¡Hola !, Tu correo ha sido verficado. Ahora puedes elegir los Boletines que quieras recibir con la mejor información.

Bienvenido , has creado tu cuenta en EL TIEMPO. Conoce y personaliza tu perfil.

Hola Clementine el correo baxulaft@gmai.com no ha sido verificado. VERIFICAR CORREO

icon_alerta_verificacion

El correo electrónico de verificación se enviará a

Revisa tu bandeja de entrada y si no, en tu carpeta de correo no deseado.

SI, ENVIAR

Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí.

Archivo

Las anécdotas de Garzón contadas por su hermana y dos amigos

Marisol Garzón, Diego León Hoyos y Eduardo Arias relatan momentos curiosos y poco conocidos.

EL TIEMPO
"Jaime salía disparado y se desaparecía", por Marisol Garzón
Cuando Jaime fue alcalde de San Juan de Sumapaz, por ser la máxima autoridad tenía que, por ejemplo, si se moría alguien, ir a hacer el levantamiento del cadáver. Recuerdo que se murió un señor viejito en una vereda y a él le tocó ir. Rezó las oraciones que mi mamacita nos enseñó, le dio el pésame a la familia, puso al señor en las manos de Dios… Fue muy respetuoso. Pero cuando llegó la persona que iba a transportar el cuerpo, ese señor alzó el cadáver, lo metió a la volqueta y se fue disparado por la carretera, que no estaba pavimentada. Jaime iba en ese carro y cuando llegó, entre risa y sorpresa, dijo: 'Ese viejito debió llegar sentado con esa corredera".
***
Cuando era religiosa de las Hermanas de Nuestra Señora de la Paz, un día -después de recibir el hábito- me permitieron estar con mi familia. Llegué con un velo blanco y Jaime me preguntó si se lo prestaba para dar una vuelta a la manzana. "Como se le ocurre", le dije. Como me negué ante semejante propuesta, entonces cogió una toalla y comenzó a caminar por toda la casa, como haciendo la imitación de que él era la monjita de la familia.
***
Hay otra anécdota muy cotidiana. Uno iba caminando por la Séptima con Jaime y de pronto, salía disparado y se desaparecía. Se subía a un bus y se iba. No le decía a uno: 'Me acordé de que tengo que hacer algo', 'Hasta luego, nos vemos ahora'. Él salía corriendo y se montaba a un bus. Como en ese momento no existían los celulares, uno no podía preguntarle qué le había pasado, tocaba esperar hasta encontrárselo en la noche.
***
La moto de mi hermano Alfredo fue el primer vehículo en la familia. Jaime le pedía la moto prestada a Alfredo y le decía que ya venía, pero se desaparecía dos o tres días. Conocidos le decían a mi hermano: 'Vimos a Jaime en Girardot, Melgar, Honda –la familia de mi mamá es de allá- '. Como no había comunicación por celular, el pobre Alfredo no tenía cómo ubicarlo y era muerto de la rabia, pero cuando Jaime volvía, días después, mi hermano ya estaba tranquilo, ya se le había pasado el malgenio.
"¡Mente enferma!", por Diego León Hoyos
Mientras hicimos 'Quac, El Noticero', Jaime Garzón, el equipo de redacción y yo muchas veces fuimos a almorzar a mi casa, muy cerca del estudio de RTI en el cual se realizaba el programa, invitados por mi esposa, muy amiga de todo el equipo y además de querendona, tan buena cocinera como anfitriona.
Un día, cuando ya volvíamos al trabajo, tomamos el ascensor en el onceavo piso de mi edificio y allí se encontraba un célebre congresista costeño que acababa de salir de la cárcel tras haber sido detenido por una acusación de fraude electoral, acompañado de dos guardaespaldas.
El congresista era mi vecino. Apenas Jaime lo vio extendió sus brazos y nos empujó a todos contra un rincón del ascensor, como protegiéndonos con su propio cuerpo de una terrible amenaza.
Señalaba con gestos, con la lengua inflando, desde el interior de la boca, el cachete en dirección al congresista, y con angustia nos advertía: “¡Cuidado, Dieguito, ojo con el reloj!”, “Antonio, cuidado con la billetera”, “¡Miguel, por Dios, esconda la chequera!”.
El congresista, un hombre robusto y sanguíneo, cada vez se ponía más rojo. Cuando llegamos al primer piso ya estaba como una berenjena: púrpura de la ira. Mientras tanto, los guardaespaldas como que convulsionaban tratando de que no se les notara el ataque de risa. El político abandonó indignado el ascensor tras decir: “¡Mente enferma!”.
Así eran los comentarios de Jaime, tan repentinos que dejaban a la gente perpleja, pero tan atinados y probables que hasta los guardaespaldas se morían de la risa.
"La alegría casi infantil de Jaime", por Eduardo Arias
En febrero de 1991, cuando 'Zoociedad' llevaba cuatro meses al aire, ganó dos premios India Catalina. La programadora llevó a un grupo de integrantes del equipo a Cartagena. Jaime, al enterarse que tres personas que él consideraba importantes no iban a ir, de su propio bolsillo les pagó el pasaje de avión y el alojamiento.
En aquel momento Jaime ya era famoso, pero estaba lejos de contar con una fortuna personal. Ese gesto me mostró un rasgo del que poco se habla, pero muy importante de su personalidad: su generosidad.
En ese viaje nos alojamos en la casa de la familia Arenas, los propietarios de Cinevisión, la programadora que sacó adelante el proyecto de 'Zoociedad'. En una tarde de ocio, Jaime tomó el directorio telefónico de Cartagena y comenzó a hacer llamadas a diestra y siniestra para organizar citas.
En una de ellas se hizo pasar por Abelardo Forero Benavides y llamó al maestro Alejandro Obregón para proponerle que recibiera en su casa a Gabriel García Márquez. En otra se hizo pasar por algún cartagenero cuyo nombre ya no recuerdo para proponerle un negocio a algún De la Vega cuyo nombre encontró en el listado.
Al final nunca supimos si los interlocutores se tomaron o no en serio esas llamadas, pero lo que más recuerdo es la alegría casi infantil de Jaime al hacer esas pegas, y la facilidad que tenía para encarnar esos personajes ficticios. Uno sentía que no era Jaime sino Abelardo Forero el que estaba haciendo la llamada.
EL TIEMPO
icono el tiempo

DESCARGA LA APP EL TIEMPO

Personaliza, descubre e informate.

Nuestro mundo

COlombiaInternacional
BOGOTÁMedellínCALIBARRANQUILLAMÁS CIUDADES
LATINOAMÉRICAVENEZUELAEEUU Y CANADÁEUROPAÁFRICAMEDIO ORIENTEASIAOTRAS REGIONES
horóscopo

Horóscopo

Encuentra acá todos los signos del zodiaco. Tenemos para ti consejos de amor, finanzas y muchas cosas más.

Crucigrama

Crucigrama

Pon a prueba tus conocimientos con el crucigrama de EL TIEMPO