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El cantautor Jorge Drexler baila en la Arenosa

El uruguayo participará en un conversatorio este viernes durante el marco del Carvanal de Artes.

CARLOS SOLANO
Las luces y las cámaras le apuntaron cuando anunciaron su nombre: “Universos paralelos... –hubo una pausa, la presentadora requirió leer detenidamente la tarjeta– Jorge Drexler featuring Anita Tijoux”. El uruguayo, médico de profesión y cancionista por vocación, un elemento extraño entre tantas figuras del pop que lo rodeaban en la gala de los Premios Grammy Latino, apenas abrió los brazos y miró desconcertado.
Así fue la escena en la última entrega del galardón (el año pasado) que otorga la industria de la música, esa que durante los años 90 veía a Drexler como un artista marginal, de nicho, hasta que llegó su álbum 'Sea' (2001) y la canción 'Al otro lado del río' (2005). Esta vez, le dio la estatuilla por grabación del año (además de la de mejor álbum de cantautor). Apenas subió al escenario, tomó el micrófono y preguntó: “¿Están seguros?”.
Superada la sorpresa y ya entrado en calor, dijo sin temer a las redundancias, o mejor, recabando en ellas: “Este disco fue grabado en Colombia y quiero dedicárselo a Colombia y a la memoria de mi abuelo que vivió sus últimos 20 años en Colombia y me enseñó a amar la música colombiana”.
Y corre con la posibilidad de repetir el próximo 8 de febrero: compite en los Grammy anglo (Mejor disco rock urbano latino).
En la mañana de este viernes, Jorge Drexler amaneció en Barranquilla, ciudad a la que fue invitado para participar en una charla sobre su música, como parte de la novena edición del Carnaval Internacional de las Artes, y el sábado se presentará en el Teatro Mayor de Bogotá, en donde cierra la gira de su álbum 'Bailar en la cueva'.
“Tengo una curiosidad enorme; me han hablado tanto del carnaval, quiero conocer la ciudad y La Cueva, ese lugar mítico donde se juntaron los grandes”, refiriéndose al Grupo de Barranquilla.
'Bailar en la cueva se grabó' en Bogotá y en Madrid, España, y contó con la participación de productores, músicos e ingenieros colombianos, todos por fuera del espectro comercial: Bomba Estéreo, Mario Galeano (Ondatrópica, Frente Cumbiero), Pedro Ojeda, Eblis Álvarez, Urian Sarmiento, entre otros.
Como productores, es decir, los primeros reconocidos por el premio a la grabación del año, aparecen Drexler, Galeano, Carles Campi Campón y Sebastián Merlín.
“Es un equipo humano de gente maravillosa y unida por el amor más puro a la música. Ninguno de los cuatro productores que firmamos esa canción a la que le dieron el premio nos dedicamos exclusivamente a la producción, y lo hacemos porque nos encanta el sonido, juntar diferentes tipos de música y experimentos, y no como una simple disciplina comercial (...). No son productores del ámbito comercial, del mainstream, que hace la música con aspiraciones puramente artísticas, eso es muy bonito, la verdad”.
Revolución
De allí, la sorpresa de haber ganado, lo que puede simbolizar una pequeña revolución, tal vez otro episodio conexo a la explosión de los independientes en todos los Grammy, que se ha visto desde hace cuatro años. Hay que aclarar que Drexler, si bien nació en la independencia –en la más profunda de todas, cuando grababa y distribuía su música en casetes caseros–, hoy publica bajo el sello Warner.
“Fui el más sorprendido, realmente no pensé que fuera a ganar uno solo (...). Si te fijas, las personas que han ganado en esta categoría años atrás siempre han sido artistas con mucha más difusión que yo y de otros circuitos (...). Estoy orgulloso de esa canción con Ana Tijoux y de Mario Galeano con un rol tan importante en ese loop de percusión de vinilo antiguo, estoy tan orgulloso. Es una de las canciones más arriesgadas en sonido, así que me tiene muy contento”.
Precisamente por eso, Drexler se sacude de las ideas anti-Grammy, de si alguien lo señala por ‘ser parte ahora del establecimiento’: “Durante mucho tiempo no fui a esos premios, tenía otra manera de ver las cosas, pero viendo lo que ha pasado en España, que ni siquiera hay un premio de la música, había uno, pero los músicos no nos lo tomábamos en serio, no votábamos, no íbamos, pues lo dejamos caer; ahora no hay siquiera un premio de la música, sí uno de cine. Cuando desapareció, dijimos ‘uy, era importante el premio’. ¿Por qué? La música gana espacios, herramientas, espacio televisivo, presencia en la sociedad; es importante para difundir nuestro trabajo”.
“Esta es una profesión de intercambio, no hay que tenerle miedo a eso (...). Por usar una tarjeta de crédito, uno no se está vendiendo al capitalismo internacional: está usando una herramienta práctica”, agrega el músico.
