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Empresas

Así fue como la moda llegó a los almacenes Éxito

El Grupo Éxito maneja hoy 30 marcas propias. Doce son de prendas de vestir femeninas, masculinas y para bebé. En el 2016 vendió 51 millones de unidades.

El Grupo Éxito maneja hoy 30 marcas propias. Doce son de prendas de vestir femeninas, masculinas y para bebé. En el 2016 vendió 51 millones de unidades.

Foto:Edwin Montilva / REUTERS

Ramiro Arango cuenta cómo pasaron de vender telas a confeccionar y vender prendas.

Algunas de las primeras innovaciones de la moda en Colombia nacieron en 1949 en un local de cuatro metros de ancho por cuatro de largo, en el sector de Guayaquil en Medellín, en el que se vendían retazos y telas metro a metro.
Gustavo Toro Quintero, su propietario, era de Titiribí. Y al igual que muchas familias del campo había emigrado a la ciudad a inicio de los años 40 en busca de oportunidades laborales y educativas.
Para ese entonces, Guayaquil se había establecido como el sector más grande de comercio. Allí llegaban campesinos de todas partes para vender sus cosechas y abastecerse de lo que necesitaban. Esto motivó a Toro a incursionar en el comercio textil con la apertura de su local Éxito.
Para finales de los años 60, en muchas casas disponían de máquina de coser. Las señoras compraban las telas metro a metro y elaboraban ellas mismas la ropa para toda la familia o se iban para donde la modista o el sastre y entregaban los figurines, que eran los moldes usados para copiar el diseño y confeccionar las prendas.
Incluso, muchas de las trabajadoras sexuales de Guayaquil tuvieron su máquina por donación de Toro a principios de los 70, para cuando el sector había pasado de zona rosa a zona peligrosa, debido a la apertura de bares, clubes nocturnos y prostíbulos.
Sin embargo, rápidamente se volvió más barato comprar las prendas hechas que esperar a que una modista o la señora de la casa las confeccionaran. Tan pronto llegó esto al olfato emprendedor de Gustavo Toro, llamó a sus hermanos a trabajar con él. Se trasladaron a un local más grande y empezaron a confeccionar prendas básicas como blusas de colegio, jeans y delantales con la marca Torquin, las iniciales de sus apellidos. Anualmente se llegaban a confeccionar cerca de 500.000 blusas de colegio.
Al ver que el flujo en su almacén continuaba creciendo, se abrió a nuevas posibilidades y en 1972, con apenas 21 años, fundó junto a sus hermanos y algunos directivos Didetexco, la empresa que sería la distribuidora de lo que ya confeccionaban.
Mensualmente vendían un millón de metros de tela solo en Medellín, de a metro, compitiendo con Coltejer, Fabricato y Tejicóndor las grandes fábricas de textiles del momento; así como las comercializadoras Caravana y el Ley.
Hasta entonces no había moda en las ciudades de Colombia; las telas eran sencillas como las utilizadas para producir las sábanas: popelinas, driles e índigos. A la gente solo le interesaba vestirse, sin preocuparse por el cómo.
Según Ramiro Arango, gerente de Didetexco desde hace ya 25 años, eran escépticos al tema de las tendencias, preferían las telas y prendas básicas.
La moda se intensificó solo hasta principios de los 90 cuando llegó a la presidencia de la distribuidora Gonzalo Restrepo, un enamorado de los textiles y hábil administrador.

