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¿Este es el secreto para vivir sin miedo y sin estrés en Bogotá?

Una entrenadora en realización personal habla sobre el poder que, cree, tiene el ADN cuántico.

Las células tienen el poder de transformar una ciudad angustiada en una urbe con calidad de vida, asegura Ximena Duque, entrenadora en realización personal. Según ella, activar el ADN cuántico, también denominado ‘ADN basura’ –que corresponde a las secuencias del genoma que no generan una proteína–, podría eliminar el miedo y el estrés que se perciben en las calles capitalinas.
A través de música específica y una relajación profunda, las personas se sintonizan con frecuencias cerebrales alpha y así activan este ADN, explica.
(Escuche los sonidos de los que habla Duque)
En ese momento, “se enciende la luz que le permite ver el camino que está recorriendo y elegir si continúa o se desvía”. “Ya no hay miedo porque todo se ve claramente y la persona comprende que su principal propósito es ser feliz. Nada que estorbe o traumatice cabe en esa nueva vida”, argumenta.
De esa manera, aclara Duque, las personas deciden no estresarse en una fila, no pitar en un trancón, ceder el paso al peatón y no imaginar que serán atracadas.
Ximena Duque, entrenadora en realización personal.
“Cuando comprendemos que la información no está en la cabeza, sino en las células, ya no se necesita de la fuerza de voluntad, como cuando dices: ‘Hay trancón, pero no me puedo estresar, no me puedo estresar”; más bien, ahora dices: “Ok, hay trancón, me están dando tiempo para oír la música que quería. Y me relajo. Si llegué media hora tarde, comprendo que no es tarde, era la hora en la que tenía que llegar... Y tu vida comienza a fluir”.
En ese sentido, Duque insiste en que no es posible transformar esa memoria celular con voluntad. “Cuando a fuerza de voluntad intentamos cambiar un patrón adquirido, logramos con mucho esfuerzo transformar el hábito, pero el programa continúa archivado en la célula. Por eso, en el momento menos pensado, el virus vuelve a despertar. Necesitamos una altísima frecuencia para cambiar esa información directamente en nuestro ADN”.
Duque anota que el miedo atrae la inseguridad. “Tenemos miedo a que nos roben, a que nos estrellen, a llegar tarde; entonces empezamos a generar caos en la ciudad”. Precisa que es tal el estrés permanente que padecen algunas personas que, cuando están relajadas, sienten depresión ante la falta de adrenalina y euforia.
Para desafiar ese temor constante y encontrar la serenidad, la entrenadora comparte algunas claves:
- Estar en el presente. “Cuando dejas de oscilar entre el pasado y el futuro, dejas de tener resentimientos, rencores, dolores, odios y todo lo que te lleva al miedo”, dice.
- Comprender que todo lo que sucede, malo o bueno, es perfecto. “Así fluyo con el trancón y con todo lo que la sociedad me hace creer que es malo y me hace daño”.
- No juzgar, no criticar. “No preguntarnos: ‘Pero este por qué estará tan demorado, pero qué más será lo que le está diciendo al cajero, pero será que pueden habilitar otra caja’. La paciencia es la ciencia de la paz”. Duque agrega que, en vez de criticar, debe verse en el otro la parte que más gusta.
- Preguntarse: ¿para qué estás en ese lugar? “¿Para qué estoy viviendo esto? No hay casualidades. No se trata de pensar positivo forzadamente, sino de sacarle el provecho a ese momento: ¿Para qué el universo me metió en este trancón y está impidiendo que llegue?”.
- Entrar en el amor y hacer conciencia. “¿Cuáles pensamientos permito que lleguen en este momento?, ¿cuáles palabras permito que salgan de mi boca? Si la fuente de mis pensamientos, palabras, emociones y acciones están acordes con la naturaleza del amor; seguro que todo fluye. Quien genera el trancón eres tú, la trancada eres tú, no es el trancón afuera”.
El ‘ADN chatarra’ de una ciudad
Hace un par de meses, la capital de Valle del Cauca implementó la campaña ‘De Cali se habla bien’. En la iniciativa participó Duque. “Se buscaba que todos los caleños pensaran que su ciudad podía ser mejor, para comprobar que Cali puede cambiar si sus habitantes cambian de pensamientos”, anota la autora del libro ‘Indigo Ray Balancing: Transforma el miedo en amor’.
“No se trataba de pensar positivo, sino de lograr una masa crítica. Cuando en una célula, el 44 % de los electrones cambian su comportamiento, la célula completa cambia su comportamiento, sin riesgo al retroceso. Así que el solo hecho de que el 44 % de los caleños se enfoque en querer que Cali sea una ciudad modelo para la convivencia, cobra un significado de peso”, opina la entrenadora.
Dicho porcentaje, concluye Duque, es el necesario para que la información ya no tenga que ser recordada a nivel cerebral o a fuerza de voluntad. “No tenemos que hacer que el planeta completo cambie, si el 44 % empieza a hablar de amor, la Tierra cambia”.
MARÍA DEL PILAR CAMARGO CRUZ
Redacción EL TIEMPO
pilcam@eltiempo.com
En Twitter, @PilarCCruz
Fotos: Shutterstock.com
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