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Cortes

¿El mejor acuerdo posible?

Alicia Cabezudo

Alicia Cabezudo

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Alicia Cabezudo, experta en procesos de paz habla sobre las ventajas y los riesgos de este acuerdo.

Redacción El Tiempo
 Alicia Cabezudo, vicepresidenta del International Peace Bureau de Ginebra, organización internacional especialista en construcción de cultura de paz partició hace unas semanas en el foro "El desarme en Colombia más allá de un desarme bélico" que tuvo lugar en la Universidad El Bosque de Bogotá.
Cabezudo que conoce desde adentro muchos de los procesos de paz que se han hecho en el mundo habló desde su experiencia de lo que se viene para Colombia en el posconflicto y su perspectiva de este acuerdo con relación a los que se han llevado a cabo en otras latitudes.
¿Qué se le viene a Colombia encima después de la firma de la paz con las Farc?
Terminar el proceso de los acuerdos es comenzar un proceso tan largo y tan complicado como el de los acuerdos mismos y el de la guerra que es realmente establecer la paz en este país después de 50 años de guerra.
¿Cuáles son los riesgos que tiene este proceso?
El excepticismo de las personas. Que dudo, que bueno, que hubo otros acuerdos, que siguió la guerra, que no sé qué. El excepticismo en que esto no va a funcionar constituye una rueda que hace que esto no funcione. A mí me gustaría escuchar más voces de esperanza y más voces de alegría. Es decir, nos sorprende, y esto no es más que la demostración del escepticismo, de la duda, y de la propaganda en contra de los acuerdos que está basando una realidad en muchas mentiras.
Creo también que el Gobierno ha cometido graves errores, sobretodo en la comunicación de los acuerdos y en permitir muchas mentiras. No hay persona en Colombia (estoy hace 25 días en Colombia) que no me haya dicho acerca del millón ochocientos que se le va a pagar a cada guerrillero y eso no existe en el acuerdo, pero cuando las mentiras corren mucho se convierten en verdades, entonces creo que el Gobierno no ha tenido una buena propaganda, tan buena como la del no para desarrollar esta idea esperanzadora de trabajar por la paz.
Hay muchas cosas en juego por eso la gente es escéptica...
Hay que aclarar que seguramente ocurrirán falencias, problemas. Hay una fuerte corriente de opinión que ha sido contraria a estos acuerdos, nosotros lo sabemos, sostenida por un partido político, hecho que nos sorprende enormemente. Yo como profesora de pedagogía para una cultura de paz, pertenezco a la Unesco y viajo por todo el mundo es difícil responder a mis alumnos de todo el mundo y de América Latina de cómo es posible que los colombianos no quieran los acuerdos. Es difícil comprender que este proceso no sea vivido por la población como una oportunidad.
Como conocedores de la paz y la guerra, sabemos que los posconflictos, los posacuerdos son dificilísimos. Pero eso no significa anular la importancia de implementar los acuerdos. No hay paz posible si no hay fin de guerra, de la violencia directa.
Yo trabajo en Colombia desde 1999. Hay que apoyar el acuerdo desde que inicia. Hay que hacer escuchar nuestras voces en disidencia cuando no estemos de acuerdo con algunas cosas que no se hagan. Pero el acuerdo es necesario para iniciar la paz.
Usted conoce casi todos los acuerdos de paz que se han firmado en el mundo, ¿cómo es el acuerdo de Colombia en comparación con los de otros países?
No hay en la historia del mundo acuerdos como este. Este es el mejor jamás firmado en el mundo. Jamás ha habido un acuerdo en el que se contemplen tantos aspectos. Que se contemple el desarme, los desplazados, que se contemple qué se va a hacer con la tierra, con la educación, que se contemple qué se va a hacer con la justicia. Y eso los colombianos no lo saben.
Los acuerdos anteriores hablaban de desarme y fin de la guerra y sobre todo lo que se va a hacer con las armas, que es una preocupación, pero nunca tiene una perspectiva tan abarcadora sobre tantos aspectos, no existe en el mundo. Es un ejemplo. Claro, tienen que funcionar, tienen que implementarse pero partimos de una plataforma como jamás la tuvo Colombia y pasará a la historia de la paz.
La gente opina que ha sido una negociación muy larga...
Muchas personas en distintas regiones del país me dicen que los miembros del Gobierno y de las Farc que están en Cuba “que bien que lo están pasando”. Señores nunca jamás se pudo hacer un acuerdo tan rápido. Tres años no es nada, se los dice una especialista. Los israelíes y palestinos están tratando de acordar la paz hace 30 y nada que lo logran, por lo tanto sigue la guerra.
Es decir los acuerdos se han hecho en tiempo récord y lo mejor posible. No son perfectos.
Usted ha tenido la oportunidad de trabajar en Colombia con la gente más aporreada por el conflicto, ¿cómo ve que sienten ellos este acuerdo?
La gente del campo piensa que la guerra no va a terminar y que siempre va a haber grupos armados que los van a amedrentar, que no van a poder volver a sus tierras en un proceso de restitución, que las van a perder para siempre, que el Estado no es una garantía porque no lo ha sido nunca, cosa que es verdad. Entonces temen que esto no sea más que un impase y que la realidad de las condiciones materiales y físicas de su propia seguridad y su seguridad y producción económica no estén conformadas con estos acuerdos. Ese es el principal problema, es un problema de supervivencia física y económica.
Pero es un tema de no certeza de que el Estado puede cumplir todo lo que promete y en realidad eso es debido a la historia del Estado colombiano. La construcción del escepticismo está basada en una realidad. El Estado no cumplió en los acuerdos anteriores y por eso yo creo que sin desmerecer el rol del Estado ha fogoneado la continuación de la violencia. Por eso la única forma de que termine la guerra es que termine, lo que decimos en pedagogía, que terminen las raíces de la guerra y eso implica un cambio estructural en la economía y la sociedad de este país si no hay un cambio estructural las raíces de la guerra y del conflicto continúan y la posibilidad de un recrudecimiento también o de una reaparición también.
JUSTICIA
Redacción El Tiempo
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