¡Hola !, Tu correo ha sido verficado. Ahora puedes elegir los Boletines que quieras recibir con la mejor información.

Bienvenido , has creado tu cuenta en EL TIEMPO. Conoce y personaliza tu perfil.

Hola Clementine el correo baxulaft@gmai.com no ha sido verificado. VERIFICAR CORREO

icon_alerta_verificacion

El correo electrónico de verificación se enviará a

Revisa tu bandeja de entrada y si no, en tu carpeta de correo no deseado.

SI, ENVIAR

Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí.

Archivo

Soy maestra cuando nadie quiere serlo

Natalia Patiño le enseña a los niños de la calle de Medellín lo que las escuelas no hacen.

Desde que tengo memoria quise ser maestra. Mi juego favorito era escuelita y una de mis tres tías maestras me llevaba siempre a fin de año a enseñarle manualidades y canciones en inglés a los niños de su colegio.
Ella trabajaba en una institución de la vereda Granizada, en el municipio de Copacabana, a media hora de Medellín. Los niños de allí vivían en un contexto muy difícil: era población de bajos recursos, la Alcaldía no había intervenido mucho y había incidencia de grupos armados. Sin embargo, yo veía lo felices que eran estudiando, como si la escuela fuera su refugio, y eso terminó de convencerme de mi vocación.
Después, mi colegio hizo un convenio con universidades alemanas para adelantar proyectos que involucraran a futuros maestros en contextos de vulnerabilidad, y yo ingresé como voluntaria hace nueve años.
Realmente no pretendíamos hacer un cambio drástico en los niños, sino entender cómo desde la educación podíamos contribuir. Con esta idea nos fuimos a varias calles de Medellín, en Barrio Triste, Prado y Santo Domingo, donde comprendimos contextos de prostitución, pobreza, drogadicción y delincuencia donde los niños tenían que moverse. Luego hicimos una intervención pedagógica y pusimos en marcha un proyecto con niñas madres para ayudarles en su proceso de embarazo y a estimular a sus bebés desde el vientre.
A raíz de eso, obtuve la Beca beca Badenwütenberg para estudiar alemán en Heidelberg, Alemania, y luego obtuvo una beca para estudiar en la Universidad Pedagógica de Berna, Suiza, en el otoño del 2013.
Desde allá pensé en un proyecto sobre cómo enseñar las matemáticas a partir de la música, tomé clases y traje materiales didácticos que hoy aplico con niños desescolarizados de la calle. Es increíble ver cómo se quedan hasta el final de las clases, sin si quiera esperar un dulce a cambio, solo conocimiento.
Ahora me encuentro en un grupo de investigación entre Colombia y Suiza en el que indagamos sobre políticas educativas de formación de maestros; tengo tres artículos científicos en revistas indexadas, soy coautora de dos libros, y lidero un proyecto de una plataforma virtual sobre educación e inclusión para maestros de toda Antioquia.
Cada día trato de reivindicar el papel de los maestros en la sociedad. Ya nadie quiere ser profesor, todos subvaloran esta profesión, pero por nuestras manos pasan los futuros médicos, ingenieros.
Por eso admiro mucho la propuesta de Mujeres Jóvenes Talento, porque rompe con ese estereotipo de que nosotras tenemos que caminar sobre una pasarela para poder ser reconocidas. Las maestras, por ejemplo, tenemos el poder de potenciar lo que será la futura sociedad.
MARIANA ESCOBAR ROLDÁN
REDACCIÓN EL TIEMPO
icono el tiempo

DESCARGA LA APP EL TIEMPO

Personaliza, descubre e informate.

Nuestro mundo

COlombiaInternacional
BOGOTÁMedellínCALIBARRANQUILLAMÁS CIUDADES
LATINOAMÉRICAVENEZUELAEEUU Y CANADÁEUROPAÁFRICAMEDIO ORIENTEASIAOTRAS REGIONES
horóscopo

Horóscopo

Encuentra acá todos los signos del zodiaco. Tenemos para ti consejos de amor, finanzas y muchas cosas más.

Crucigrama

Crucigrama

Pon a prueba tus conocimientos con el crucigrama de EL TIEMPO