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Dos testigos, clave en caso contra asesinos de estudiantes

Hombre le dijo a la Fiscalía que vio cuando los sicarios recibieron la orden de matar a los jóvenes.

REDACCIÓN JUSTICIA
Ingleberto Bolaños ‘Monito’, acusado de participar en el crimen de los estudiantes de la Universidad de los Andes Margarita Gómez y Mateo Matamala, le contó a un amigo que ella “se arrodilló y le rogó que no la asesinara” y que por eso le iba a pedir a su jefe que no lo volviera encargar de matar a mujeres. (Lea: primer condenado por muerte de Mateo Matamala y Margarita Gómez).
Así lo confirmó a la Fiscalía Luis Alberto Negrete, uno de los dos testigos clave contra los sicarios que asesinaron a los jóvenes, el 10 de enero del año pasado, cuando estaban de vacaciones en la zona de manglares de San Bernardo del Viento (Córdoba). Por este crimen, el viernes fue declarado culpable Cristian David Bravo y el 14 de diciembre, un juez dará a conocer la pena que deberá pagar. (Lea: Margarita Gómez y Mateo Matamala: una historia de amor segada).
Negrete contó que el día asesinato estaba en su casa con Bravo y ‘Monito’ cuando dos mototaxistas dijeron que “en la zona de la playa estaban dos paisitas sospechosos”.
Sin pedir otra explicación, Laurentino Díaz, ‘Julián’, jefe de sicarios de ‘los Urabeños’, ordenó a Feliciano José Martínez, conocido como ‘Nariz’, que sus hombres buscaran armas y los asesinaran.
Según el testigo, a las 12:30 de ese día los sicarios salieron de la vivienda y tres horas después regresaron a contar cómo habían cometido el crimen. Relataron que a Mateo le disparó alias ‘Blanquito’ –ya capturado– y a Margarita, ‘Monito’, quien sigue prófugo.
El otro testigo es el pescador Henry Ochoa, quien ya escapó de un atentado y es protegido por las autoridades. Él le contó a la Fiscalía que el día del crimen vio a los sicarios llegando al sitio en el que se encontraban los estudiantes.
“‘Monito’ traía la pistola en la mano y cuando me vio se asustó y se la guardó en la cintura”, dijo Ochoa. Luego los vio abandonar el sitio agitados y con sangre en la ropa.
Otra de las cartas de la Fiscalía es el análisis de la unidad de perfilación criminal, que determinó aspectos como el número de sicarios que participaron en el crimen, su estatura y si eran diestros o zurdos.
Además habían planteado que Mateo fue asesinado al intentar huir, mientras que Margarita recibió los disparos arrodillada. Esa tesis de los expertos terminó siendo corroborada por uno de los testigos.
REDACCIÓN JUSTICIA
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