¡Hola !, Tu correo ha sido verficado. Ahora puedes elegir los Boletines que quieras recibir con la mejor información.

Bienvenido , has creado tu cuenta en EL TIEMPO. Conoce y personaliza tu perfil.

Hola Clementine el correo baxulaft@gmai.com no ha sido verificado. VERIFICAR CORREO

icon_alerta_verificacion

El correo electrónico de verificación se enviará a

Revisa tu bandeja de entrada y si no, en tu carpeta de correo no deseado.

SI, ENVIAR

Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí.

Congreso

El difícil aterrizaje de la Farc en la política electoral

Esta semana la Farc renunció a la candidatura presidencial por los problemas de salud de Timochenko.

Esta semana la Farc renunció a la candidatura presidencial por los problemas de salud de Timochenko.

Foto:Mauricio Dueñas / EFE

El partido de la exguerrilla llega a elecciones con 24 candidatos al Senado y 53 a la Cámara.

Aunque la participación de la Farc en las elecciones de este domingo para el Congreso no cuenta con el entusiasmo que despertó hace 28 años el arribo de la entonces recién desmovilizada guerrilla del M-19 a la contienda electoral, la incursión en la democracia del que hasta hace un año y tres meses era el grupo armado de Timochenko marca un hito en la política colombiana.
Y es así, por la larga historia de guerra que deja atrás: 53 años, y por la expectativa sobre el número de votos que obtendrán sus 24 candidatos al Senado y 53 a la Cámara (por Bogotá, Antioquia, Valle, Atlántico y Santander).
De esta manera comenzará a despejarse la incógnita que hay en el país, y quizás dentro del propio partido de la exguerrilla, frente a sus posibilidades inmediatas en la política.
Ya sin candidato en la carrera presidencial, por el retiro de Rodrigo Londoño esta semana, será la suma de votos para el Congreso la que le dará al naciente movimiento político una idea del espacio que tendrá para las elecciones regionales (de alcaldes y gobernadores) del 2019.
También el mundo político tendrá, con la votación por la Farc este domingo, alguna certeza sobre la influencia de la exguerrilla en las regiones.
Hasta ahora, todo ha sido desfavorable para la Farc. No solo en las encuestas, sino también en el terreno, hecho evidente en las agresiones a Timochenko durante sus escasas salidas de campaña.
Esto, sin contar los 50 exguerrilleros y personas de su entorno que han sido asesinados. Algunos de estos homicidios fueron producto de la intolerancia política, como el caso de los dos excombatientes asesinados en Peque (Antioquia) cuando hacían campaña por un candidato de la Farc a la Cámara por ese departamento.

De marzo de 1990 a marzo del 2018

Con todo y la tragedia del Palacio de Justicia, que marcó el declive del M-19 como guerrilla, esa organización era todavía un fenómeno político cuando entregó las armas, el 8 de marzo de 1990.
Así lo ratificaron los 80.000 votos que obtuvo ese año en las elecciones para la Alcaldía de Bogotá el máximo jefe de esa organización, Carlos Pizarro –que lo impulsaron a lanzarse como candidato presidencial– y los 20.000 que alcanzó Antonio Navarro, como candidato para la Alcaldía de Cali.
Más importante aún fue la votación que obtuvo la lista del movimiento político del M-19 en las elecciones para la Asamblea Nacional Constituyente de 1991, cuando se alzó con casi la tercera parte de las curules.
Y tras el asesinato de Pizarro, Navarro, quien asumió la candidatura presidencial, consiguió el tercer lugar en la votación (con 754.740 sufragios) después del ganador, César Gaviria, y de Álvaro Gómez.
¿Con ese referente de por medio, cuál sería un buen resultado para la Farc en las elecciones de este domingo?
“El momento político es muy distinto y no se puede comparar –afirma Antonio Navarro–. El del M-19 era el primer proceso de paz de América Latina, antes que los de El Salvador y Guatemala, y la gente nos recibió con asombro y con mucho cariño porque estábamos abriendo un camino que no parecía posible. No hubo oposición alguna”.
El hoy senador por Alianza Verde cita como muestra de la diferencia del momento histórico el hecho de que el mayor opositor actual de la Farc, Álvaro Uribe, fue en 1992 el senador ponente de la llamada ley de reindulto para los exguerrilleros del M-19, cuando el indulto quedó en el limbo por un fallo judicial.
Precisamente porque el contexto en el que la Farc aterriza en la política es muy distinto, Navarro opina que “con que hoy saque más de un voto, es suficiente”. Lo importante, agrega, es que la Farc no se devuelva al monte, como tampoco lo hizo el M-19 cuando mataron a Pizarro.
Y precisamente porque este 11 de marzo es completamente distinto al 11 de marzo de 1990, hay otro asunto que despierta expectativa, y si se quiere incertidumbre: el cara a cara que tendrán los legisladores de la Farc en el Congreso –tiene 5 curules garantizadas en el Senado y 5 en la Cámara por el acuerdo de paz– con duros opositores de los diálogos de La Habana.

Lo importante, agrega, es que la Farc no se devuelva al monte, como tampoco lo hizo el M-19 cuando mataron a Pizarro

Un escenario hostil

Hasta hoy, el ambiente para la Farc se perfila hostil.
-“Yo –afirma por ejemplo el senador del Centro Democrático Ernesto Macías, quien aspira a ser reelegido– me voy a sentir avergonzado por estar sentado en el mismo sitio con representantes de una organización criminal”.
-¿Y cómo piensa manejar esa “vergüenza” si la presencia de los senadores de la Farc no se puede cambiar porque hay que cumplir los acuerdos de paz?
-“Estamos en la obligación de reformar la constitución para que vayan a la cárcel –responde el senador Macías–. En mi caso, voy a defender la reforma que se presente para modificar y ajustar los acuerdos de paz”.
Obviamente, el Centro Democrático no será el único partido en el Congreso que los colombianos elegirán este domingo. Pero, en el mejor de los casos, los legisladores de la Farc tendrán que enfrentarse al debate de proyectos como el que plantea Macías.
Es el costo de los odios que generaron en el país las acciones más violentas de las Farc, pero no darle garantías al partido de la exguerrilla para hacer política es ir contra la oportunidad de paz que hoy tiene Colombia.
Ya la Farc, al anunciar el retiro de la candidatura presidencial de Timochenko, reclamó también por “falta de garantías”.
El nuevo Congreso será el escenario para probar si la institucionalidad democrática de Colombia es lo suficientemente sólida como para asegurar, a cualquier grupo que actúe en la legalidad, su derecho a hacer política.
MARISOL GÓMEZ GIRALDO
Editora - EL TIEMPO
margir@eltiempo.com
En Twitter: @MarisolGmezG
icono el tiempo

DESCARGA LA APP EL TIEMPO

Personaliza, descubre e informate.

Nuestro mundo

COlombiaInternacional
BOGOTÁMedellínCALIBARRANQUILLAMÁS CIUDADES
LATINOAMÉRICAVENEZUELAEEUU Y CANADÁEUROPAÁFRICAMEDIO ORIENTEASIAOTRAS REGIONES
horóscopo

Horóscopo

Encuentra acá todos los signos del zodiaco. Tenemos para ti consejos de amor, finanzas y muchas cosas más.

Crucigrama

Crucigrama

Pon a prueba tus conocimientos con el crucigrama de EL TIEMPO