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'Esta región deberá remar duro para salir de la crisis económica'

Expresidente chileno Sebastián Piñera afirma que el PIB de Colombia en paz crecería el 6 % anual.

ROLANDO LOZANO GARZÓN
Tras el Sí al plebiscito y al acuerdo de paz firmado entre el Gobierno y las Farc, a Colombia se le abriría un potencial para crecer el producto interno (PIB) a niveles del 6 por ciento anual.
Así lo afirma el expresidente de Chile (2010-2014) Sebastián Piñera, quien dialogó con EL TIEMPO durante el Caribe Biz Forum, organizado por la Cámara de Comercio de Barranquilla como un acto de celebración de los 100 años.
El economista y empresario agrega que para bien se están dando algunos cambios en los gobiernos de Latinoamérica porque los de izquierda, como Venezuela y Brasil, fracasaron, respectivamente, por la falta de democracia y por la corrupción, respectivamente.
Al referirse a la situación sociopolítica en Venezuela, afirma tajantemente que no tiene democracia, al tiempo que critica la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (Alba), pues considera que tampoco la respeta.
¿Cómo ve la situación económica actual en Latinoamérica?
Sin duda la crisis, que lleva ya dos años por el decrecimiento económico, es en gran por los precios de las materias primas, que es un componente externo.
Por segundo año, la región va a tener crecimiento negativo, y eso es una crisis.
Sin embargo, no hay que echarle la culpa al empedrado, buscando los responsables afuera.
Algunos países escogieron un camino equivocado. Por ejemplo, los del Alba son democracias que en el fondo no la respetan, que crearon sus propias crisis porque ahogaron el emprendimiento, la iniciativa privada y la imaginación de sus habitantes.
Ahora, no podemos esperar que vengan vientos favorables de la economía internacional para que nos impulsen.
Nos toca remar con esfuerzos propios para salir de la crisis.
Sin embargo, la región está reaccionando y veo con optimismo lo que pasa en países como Argentina y Perú.
En Argentina, el presidente Macri representa una visión más modesta y correcta para el destino de su país.
El presidente Pedro Pablo Kuczynski también es una esperanza para Perú.
En consecuencia, espero que el presidente Temer, en Brasil, logre sacar a su país de la crisis, producto de las malas políticas públicas de gobiernos anteriores.
¿Cómo observa el avance de la Alianza del Pacífico (México, Colombia, Perú y Chile)?
Es una iniciativa joven, bien encaminada, que se basa en los principios de democracia verdadera, de separación de poderes y respeto de los derechos humanos y la libertad de ciudadanos.
También impulsa unas economías abiertas, competitivas e integradas al mundo.
Además, defiende un compromiso muy fuerte con la equidad, de lucha contra la pobreza, por buscar una sociedad justa y de igualdad de oportunidades.
En tres años, la Alianza ha dado frutos muy fecundos, que son su mejor carta de presentación para la fortaleza en el presente y futuro.
¿Cómo ve el desenlace del proceso de paz del Gobierno con las Farc?
Con mucha esperanza, pero tenemos plena conciencia de que el 2 de octubre, cuando los colombianos deban optar por decirle Sí o No, no es el fin de un proceso. Tal vez es el comienzo de una construcción definitiva, sólida y permanente de la paz.
Como mandatario de Chile me tocó seguir este proceso desde el primer día, como país acompañante, porque así nos lo pidió el presidente Santos.
Creo que para Colombia, y si fuese su ciudadano, el camino de la paz es el mejor. Sin embargo, no es fácil ni pavimentado.
¿Hay comparación con el proceso de reconciliación que tuvo que vivir Chile tras el de la dictadura a principios de los 90?
A Chile le tocó también vivir momentos muy difíciles.
Colombia ha vivido una época de mucha convulsión, violencia, división, dolor, sufrimiento y muerte.
Lo mismo le ocurrió a Chile en la década del 80 y en la década de 70, cuando tuvo un gobierno de un presidente (Salvador Allende) que quiso establecer un régimen marxista.
Después vino el golpe militar, a través del cual se abrió la puerta a violaciones de los derechos humanos, extraordinariamente graves y reiteradas.
