¡Hola !, Tu correo ha sido verficado. Ahora puedes elegir los Boletines que quieras recibir con la mejor información.

Bienvenido , has creado tu cuenta en EL TIEMPO. Conoce y personaliza tu perfil.

Hola Clementine el correo baxulaft@gmai.com no ha sido verificado. VERIFICAR CORREO

icon_alerta_verificacion

El correo electrónico de verificación se enviará a

Revisa tu bandeja de entrada y si no, en tu carpeta de correo no deseado.

SI, ENVIAR

Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí.

Archivo

La gurú del porno casero y su revolucionario negocio en internet

Con MakeLoveNotPorn combate estereotipos. Sus usuarios pagan por ver la intimidad de gente común.

Cindy Gallop no se anda con rodeos. Esta vibrante publicista de 55 años, mitad británica y mitad china, se dio a conocer por una charla TED subida de tono en la que lanzó su sitio web MakeLoveNotPorn.com, con el que inicialmente buscaba hacer un paralelo de corte pedagógico entre el porno y el sexo real. Su presentación, de cuatro minutos y medio, ha sido vista en YouTube cerca de 1,3 millones de veces.
“El proyecto se derivó de mi experiencia –recuerda–. He salido por bastante tiempo con hombres jóvenes, que suelen estar entre los 20 y los 30. Hace unos siete años, empecé a enfrentarme a una serie de comportamientos sexuales que me sorprendieron y después de un tiempo comprendí de dónde venían: la completa libertad que existe para acceder a porno duro en internet, sumada a una sociedad reacia a hablar honestamente sobre sexo, hizo que la pornografía reemplazara a la educación sexual. Concluí que si eso me estaba pasando a mí, seguramente no era la única y quise hacer algo al respecto”. (Lea también: Las mujeres sí consumen porno, pero a su medida)
Hoy, admite que decidió ser bastante explícita en su miniconferencia de TED porque sabía que la audiencia joven no entendería cabalmente el asunto si no se le hablaba de manera muy directa.
La franqueza de Gallop, que vive en Nueva York desde 1998, atrajo un número de visitas al sitio que jamás anticipó y conectó a personas de todas las edades y de todo el mundo, que le escriben a diario sobre su vida íntima y sus preferencias a la hora de seleccionar pornografía, y que se confiesan como jamás lo hicieron.
Su experiencia profesional y su olfato le indicaron entonces que estaba ante una clara oportunidad de negocio. Por eso, montó el sitio MakeLoveNotPorn.tv, que ofrece videos caseros de relaciones sexuales, hechos por y para los usuarios. (Lea aquí: Rompió su PC por estar viendo porno y un portal le regaló uno nuevo)
“No es porno amateur, estamos creando una nueva categoría. Tampoco se trata de actuar, sino de capturar lo que pasa en encuentros reales –explica ella–. No somos antiporno, porque el problema no es el porno, sino la carencia de una conversación saludable sobre el sexo en el mundo en que vivimos. Nuestro eslogan es: ‘Proporno, prosexo, pro saber la diferencia’. Me divierte cuando la gente dice que el porno es sucio. De hecho, pienso lo contrario: el porno purifica el sexo, es demasiado limpio. Nunca vas a ver a una mujer haciéndolo en los días de su período o a un hombre usando condón, y si lo hace se evita a toda costa mostrar la pausa incómoda para ponérselo, lo que genera conductas nocivas, como que hombres y mujeres crean que no hay que tener relaciones durante la menstruación o que nunca se debe usar preservativo”.
Las grabaciones que los usuarios envían son vistas por un grupo especializado que, antes de subirlas a la web, se cerciora de que no vengan de productoras de pornografía. (Lea también: Actores de películas porno tendrán que usar preservativos)
Los protagonistas de cada clip se adjudican 2,5 de los 5 dólares que cuesta descargarlo (en Estados Unidos) y, una vez pagadas, las imágenes pueden verse un número ilimitado de veces durante tres semanas.
“Todo el mundo debería darse cuenta del valor de sus creaciones. Pienso que si haces algo que les da placer a otros, deberías ver un retorno financiero. Y a cuantas más personas produzcas placer, mayor debería ser el beneficio económico. Mi intención es que nuestros protagonistas sean algún día tan grandes como las estrellas de YouTube, en términos de millones de seguidores que celebren su autenticidad y su realismo, y que eso les permita recibir mucho dinero”, argumenta Gallop, quien cree que buena parte del futuro financiero se basará en generar dinero a partir del impacto positivo.
Cuando las nuevas ‘estrellas’ deciden dejar de hacer pública su intimidad, simplemente notifican a la administración del sitio web y el video es desmontado.