Por eso, Drexler permanece auténtico: “Hace 10 años fui a una ceremonia de los premios Óscar –y ganó, con la canción 'Al otro lado del río', parte de la banda sonora de la cinta 'Diarios de motocicleta'– y no sentí que cambiara mi manera de escribir canciones. Por eso, nada me lleva a pensar que estar en esto de los Grammy vaya a cambiar mi manera de escribir canciones”.
De allí, Drexler salta a definir su ser artista: “Entré en la música dejando de lado la medicina y sabiendo muy bien por qué venía a la música, el amor al género canción y lo importante y el por qué me cura escribir canciones”.
Por Alejo Durán
La inmersión en las músicas colombianas viene de la mano de percusiones, guitarras, e incluso de las formas mismas de grabación del disco.
“Fue un proceso en el cual el principal beneficiado fui yo porque tuve el privilegio de entrar más profundamente en la música de Colombia, que es un continente musical, tiene tantas músicas como paisajes y, como digo, el agradecimiento es un acto de amor hacia mi abuelo y hacia ese país que él amaba como suyo, pese a haber nacido en Uruguay, (...) a esos discos de Alejo Durán que me llevaba cuando iba a su país”.
'Bailar en la cueva' brilló también en su momento por la colaboración de un gigante de la canción en el continente: Caetano Veloso, quien participó en la canción 'Bolivia'.
También está presente el corte 'En la plegaria del paparazzo', en el que Drexler se para en el papel de un fotógrafo que tiene que vivir de esa profesión: “Habla de las fotos robadas, que no me gustan, porque te son quitadas. Por fortuna, no soy de la farándula y no tengo ese problema”.
“Me gusta la música en todas sus variables –afirmó Drexler a EL TIEMPO en 2014, antes de lanzamiento del álbum–. Me gusta tener una paleta amplia de las cosas que he ido conociendo con el paso del tiempo y usarlo todo. Puede ser una orquesta sinfónica o el loop de percusión o el sonido de un flash. Todo arranca en un lápiz y papel. Lo que me parecería raro era no aprovechar lo que uno tiene a la mano (...). Vienen a veces cosas de (John) Cage que tienen que ver con el azar. Bienvenido todo lo que venga para hacer una canción”.
En esencia, es un álbum singular en tiempos difíciles para emprender tales proyectos: “Cuando empezó a decaer la industria musical, todo el mundo dijo ‘no importa porque la música no necesita de la industria’: No es cierto –sostiene Drexler–, la decadencia de la industria musical también perjudica la música. Hoy es imposible vivir de hacer discos, siempre se tiene que tocar en vivo. A los que nos gusta tocar en vivo no es tan importante, pero hay un tipo de disco que se hacía antes y que tomaba seis meses en el estudio; esos discos ya no se hacen porque no se pueden pagar. Eso también va en detrimento de la música”.
Lo que viene
Con su concierto en Bogotá, el artista cierra el ciclo de 'Bailar en la cueva' y empieza un proceso que resulta totalmente lo contrario: del formato de octeto, pasará este semestre a un dúo con esencia electrónica.
“Estamos cerrando esta etapa de gira y por eso queríamos volver a Colombia antes de cambiar de formato. A partir de mayo empiezo una gira nueva con Luciano Supervielle, de Bajofondo Tango Club, vamos a hacer un show en formato más electrónico y minimalista. En el actual somos ocho personas en el escenario, un formato que disfruto enormemente, y el otro que aún estamos organizando, seremos solo dos personas. El polo opuesto”, sostiene Drexler.
Fuera del plan de rodar en vivo, confiesa no tener nada concreto para un siguiente álbum: “Sinceramente no hay nada, no me he puesto a pensar. Disfruto tanto de estar de gira y de conocer los lugares que no estoy pensando qué voy a hacer. Siempre he tenido la máxima libertad porque nadie me dice lo que tengo que hacer, y la voy a usar. Eso sí, seguramente no repita la mecánica”.
En dos ciudades
En bogotá cierra la promoción del disco.
Este viernes, el cantautor Jorge Drexler es el invitado al conversatorio en el Teatro Amira de la Rosa, en Barranquilla, a las 6:30 p. m., en donde dialogará con el escritor Juan Martín Fierro y el productor Mario Galeano (quien hizo parte de ‘Bailar en la cueva’). Allí también presentará sus canciones. Ingreso gratuito para quienes vayan disfrazados (el que no lleve disfraz tendrá que pagar una ‘multa’ de 80.000 pesos) hasta completar aforo.
Este sábado se presentará en el Teatro Mayor de la Biblioteca Julio Mario Santo Domingo, en Bogotá, con toda la banda. Boletas desde 35.000 hasta 220.000 pesos en Primerafila.com.co.
CARLOS SOLANO
Cultura y Entretenimien
CARLOS SOLANO
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