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Shakespeare a la criolla / Sin telones

El pasado fin de semana pude ver la versión libre de Ricardo III del grupo El Paso, de Pereira.

ALBERTO SANABRIA
De vez en cuando me viene a la memoria la simpática anécdota que me contó un amigo hace años sobre un grupo estudiantil en un pueblo de Antioquia que montó una versión de Macbeth, en la que aparecía el espíritu de Banquo y le decía al protagonista con acento paisa “Mácbes, ¡me matastes!”, convirtiéndose en uno de los momentos más hilarantes del montaje, sobre todo porque los actores con sus disfraces y voces graves pretendían estar en las recónditas épocas del rey escocés.
El pasado fin de semana pude ver la versión libre de Ricardo III del grupo El Paso, de Pereira, que se había presentado en el Festival de Manizales de 2012 y el año pasado en el Teatro Colón y de la cual había escuchado algunos comentarios favorables. Esta vez se presentaba en el Teatro Estudio del Julio Mario Santo Domingo.
Aunque no podría decir que El Paso sea un grupo de teatro estudiantil pues lleva diez años trabajando, debo confesar que durante la representación por momentos pensé que iba a aparecer algo similar al “Mácbes, ¡me matastes!”. Cabría, pues los actores por la vía de la caricatura y la parodia convirtieron a Ricardo III en un sainete en el que la historia de Shakespeare pasó a ser una excusa para congraciarse con la galería, con números como la imitación de un expresidente colombiano echando un discurso en tono paisa.
Hay que reconocer que hay algunas exploraciones como el uso de muñecos y títeres que, a pesar de no ser virtuoso, alcanza a ser interesante pero pronto se pierde entre las voces y gestos rechinantes y sobreactuados de los actores que malogran escenas como la famosa seducción de Ricardo III a Lady Ana.
ALBERTO SANABRIA
Crítico de teatro 
ALBERTO SANABRIA
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