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Canción de la cantante paisa Rakel es himno de protestas venezolanas

'El día es hoy' ya es reconocida y apropiada por los manifestantes en el vecino país.

En Los Ángeles, dirigida por el ojo sensible de Simón Brand, la cantautora paisa grabó el video del tema que pretende convertir en un himno para hacer realidad todo tipo de sueños y que muchos venezolanos han adoptado como canción de batalla en sus protestas contra el gobierno de su país: ‘El día es hoy’.
En el atardecer de cielo azul y ese vientecito medio helado de la primavera, en la terraza de uno de los más conocidos hoteles de Los Ángeles, Rakel se acomoda las gigantescas gafas oscuras y se empuja una copa de champaña helada. Es el comienzo de la primavera y preámbulo y preparación para el inicio del rodaje del video que la tiene nerviosa. Simón Brand está al mando. Es la segunda vez que el famoso director -que por estos días no solo estrena la cinta Default, sino que además anunció que su próxima película será con la estrella Bruce Willis- acepta trabajar con la cantautora paisa.
“Nada es como lo sueñas, nada es casualidad, y el reloj siempre sigue dando vueltas. Parece una rutina, dormir y despertar; no lo es, siempre es una maravilla. El ahora es el mejor momento; si lo pierdes no se vuelve a repetir. Es tu tiempo… Mira el cielo, nunca el suelo y no cuentes las caídas; corre un riesgo por un beso, no le temas a la vida. Ese día que tanto esperas, ese día que tu mente dibujó, ese día es hoy...”
A capella, ella interpreta las estrofas que compuso a comienzos del año, en Miami, después de que su amiga Naty, su ‘hermana’ y a la que conoce desde que tenían 4 años, entrara en una crisis que la tenía aburrida: “Quiero que mis días pasen y llegue el día para ser feliz”, le contó con tristeza.
–Le dije que el día es hoy, es tu película. Si estás quejándote, el día no va a llegar. Al colgar me di cuenta de que era el tema perfecto para una canción.
Y así fue. Decidió cantarle a su amiga, “porque con música las cosas se entienden mejor que con una cantaleta”. El día es hoy, el tema con el que está lanzando su segundo álbum titulado Literatura para gatos, es un himno “para dar esperanza cuando ocurran cosas tan trascendentales como perder a un ser querido, sufrir depresión o incluso para los hinchas que quieren alentar a su equipo”.
Y así lo entendieron muchos de sus seguidores, bastantes de los cuales son venezolanos. “La compuse el 21 de enero, con Julio Reyes Copello, Jorge Luis Piloto y Joel Henríquez, diez días antes de que comenzaran las revueltas en Venezuela. Tengo muchos amigos de ese país que tuvieron que irse a vivir a otro lado, que cuando llegaron a mi casa y me contaron el dolor de ver cómo su país se caía a pedazos, lloraban más al escuchar la canción que les quería regalar. ‘Eso es lo que necesitamos’, me decían”.
Y el día que lanzó por redes el tema, hace dos semanas, muchos tuits le repetían que esa era la canción que los venezolanos necesitaban. “Había fotos de gente con pancartas en las barricadas diciendo ‘El día es hoy’”.
Rakel no oculta su felicidad, porque su ideal, ese motor que la empuja a persistir en el camino artístico, es “tocar con mi música cada vez a más gente. Aunque uno podría pensar que sería muy bueno convertirme en famosa, volverme multimillonaria o ganar un Grammy, mi misión es vivir el presente y contagiar lo bueno”.
Espiritual, mucho. Así es esta artista plástica (de la Universidad Nacional y Bellas Artes de Medellín), diseñadora de modas (de la Colegiatura Colombiana de Diseño) que tiene su propia marca de ropa -Styloide-, estudió gastronomía en Argentina y ha transitado por muchos caminos hasta, hace cuatro año, decidirse por lo que siempre estuvo en el fondo: la música. Antes de lanzarse al ruedo, Rakel había cantado con amigos en diferentes bares de Medellín y fue tanta la insistencia de sus conocidos, que aceptó escribir, componer y grabar su primer CD: Milagros orgánicos, en el que se dio la primera colaboración con Simón Brand.
–Durante una fiesta de los Latin Grammy, donde él estaba nominado por su video para Juan Luis Guerra -Bachata en Fukuoka-, me le acerqué, lo felicité y le hablé, le conté que era cantante; él me pidió material para escucharlo, lo contacté con mi mánager del momento y tiempo después me mandó decir que mi música le gustaba. Entonces grabamos el clip de Lo que respiras.