No es un lecho de rosas
Pero el mayor reto de este emprendimiento no es el modelo de negocio, sino su discurso. De entrada, hacer referencia a sexo o a contenido para adultos hace que MakeLoveNot Porn se quede por fuera de influyentes redes sociales como Instagram y Tumblr. “Libramos batallas a diario, porque las leyes vigentes no nos permiten abrir una cuenta bancaria, no podemos recibir fondos ni implementar formas de pago. Ni PayPal ni Amazon trabajan con nosotros. Tuvimos incluso que crear por nuestros propios medios la plataforma de distribución. Si tuviera que identificar el mayor desafío, apuntaría a la dinámica social del temor a lo que los demás piensen”, lamenta la empresaria.
“En una conferencia sobre tecnología en San Francisco, se me acercó un inversionista y me dijo que el proyecto le encantaba, que era una idea genial –añade–. Pero después de un tiempo tuvo que explicarme que no se trataba de lo que él creyera, sino de lo que cada uno de los socios y de los clientes de su firma iba a pensar”.
No obstante, hace un año dieron con otro hombre de negocios que les proporcionó el capital semilla. Así, con una inversión de dos millones de dólares, la gurú del sexo 2.0 espera constituir una empresa que, en un plazo de un lustro, genere unos 750 millones de dólares. (Lea también: En carta, actriz 'porno' pide a su futuro hijo que no vea sus videos)
De acuerdo con los planes de Gallop, en el 2020 su sitio web debería haberse convertido en una plataforma donde la gente no solo busque videos, sino en la que todos puedan sentirse tranquilos al hablar de su sexualidad, en público o con los usuarios que prefieran, de una manera en que ninguna de las redes sociales permite hacerlo en la actualidad. “Siento que tengo una responsabilidad personal, que debo tomar este tema como una causa y generar una metodología que lo haga socialmente aceptable y, en consecuencia, compartible”, confiesa.
Mientras tanto, MakeLoveNotPorn seguirá tratando de evitar la homogenización de la intimidad por causa de la pornografía industrial.
“Cuando tienes un emprendimiento que pretende cambiar el mundo, lo que hay que hacer es cambiar el mundo para que se ajuste a tu meta, no al revés. Queremos ver personas divirtiéndose y burlándose de ellas mismas, porque en la sexualidad real no hay nada más natural que la risa y la vergüenza”, sentencia la mujer que quiere revolucionar la millonaria industria del porno.
Todo comenzó en un sitio de citas
Lucinda Lee Gallop, mejor conocida como Cindy Gallop, nació en Inglaterra en 1960 y tiene ascendencia china. A los 6 años se mudó junto con su familia a Brunéi, en la isla de Borneo (Asia), y más tarde regresó a su país para cursar estudios universitarios en Oxford. Hace 13 años, cuando lideraba la agencia de publicidad BBH US, manejó la cuenta de un cliente británico cuyo negocio era una plataforma de citas en línea –cuando estos sitios eran una novedad– que quería lanzar en los Estados Unidos. Para probar el producto, todo su equipo debía usarlo, pero ella era la única soltera. Se dedicó entonces a cultivar su perfil: subir fotos, redactar una biografía y describir sus intereses. Curiosamente, muchas solicitudes que recibió provenían de hombres mucho más jóvenes que ella. Desde entonces ha preferido a los amantes menores y en sus experiencias con ellos se gestó la idea que la llevó a crear MakeLoveNotPorn.
Así paga la industria a actores profesionales
Según ‘Business Insider’, la escala de pago para las estrellas con mayor demanda funciona así: 800 dólares por escenas entre dos mujeres, 1.000 por mujer con un hombre, 1.200 o más por sexo anal y hasta 4.000 por doble penetración.
Los protagonistas del material disponible en sitios web como PornHub, Brazzers y NaughtyAmerica no reciben regalías por la cantidad de reproducciones.
El día favorito para ver porno es el lunes. Y el sábado es el día en que menos se ve.
Las búsquedas de porno gay son más populares en lugares donde la homosexualidad es ilegal, de acuerdo con Google. Paquistán encabeza la lista.
ÉRIKA MONTOYA
Para EL TIEMPO
Nueva York.
icono el tiempo

DESCARGA LA APP EL TIEMPO

Personaliza, descubre e informate.

Nuestro mundo

COlombiaInternacional
BOGOTÁMedellínCALIBARRANQUILLAMÁS CIUDADES
LATINOAMÉRICAVENEZUELAEEUU Y CANADÁEUROPAÁFRICAMEDIO ORIENTEASIAOTRAS REGIONES
horóscopo

Horóscopo

Encuentra acá todos los signos del zodiaco. Tenemos para ti consejos de amor, finanzas y muchas cosas más.

Crucigrama

Crucigrama

Pon a prueba tus conocimientos con el crucigrama de EL TIEMPO