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¿Quién quiere un encocao de camarón munchillá?

En Alimentarte, quince cocineras del Pacífico colombiano mostrarán sus saberes ancestrales

La cocina, para las comunidades del Pacífico, va en la sangre. Dalia Mina lo puede ratificar. “Uno crece cocinando. En Yurumanguí, de donde soy, los juegos con mis amiguitas eran preparar arroz, pescado y otros alimentos. Con el tiempo, la familia lo va motivando a uno y pues se sigue”, dice.
Está en Buenaventura, a donde viaja una o dos semanas al mes. Es, además, una líder de su comunidad, que resiste y da la pelea con la palabra y la ley para que la minería ilegal no llegue a su región y no acabe con la naturaleza.
Tiene una voz fuerte y cuenta que el resto del tiempo lo pasa en Yurumanguí, una vereda de Buenaventura a cuatro horas del puerto, un poco más de la mitad por mar y el resto por el río del mismo nombre, “un paraíso del que todos se enamoran cuando lo ven y al que quieren volver”, dice.
Esta cocinera de platos ancestrales, que también es auxiliar de salud, es una de las invitadas a Alimentarte, la actividad de la fundación Corazón Verde que ayuda a las familias de los policías que han sido víctimas del conflicto armado.
Esta edición 13 de Alimentarte se llevará a cabo del 15 al 17 de agosto, y el 22 y 23 del mismo mes, en el parque El Virrey.
Mina estará con 14 cocineros más provenientes de Chocó, Valle, Cauca y Nariño, en la ‘Toma Pacífico: agárralo, pruébalo, vívelo’, una muestra gastronómica de esta zona del país que cuenta con el apoyo de Funleo (de Leonor Espinosa), el chef Rey Guerrero y el programa de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid).
Los asistentes, además de charlas sobre los saberes del Pacífico, pueden consumir platos como chúcula de plátano maduro, coco y queso costeño; jujú de langostino, sopa el silencio, locro de papachina, arroz putiao de mariscos, encocao de camarón munchillá, arroz de camarón y plátano maduro, arroz arrecho de mariscos, ceviche de mariscos del Pacífico, encocao de tollo ahumado y guiso de piangua, entre otros.
El plato de Mina es el encocao de camarón munchillá, “y el que yo preparo es el más rico de todo el Pacífico, le comento”, dice riéndose. Eso sí, no suelta nada sobre su preparación “porque son secretos de nuestra cocina y de todo lo que producimos acá”, agrega.
De hecho, dice que en el patio de su casa tiene siembra de plantas medicinales y comestibles, todo lo que necesita un plato, como poleo, orégano, cebolla… “Y el amor, que es lo más importante en la cocina”.
En la zona de Yurumanguí viven actualmente unas 3.700 familias. “En la parte alta del río es donde hacemos minería sostenible y se vive del oro; en la media, están la agricultura y el corte de madera de manera sostenible, y en la baja, la subsistencia la dan la pesca y el procesamiento de madera”.
Por supuesto, este sector del país se ha visto afectado por el conflicto armado y unas 1.300 familias fueron desplazadas de la zona. Y los líderes están amenazados. Entre ellas Mina, que viene de una familia de diez hermanos, ocho vivos con ella, pero que le apuesta a la resistencia en el territorio.
“No es solo la tierra, es el espacio de vida, donde están nuestras prácticas tradicionales, las fiestas de Semana Santa y diciembre, y la más importante, la de mediados de junio en homenaje a San Antonio de Padua. Cantamos arrullos y se hacen una pesca comunitaria y una comida para todos, deliciosa, le comento”, dice.
Pero para ella, más allá de un plato ancestral está la sabiduría y la autonomía. “Una comunidad debe producir al menos el 50 por ciento de lo que consume y aquí tenemos muchos alimentos importantes”.
Sin embargo, hay preocupación porque al menos este segundo semestre del año no habrá cosecha de chontaduro, “debido a la plaga de un cucarrón que nadie sabe de dónde llegó”.
Sobre su trabajo con Funleo, afirma que hacer los talleres los visibiliza y, también, el libro que hará Usaid con el conocimiento de cocineros de la región.
El 16 de agosto, los visitantes de Alimentarte podrán disfrutar de la sabiduría de Mina, una mujer descendiente de un palenque de desparramados, uno de los muchos que hubo en América, donde sus antepasados se concentraban para defenderse y hacer respetar su territorio y su sabiduría.
¿Dónde y cuándo?
Alimentarte. 15 a 17 de agosto, y 22 y 23 de agosto, desde las 10 a. m. Parque El Virrey, calle 82 entre carrera 11 y Autopista Norte, Bogotá. Boletas para el ingreso (vales de comida de 50.000 pesos) y para las cenas con los chefs en www. atrapalo.campanas. com.co/ restaurant-tour. Informes en: www.fundacion
corazonverde.org.
OLGA LUCÍA MARTÍNEZ ANTE
Coordinadora de Eskpe
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