El 26 de abril de 1986, los habitantes de los pueblos y ciudades cercanas a la planta nuclear de Chernóbil empezaron una guerra, pero esta vez el conflicto de estos habitantes de la entonces Unión Soviética era contra un enemigo desconocido e invencible
Pobladores de Bielorrusia y Ucrania, personas acostumbradas a la lucha armada, muchas de ellas sobrevivientes de la guerra contra Alemania, se vieron enfrentadas a un combate desigual. A un enemigo del que poco o nada sabían y al que no le podían disparar: la radiación