo conjunto de objetivos de desarrollo mundial, el acceso a la banda ancha sea uno de ellos.
BJØRN LOMBORG
Autor de ‘El ecologista escéptico’ y compilador de ‘¿Cuánto han costado los problemas planetarios?’
© Project Syndicate
Copenhague.
icono el tiempo

DESCARGA LA APP EL TIEMPO

Personaliza, descubre e informate.

Nuestro mundo

COlombiaInternacional
BOGOTÁMedellínCALIBARRANQUILLAMÁS CIUDADES
LATINOAMÉRICAVENEZUELAEEUU Y CANADÁEUROPAÁFRICAMEDIO ORIENTEASIAOTRAS REGIONES
horóscopo

Horóscopo

Encuentra acá todos los signos del zodiaco. Tenemos para ti consejos de amor, finanzas y muchas cosas más.

Crucigrama

Crucigrama

Pon a prueba tus conocimientos con el crucigrama de EL TIEMPO