Rakel es la hija de los segundos matrimonios de sus padres. “Nací cuando ya no se usaba, cuando mis papás estaban grandes. Mi mamá tenía 46 y mi papá 62. De mi hermano me separan 19 años. Tengo sobrinos desde que nací, mi padre era muy sobreprotector -murió hace 20 años-, no dejaba que me relacionara con nadie, crecí en mucha soledad y eso acrecentó mi creatividad, porque tenía que imaginar cómo y con qué jugar. Por eso, para mí cualquier trozo de papel podía ser un mundo entero”.
En este instante, mientras elenco circula, la artista está en Nueva York, seguramente caminando por Soho con su amiga Natalia y apurando el paso para que el atardecer frente al río Hudson se pose en su cara. Vive montada en un avión y su música comienza a ser más conocida por fuera, incluso más que en Colombia. El fin de año dio muchos conciertos en Uruguay, ha cantado en Argentina y hace poco Concert Channel la escogió como uno los 20 artistas emergentes.
–Fui la única colombiana, y me grabaron un especial que pasarán durante tres años por el canal, con unas 200 reproducciones totales del programa. Eso es maravilloso, porque abre puertas y allí se evidencia quién es el artista. Es en vivo, cantando sin herramientas de producción, y es la posibilidad de demostrar cómo sueno en vivo y cómo suena mi banda.
Cuando no está en Medellín, arrunchada con Stella, su mamá, o viajando de ciudad en ciudad para llenarse de imágenes, se escapa a Los Ángeles. Allí está uno de sus refugios, donde toma clases de Cábala. “Hace varios años sufrí un robo muy grande en mi casa, en Medellín. Fui agredida físicamente y sentí mi vida al filo de la navaja. No sé por qué, pero en medio de todo me salió un amor hacia los que estaban asaltándome; sentí que no debía juzgarlos, que eran seres humanos equivocados y pedí a Dios que cuando abriera los ojos, así no tuviera nada material, me dejara la vida”.
Rakel contó su experiencia a una amiga y fue entonces que oyó hablar por primera vez de la Cábala. “Allí te explican porqué pasan todas las cosas y las entiendes para que no vuelvan a suceder. No es una religión en el sentido en el que se definen las religiones; incluso tengo allí muchos amigos que tienen prácticas católicas, musulmanas, budistas…”. Y en sus encuentros, en Los Ángeles, ha compartido clases y seminarios con figuras como Madonna y otros tantos que también creen en esta forma de ver la vida. Pero la paisa no tiene fotos, porque allí el tema de la vanidad y el ego quedan fuera. “Entendemos que no debemos ser víctimas, que cuando algo no funciona el responsable es uno mismo, que cada uno es dueño de su película, creada con sus propios pensamientos y palabras. Es el antecedente de todas las religiones, una tecnología para el alma”. Hace seis años que hace constantes viajes a Israel, pues descubrió una poderosa conexión con el hebreo y con ese país. “Es el idioma más parecido al arameo, que es el idioma de la creación”. Allá compra música, conoce compositores y artistas de diversas disciplinas. Además, adoran el español, pues son seguidores de las telenovelas colombianas y mexicanas. Y es tal su enganche, que en este álbum tiene un tema en hebreo.
Durante el rodaje, en varios lugares de la ciudad a la que tantos llegan soñando con ser famosos, Simón Brand y su equipo terminan coreando la pegajosa canción: “No todo es blanco y negro, de lo malo siempre puedes aprender. Sale el sol hasta en invierno, el ahora es el mejor momento, si se pierde no se vuelve a repetir, es tu tiempo. Mira el cielo, nunca el suelo…”
Ella está apostando por su carrera con toda; incluso superando esos momentos en los que ha querido tirar la toalla.
–Sí, lo he pensado, no es fácil. Hay muchos sacrificios personales grandes, como la estabilidad de vivir en un lugar, cerca de la familia. Me encanta viajar, pero después de tres meses quieres tu casa, tu comida... no es fácil abrirse camino, hay muchas propuestas por todos lados. En Colombia no hay mucho espacio para la música que yo hago, para mostrarla.