Rompiendo paradigmas

“Gonzalo venía de manejar la empresa de jeans y ropa exterior Caribú a punta de moda y no quería que ni Luis Fernando Londoño ni yo ni los demás trabajadores de Didetexco nos pusiéramos a mirar revistas ni a pintar cositas, sino que viajáramos a las grandes ferias de moda del mundo y nos inspiráramos en las vitrinas y en las tendencias de Nueva York, París, para empezar a crear con base en el consumidor local”.
A los dos les tocó vivir de cerca los inicios de la moda en el país.
“Luis Fernando trabajaba para el Éxito como comprador de textiles y en 1989 había estado a cargo de la apertura del primer Éxito en la ciudad de Bogotá, el de la calle 80 con 68. Según me contó él, había sido tan grande la expectativa que el día de la inauguración les tumbaron la puerta”.
Arango, ingeniero civil de profesión, no tenía mucho que ver con textiles. Sin embargo también había trabajado por tres años en Caribú y gracias a eso estaba en cabeza de la dirección de producción de Didetexco.
Lo que los unía era la pasión por la moda. “Es que el que se meta con textiles se va
quedando porque es un negocio muy encarretador”.
Todo se hizo como quería Gonzalo Restrepo y empezaron a viajar para traer muestras de telas y diseños.
“Recuerdo que cuando llegó la tendencia de camisas y pantalones en algodones estampados para hombre, a finales de la década de los 80, en Didetexco fuimos los primeros en producirlos en Colombia para el Éxito.
“Gustavo Toro era muy conservador y no estaba del todo convencido con esa producción que sacamos, y nos dijo: ‘Yo los apoyo en esto... ¡Pero eh avemaría, qué cosa tan miedosa y tan fea! Si no se venden, tocará buscar a quién donárselo’ ”.
Lo cierto es que llegaron a vender en un solo almacén 40.000 pantalones de esos en un mes y con las camisas tampoco daban abasto.
Arango recuerda que a todo el que iba a Miami, cuando llegaba a Medellín, le tomaban foto para copiar la pinta. “La primera vez que las encargadas del negocio textil en ese entonces llegaron al aeropuerto local Olaya Herrera traían puestos unos pantalones capri que eran los que iban a media pierna y toda la gente las miraba como si estuviesen locas. Al mes el capri era la prenda de moda en la ciudad”.
Lo mismo sucedió con los pantalones canguro, esos a los que el tiro les llegaba a las rodillas. Los descaderados también fueron la sensación.

Traspasar fronteras

Pero Arango dice que la innovación del Éxito no ha sido solo en vestuario. También fue pionero en ropa de hogar, en manejar el concepto de juegos en ropa de hogar como sábana, sobresábana, fundas, edredón, limpión, guantes y cogeollas. “Fabricamos 50.000 edredones y en solo tres días ya estaban agotados”.
A partir de esos viajes y aplicando los estilos que veíamos, se crearon unas marcas iniciales pero sin un concepto y una filosofía muy claras de quién era el consumidor.
“Más tarde se contrató a una consultora de marca, de talla mundial y se arrancó con la creación y posicionamiento de marcas propias”.
Hoy, de 30 marcas propias que posee el Grupo Éxito, 12 son textiles: Arkitect, People, Bronzini, WKD, Coquí, Custer, Carrel, Bluss, Eventi, Abrizzi, Ama’s y Primizia y nuestro ADN se extendió a Argentina, Brasil, Uruguay, Ecuador, Francia, República Dominicana y Madagascar.
Didetexco trabaja en Colombia con 294 proveedores en ocho ciudades del país, lo que genera más de 7.000 empleos formales. Asimismo, exporta camisetas, jeans, pantalones, ropa interior, pijamas y calcetines.
En el 2016 vendió 51 millones de unidades, lo que equivale a vestir a la población de Colombia y Uruguay juntos.
“Es raro ver que un hipermercado tenga una participación tan grande en textiles a nivel nacional y mundial. Vender comestibles, seguros, tecnología en el mismo espacio no es fácil, sin embargo el Éxito lo logró”.
Arango cree que esa gloria se debe a que se respetó el ADN textil con que nació el negocio. “Tomamos la decisión de posicionar marcas propias, creímos en la industria nacional para producir, a la pasión que siempre hemos tenido los directivos, pero sobre todo, a que no nos quedamos en hacer moda sino en trabajar para que la moda llegue a todos los estratos socioeconómicos”.
El gran sueño del Éxito siempre ha sido democratizar la moda, dice el ejecutivo. El criterio empresarial es adaptar los precios al consumidor y que los colombianos tengan acceso a prendas actuales y de calidad.
Se ha puesto al alcance prendas que en las boutiques costarían millones, prendas auténticas trabajadas por grandes diseñadores aspiracionales como Hernán Zajar, Esteban Cortázar, María Luisa Ortiz, Olga Piedrahíta, Paola Dominguín (hermana de Miguel Bosé), Ágatha Ruiz de la Prada y Silvia Tcherassi.
Todo de la mano del recurso humano confeccionistas y proveedores propios. La historia textil del Exito es la historia textil del país: de las telas metro, a las últimas tendencias del mundo de la moda.
NATALY BARRIENTOS
Para EL TIEMPO
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