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Escribo mucho para escribir poco: Nelson Romero Guzmán

El ganador del Premio Nacional de Poesía de Mincultura habla de su obra y sus influencias.

CARLOS RESTREPOagosto 21 de 2015, 08:23 P.M.

El poeta tolimense Nelson Romero Guzmán apela a una paradoja para definir su proceso de creación poética: “Yo escribo mucho para escribir poco”. Por eso, acostumbra a trabajar al mismo tiempo varios libros, que le toman años de escritura.

Así le ocurrió con ‘Música lenta’, editado por la Fundación Arte es Colombia, con el que acaba de ganar el Premio Nacional de Poesía del Ministerio de Cultura, que escogió el jurado conformado por los escritores Juan Gustavo Cobo Borda, Álvaro Rodríguez Torres y Horacio Benavides (ganador de este galardón hace dos años).

“Recibo la noticia del premio con mucha sorpresa, primero por ser un premio de mucha trascendencia en la literatura colombiana y segundo por las obras que participaron y sus autores, que son muy importantes en la poesía”, le comentó a este diario Romero Guzmán, que se hace acreedor a una bolsa de 60 millones de pesos.

En su acta, el jurado anota que se trata de “un libro muy original, que mezcla diversas texturas literarias y plásticas. Recobra fantasmas como en ‘La última crónica del tren’, que nos sitúan en su comarca natal, Tolima, y en los ásperos tiempos de la violencia que vivimos”.

Precisamente, el autor -filósofo de la Universidad Santo Tomás- explica que esa música a la que alude el título, se desprende de una dura metáfora sobre nuestra realidad nacional, que le sirvió de génesis para su escritura.

“A través de ‘Música lenta’ tuve la intención de leer el país, de leer el presente de Colombia, con toda su violencia. Y utilicé aquí la metáfora de la música, pero una música que no viene tanto de ese concepto que tenemos convencional, sino de la música de la violencia, los fusiles. Es un poco la conversación con nuestro tiempo, a partir de estos instrumentos”, comenta el autor, quien nació en 1962, en la población de Ataco.

Y para tejer esta extraña sinfonía de nuestra realidad, Romero lo hace sin ningún afán, luego de escribir y romper muchos borradores. “Borges decía que la poesía solo admite la exigencia. Cuando yo publico un libro es porque realmente ya ha tenido un proceso de años. Escribo varios libros de forma simultánea, con diferentes voces, diferentes miradas y voy decantando esa palabra, que leo con los oídos, con la mente, con todos los sentidos; he logrado albergar un crítico interior que también me señala esos caminos”, anota.

Hijo de un pescador del río Saldaña, y descendiente de una familia campesina del sur del Tolima, Romero fue el único que siguió el llamado de las letras, de su adolescencia, cuando se aprendió de memoria los versos de su coterráneo ‘Martín Pomala’, seudónimo de Jesús Antonio Cruz, poeta de finales del siglo XIX.

Luego vinieron otros autores que los encantaron. “Uno en el camino va encontrando autores -dice- y también los va olvidando”. Así aparecieron voces poderosas como César Vallejo, Gonzalo Rojas, José Emilio Pacheco y otros de las tradiciones mexicanas y cubanas, que tanto admira.

Romero cuenta que cuando complementó sus conocimientos filosóficos con una maestría en Literatura de las universidades Tecnológica de Pereira y del Tolima, se decidió de lleno por la docencia que le ha traído también muchos frutos. “He hecho un descubrimiento de muchos muchachos que se sienten impulsados por la poesía y se sientan a escribir”, anota.

Este, sin duda, ha sido un año singular en la vida de este poeta tolimense. Este nuevo galardón se une al Premio Internacional de Poesía ‘Casa de las Américas’, que recibió en enero pasado con su libro inédito ‘Bajo el brillo de la luna’, y que será publicado el próximo años por esa entidad. Hace parte también de una trilogía en la que reflexionó sobre otra temática que le toca el corazón: el arte.

Romero Guzmán ha sido reconocido con Premio Nacional de Poesía Fernando Mejía Mejía (1992), el Premio Nacional de Poesía Universidad de Antioquia (1999) y el del Instituto Distrital de Cultura y Turismo de la Alcaldía de Bogotá (2007).

Es autor, entre otros, de los libros 'Días sonámbulos' (1988), 'Rumbos' (1993), 'Surgidos de la luz' (2000), 'Voy a nombrar las cosas' (2000), 'Grafías del insecto' (2005), 'La quinta del sordo' (2006) y 'Obras de mampostería' (2007). Su libro 'Surgidos de la luz' fue traducido al inglés por el poeta húngaro Andrés Berger Kiss.

CARLOS RESTREPO

Cultura y Entretenimiento

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CARLOS RESTREPOagosto 21 de 2015, 08:23 P.M.