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John Carlin, tras la sombra de Óscar Pistorius

El reconocido escritor y periodista británico hablará en el Hay Festival sobre su nuevo proyecto.

“Balanceándose sobre los muñones de sus piernas amputadas y empuñando una pistola negra de 9 mm con ambas manos, efectuó cuatro disparos a través de una puerta en el baño de la planta superior de su casa. Detrás de esa puerta había un pequeño cubículo con un retrete. En su interior había una persona”.
El momento marca el descenso al infierno de Óscar Pistorius, el atleta sin piernas más rápido del mundo; la muerte de su novia, Reeva Steenkamp y el inicio del libro Pistorius, la sombra de la verdad, del periodista John Carlin.
Autor de El factor humano, llevado al cine como Invictus y La sonrisa de Mandela, Carlin parece ligado inevitablemente a Sudáfrica, pues ha escrito sobre “los dos presos más famosos de Sudáfrica”.
Durante un año y medio, Carlin habló con más de 50 personas y el mismo Pistorious, para desdoblar la cara de este héroe convertido en villano que una noche de San Valentin disparó contra la mujer que decía amar, porque –dijo– pensó que era un ladrón.
Pistorius, la sombra de la verdad es un libro que exige ser leído contra los prejuicios y reconocer a un Pistorius que es dulce y perseverante, pero al mismo tiempo un afiebrado por las armas. Pero sobre todo obliga a preguntarse sin respiro si realmente Pistorius mató a su novia o se trató de un accidente. Carlin habló con EL TIEMPO:
Como la justicia, sabía el cómo, cuándo y quién había disparado, pero no el por qué. ¿Llegó a una conclusión?
Antes de empezar el libro estaba convencido, como los millones que seguían el caso en todo el planeta, que su historia era un cuento chino, que se había tratado de un caso de celos y que esta historia de que pensó que era un intruso en el baño era burda y poco creíble. Pero al profundizar en el personaje, llegué a la conclusión de que su historia seguía siendo poco plausible pero quizá, solo quizá, podría ser verdad. Antes de entrar en este proceso yo descartaba su versión ciento por ciento.
Y ahora, ¿qué cree que pasó realmente?
Aún no tengo claro qué fue lo que pasó esa noche, pero estoy abierto a ambas posibilidades. Aunque estoy de acuerdo en que la juez acertó al decidir que con base en las evidencias no podía concluir que él la había matado deliberadamente. La Ley no posee toda la verdad y no me voy a poner aquí como un dios a determinar categóricamente si él la mató deliberadamente o no.
¿Cómo era el Pistorius del que partió?
La idea de partida de esta historia combinaba dos elementos potentísimos: el ascenso y la caída del atleta. Las historias de deportistas siempre son variantes del mismo tema: superan grandes obstáculos y con enorme perseverancia logran sus objetivos, pero este caso no. Que le amputaran las piernas a los once meses, que a los 25 años corriera en los Olímpicos contra los hombres más rápidos del mundo es algo que supera casi la ficción, es una historia que se puede haber inventado Homero y pocos más. Y después, que tras estar en la cima de la gloria, ser una figura inspiradora para tanta gente, de repente una noche, y la de San Valentín, !por amor de Dios!, –es algo que no te lo podías inventar como ficción porque nadie lo creería– mata a su novia, una modelo bellísima, y hace añicos sus vidas.
¿Cómo evitó inclinarse por una versión?
Empecé con prejuicios muy definidos, cuando le dieron libertad bajo fianza después de la muerte de Reeva, me escandalicé. Pero hice un esfuerzo de empezar con el óleo en blanco y después de todos los testimonios que escuché, digo que no sé lo que pasó exactamente esa noche, pero sí tengo claro que la visión que tuve al escuchar la noticia sobre Pistorius como un monstruo irredento no es justa. Lo que trato es de pintar el retrato de un ser humano que lleva todo al límite.
¿Qué caras descubrió de él?
Es un personaje de novela, arquetípico. Una persona, como demuestra su carrera deportiva, con una perseverancia y ambición increíbles y por otro lado es muy vulnerable e inseguro –aunque todos tenemos algo de eso–, pero él lo lleva a extremos. Es tremendamente generoso, pero al mismo tiempo extremadamente egoísta y egocéntrico; una persona cortés, pero por otro lado sucumbe a rabias descomunales y desproporcionadas por motivos pequeñísimos.
Y un hombre marcado por su mamá...
Sí. Su papel fue convencerlo de que no tener piernas no lo limitaría en nada. Ella fue su roca y la inspiración que lo llevó a su misión imposible de correr en los Olímpicos de Londres. Pero la madre tenía un lado oscuro: bebía mucho y estaba aterrada de la posibilidad de un asalto criminal en su casa. Esa paranoia de Pistorius por ser asaltado proviene de la madre.
Y define su relación con las mujeres...
Que ella se muriera cuando él tenía 15 años fue el momento determinante de su vida, por lo menos hasta que mata a Reeva. No hay que ser Sigmund Freud para entender que esa tendencia suya de enamorarse locamente de una chica tras otra era una búsqueda de su mamá. Era posesivo y celoso porque temía que se repitiera el horror de que se fuera su mamá, la veía en cada mujer de la que se enamoraba. A Pistorius lo devoró la fama.
¿Por qué solo retrata a Reeva cuando está muy avanzado el libro?
Hablo de ella en el primer capítulo, de cómo se conocieron, pero el personaje era Pistorius. Intenté acceder a los padres de ella, pero me pidieron 50.000 dólares por una entrevista. No lo hice.
En el libro menciona la manipulación de los medios y la categorización...
Los que trabajamos en medios somos seres humanos y esta tendencia maniquea de categorizar entre víctima y villano la tiene todo el mundo, aunque la vida es más ambigua y compleja y con matices. Los medios hacemos esto porque nos sale por naturaleza, pero también porque sabemos qué es lo que el público quiere y lo que vende. Eso se ve muy claro en el caso Pistorius: mientras era el gran superhéroe y todo el mundo quería que lo fuera, lo ponían en la gloria, era lo que el público esperaba. Pero una vez que mata a Reeva, de repente, lo que el público pide es el retrato de un monstruo. Esto da reflexión para nosotros, que en vez de reforzar los prejuicios, deberíamos provocar que la gente piense dos veces sobre los temas.
Incluye en el libro la polarización en redes sociales, ¿por qué?
Twitter, en general, es como la justicia de la turba. Montones de gente que, con muy poco conocimiento, llegan a conclusiones contundentes en muchos temas. Hay millones de opiniones que la gente vomita con poquísimo conocimiento de causa.
Dice que a él le cambió el guion de su vida y a usted el del libro...
Primero escribí 40 páginas en primera persona, como un detective, pero no funcionó y decidí hacerlo como narrador omnisciente. Quise contarlo con una estructura biografía-crimen-biografía, con el juicio presente todo el tiempo como elemento de suspenso.
¿Qué representaba Pistorius para Sudáfrica?
Fue, después de Mandela, el gran héroe nacional y la figura deportiva más admirada del país, daba igual si eras blanco o negro. Nunca en la historia de la humanidad ha habido una persona discapacitada tan famosa. Pero ahora para algunos su caso representa decepción y asombro.
CATALINA OQUENDO B.
Cultura y Entretenimiento
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