Cristina y los Subterráneos, Presuntos Implicados, Café Tacvba, Sui Generis, Fito Páez, Charly García… La música de los 90 es las que más la ha influenciado. Hoy, en su banda sonora personal hay mucha música de Israel, temas de Carla Bruni, Frank y Nancy Sinatra, Tony Bennett y hasta Led Zeppelin. Por estos días, imparable, también trabaja en la creación de un restaurante que abrirá en Medellín de la mano de su primo chef Juan Pablo. Se llamará Mano Calamita, palabras italianas que significan obrero e imán. “Será de cocina viajera, con métodos de preparación de distintos tipos de comida del mundo y sobre todo muy artesanal”.
Dos días intensos, esa fue la duración del rodaje del clip de El día es hoy, una historia construida con los momentos que componen un día y grabado casi a quemarropa (ver recuadro de Simón Brand). Al finalizar cada jornada, en el regreso al hotel, a Rakel la felicidad se le sale por todo el cuerpo. Una copa de champaña helada es el acompañamiento para todas las historias; pues por sobre todas las cosas es una gran conversadora, una contadora de historias. Esas que ahora está plasmando en sus canciones.
Qué dice Simón Brand...
¿Cómo nació el concepto del nuevo video de Rakel?
Es una representación literal de la canción (El día es hoy), que dice ‘vivamos el presente, vivamos el hoy’. Son situaciones diferentes de momentos mágicos. En un video no hay diálogo, entonces hay que mostrar todo con los ojos, con las emociones. La canción es como un himno; estamos creando esos momentos especiales en escenas muy cinematográficas y todo va unido a un performance de ella en diferentes lugares de Los Ángeles.
¿Piensa en el que compra el disco a la hora de ‘craneárselo’?
El video se tiene que adaptar al artista, a quién es y qué quiere, cuál es su imagen. El artista ya tiene su público y hay que conocerlo. Si estás haciendo Calle 13 no es lo mismo que Juan Luis Guerra.
¿Qué lectura hace de Rakel?
En esta nueva etapa hay una evolución mayor. Es una artista pop, pero elegante, con una onda y una muy buena producción musical. Ahora todo el equipo de producción estaba cantando la canción, se les había pegado. Creo que puede pegar bastante porque tiene ese bit moderno; está chévere.
¿Qué ha cambiado del primer video que le dirigió (‘Lo que respiras’) a este?
En este disco se nota que Rakel está tomando un camino tal vez más pop, que puede llegar a más gente. Lo bueno con ella es que me deja hacer lo que quiero, da libertad, conservando su imagen, deja el lienzo en blanco para hacer. Además estamos trabajando con un equipo muy pequeño, y así quería irme, como medio ‘guerrilla’. Incluso se llama Guerrilla Film Maker. Nos movemos en dos vans y vamos parando y filmando lo que nos encontramos.
¿Qué debe tener un artista para que Simón diga sí?
No soy nadie para segregar. Me llaman y si se juntan la disponibilidad con elementos necesarios, lo hacemos. Sobre todo cuando son colombianos, pues me encanta apoyar a los que están saliendo. Cuando a Shakira le hice su primer video no la conocían, y también cuando comencé a trabajar con Ekhymosis, con Juanes. Es bacano saber que uno está ahí con los artistas que han crecido y muy bueno saber que todavía puede hacer videos, porque mantenerse vigente es complicado. Ya no hago sino dos o tres al año, y los que hago tienen mi nombre, por eso deben ser especiales.
¿Qué tiene Rakel para crecer y llegar a donde quiere?
Lo he visto en todos los artistas con los que he trabajado, en Ricky (Martin), Enrique (Iglesias), Alejandro Fernández, en Chayanne, en Arjona… Son muy ‘camelladores’. Es trabajar y tener perseverancia, constancia, saber que habrá caídas y tendrán que levantarse. Es como cualquier trabajo y más en el negocio de la música, que cada día se pone más complicado. Es muy bueno saber que ella cree en sí misma; esa pasión se nota y es suficiente.
¿En qué se parece y en qué se diferencia un clip al cine?
Hay videos que son solamente performances, historias. Depende de lo que quiera hacer en ese momento. Cuando comencé a hacer películas -hace 10 años hice la primera-, todos los videos eran minipelículas. Era mi exigencia, pero porque quería contar historias para mostrar cuando llegara el momento de presentárselas a un productor que me preguntara si sabía contar historias. Eran historias de cuatro minutos. También buscaba probar que se podía contar una historia en tan poco tiempo.
¿Cuándo veremos ‘Default’ –su más reciente cinta– en Colombia?
Espero que en los próximos tres meses. Depende del distribuidor. Tampoco sé cuántas copias se verán.
DIEGO LEÓN GIRALDO S.
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