Sin embargo, hacia 1990 tuvimos que optar, y cuando hay periodos de tanta convulsión, violencia y desencuentro surge una demanda muy fuerte de la gente, del pueblo, por valores muy fundamentales como la verdad, la justicia, la paz y la reconciliación.
¿Cómo hizo Chile el perdón y el olvido, o eso es un imposible?
Patricio Aylwin, el primer presidente democrático en Chile después del gobierno militar, dijo una frase que en su época fue muy criticada, pero que ha ido adquiriendo nobleza y grandeza.
Él dijo: Verdad y justicia en la medida de lo posible.
Si tuviera que adecuar esa frase a la realidad actual en Colombia, diría verdad y justicia, pero sin sacrificar la paz y la reconciliación entre los colombianos.
¿Cómo cree que se debe dar la reparación a las víctimas del conflicto en Colombia?
Por supuesto que en todo acuerdo uno busca que no haya impunidad, que los responsables de crímenes atroces sean juzgados y condenados, que las víctimas sean compensadas.
Sin embargo, nunca tenemos que perder de vista que también hay que buscar la paz.
Este acuerdo, y salvo los contratos adhesión, significa negociar y que las dos partes cedan.
Uno puede decir que el acuerdo pudo ser mejor o distinto.
Creo que es mejor decir que sí, y eso le va a permitir a Colombia aprovechar su potencial.
¿Cómo puede mejorar la economía colombiana en medio de la paz?
Lleva tanto tiempo en guerra que tal vez no se sabe lo que puede significar vivir en paz.
Colombia tiene enormes riquezas y oportunidades, que si en lugar de destinar el esfuerzo a una guerra lo encauza a la paz, hay mucho potencial.
Si pudiera conquistar mayores grados de paz, porque nunca va ser perfecta ni total, va a poder aspirar a un desarrollo que tal vez ni los colombianos se imaginan.
El país puede volver a crecer a 6 por ciento anual, y va a ser un enorme avance en la lucha en contra la pobreza, por una sociedad más igualitaria y con más oportunidades.
Así, Colombia también podrá resolver tantos problemas en materia del déficit que tiene en materia de infraestructura, educación y salud.
¿Qué opinión le merece la volatilidad política en Venezuela y Brasil?
Venezuela es una tragedia a la cual la han llevado líderes con ideas y métodos equivocados, que no han respetado ni la libertad, ni la democracia ni los derechos humanos del pueblo. No hay democracia en Venezuela, digamos las cosas por su nombre.
La democracia tiene estándares, por ejemplo de separación de poderes, y en Venezuela no la hay.
¿Cómo define el momento de la relación política y económica de Colombia y Chile?
Las dos naciones siempre han sido hermanas y coinciden en lo más importante, en los valores y en los principios.
En consecuencia, a partir de eso han tenido una relación constructiva, leal, amistosa y fecunda.
Y eso es algo que se debe fortalecer y proyectar hacia el futuro.
Hoy, Colombia y Chile tienen una excelente relación en lo político, en lo social y se fortalecen con la Alianza del Pacífico.
Apoyamos a Colombia para que pueda ingresar a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (Ocde), y siempre hemos tenido una relación privilegiada.
Tengo admiración y respeto por Colombia y su pueblo.
Me privilegio de ser un verdadero amigo de sus presidentes en los últimos tiempos, y eso lo debemos cuidar y proyectar hacia el futuro.
No obstante, la relación de los dos países no se limita a lo comercial sino que a través de la Alianza del Pacífico es de libertad, de movimiento de capitales, de servicios y de libre movilización de personas.
Por ejemplo, Chile tiene altas inversiones en Colombia, y su país en el nuestro.
Por ello, son dos naciones que entienden que juntas, unidas, van a llegar lejos y van a caminar más seguras.
¿Volverá a lanzar su candidatura a la presidencia de Chile?
Podemos conversar de eso en el momento oportuno, que es el próximo año.
¿No hay ninguna decisión tomada al respecto?
Como dije, no hay nada definido sobre el tema.
ROLANDO LOZANO GARZÓN*
Redacción Economía y Negocios
* Por invitación de la Cámara de Comercio de Barranquilla.
ROLANDO LOZANO GARZÓN
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