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Jhonathan Flórez, el 'hombre pájaro' que murió en su ley

Se lanzó al vacío en un entrenamiento en Suiza. Chocó contra la montaña y murió instantáneamente.

DEPORTES
“En la vida no se toman dudas, se hacen determinaciones”, ese fue el último mensaje que Jhonathan Flórez emitió desde su cuenta de Twitter oficial, unas horas antes de lanzarse al vacío en un ensayo con miras al Mundial de traje con alas que se realizará en China el mes de octubre, y en el que el deportista colombiano tenía fincadas las esperanzas de ganar. Pero chocó contra la montaña y fue encontrado muerto. (Lea aquí: Jhonathan Flórez, el colombiano que murió desafiando las alturas).
Jhonathan, a quien se le conocía como ‘el hombre pájaro’, estaba en Engelberg (Suiza) entrenando, buscando su mejor salto para ir a China tras la gloria, la misma que alcanzó cuando voló por encima del Cristo Corcovado de Río de Janeiro, por el desierto de La Guajira, cuando se lanzó desde el cerro de Monserrate en Bogotá y cuando se coronó campeón mundial en el 2013, precisamente en China. (Vea los mejores saltos de Jhonathan Flórez).
El viernes pasado era tranquilo para él. La idea era practicar, ensayar en busca de mejorar la técnica de los saltos. Los dos amigos de aventura se lanzaron primero y luego Jhonathan, a quien perdieron de vista. Ya en tierra, comenzaron a rastrearlo, pero no lo encontraron. (Además: Conmovedor relato de la hermana del 'hombre pájaro').
“Estaba saltando una montaña nueva, con dos amigos. Fue el último en salir. Tenía un traje nuevo. Hay varias teorías, no sabemos nada porque las cámaras de video se perdieron. Según lo que cuentan sus compañeros, al parecer, fue a coger una curva de la montaña y el traje no le dio la suficiente elevación e impactó”, señaló Karen Flórez, su hermana. Buscaron ayuda, se dirigieron a los estamentos de seguridad de la zona, quienes intensificaron la búsqueda. Minutos después, Flórez fue localizado. Lamentablemente había fallecido. “Cabe recalcar que él murió instantáneamente, no sufrió, murió haciendo lo que le gustaba”, precisó su hermana.
A pesar del momento, Karen enfatizó que él siempre les advertía que debían estar preparados para una noticia fatal, pues sabía que en cada salto arriesgaba su vida. “Siempre nos lo dijo, pero uno nunca lo está para recibir un golpe de estos”, agregó.
Este sábado, en Manizales, cuando se realizaba el Nacional de Bicicrós, hubo un minuto de silencio, lo que dice a las claras de que el país deportivo lo reconocía.
Jhonathan Flórez estaba casado con Kaci hace 3 años. Ella vive en Sacramento (California, Estados Unidos). No tenían hijos, pero sí dos perros, dos mascotas con las que se divertían. Ella, profesora de yoga, lo trataba de acompañar a casi todas partes; era su fiel compañera y apoyo.
Jhonathan Flórez junto a su esposa. (Archivo Particular).
Tenía 32 años. Nació el 3 de abril de 1983 en Medellín y desde niño se destacó porque le gustaba la aventura.
Alguna vez contó que su primer salto lo realizó a los 13 años. Lo hizo con los lanceros del Ejército colombiano, en un salto conocido en el paracaidismo como tándem (unido por medio de un arnés al instructor). Desde ese día pensó que sería un pasatiempo, pero a los 19 años me apasionó por el deporte y lo empezó a ver como una profesión.
Claro, desde ese instante buscó patrocinio, pero las puertas se le cerraron, porque practicaba una disciplina poco llamativa en el país, pero que para él era lo máximo. Su persistencia lo llevó a poner plata de su bolsillo, nunca bajó los brazos, pero hasta que empezó a conseguir triunfos pudo lograr algún apoyo.
Flórez advertía que solo el curso en paracaídas podía costar US$ 1.500, pero antes de ponerse el traje de alas se necesitaba contar con buena experiencia, “algo así como unos 200 saltos, lo que se traduce en unos US $ 5.000, sumándole que cada salto en envión cuesta US $ 25. El traje vale unos US$ 1.500 dólares”, comentó en alguna ocasión.
Coldeportes le dio la mano y en su traje de alas no solamente se destacaba el logo de la entidad, sino la bandera colombiana.
“Lo apoyamos porque consideramos que ese deporte tomaba auge y servía para promocionar al país. Varias veces le patrocinamos diferentes viajes a este muchacho, que me parecía muy alegre y le tenía mucho amor a la actividad. Es lamentable lo que ha pasado”, señaló Andrés Botero, director de Coldeportes.
Su gran hazaña la consiguió el 21 de abril del 2012. Flórez rompió 4 récords mundiales en vuelo con traje de alas. Saltó desde un avión crucero a 37.265 pies de altura a 45° bajo cero y con un tanque de oxígeno, lo que sirvió para ser incluido en el libro de los Guinness Records.
El colombiano logró con dicho salto el registro de la mayor distancia recorrida en caída libre (17,52 km), la mayor distancia en traje de alas (16,31 km), la mayor cantidad de tiempo en caída libre (9 minutos y 6 segundos) y la mayor altitud en salto con traje de alas (37.265 pies). Con estas marcas se dio a conocer en el mundo y en el país, aunque su historia comenzó a labrarla desde los 13 años.
El mejor del planeta
En octubre de 2013 se consagró como el campeón mundial, la competencia más importante del planeta en basejumping, y se convirtió en el hombre más rápido del mundo en un traje con alas.
Uno de los saltos más emblemáticos y satisfactorios para él fue el que hizo al sobrevolar el cerro de Monserrate a una velocidad de 200 kilómetros por hora y aterrizar sin ningún contratiempo. Un triunfo más.
Jhonathan Flórez. (Archivo Particular).
En enero de 2013 ingresó a la selecta lista de atletas Red Bull y superó otro reto: el vuelo encima de las líneas de Nazca, en Perú (patrimonio histórico de la humanidad) junto al atleta belga Cedric Dumont, con lo que convirtió una de las primeras personas en realizar esta proeza.
“Fue una experiencia única. Poder volar encima de ese patrimonio de la humanidad es algo muy importante por la energía, la vibración del lugar y, en general, su contexto”, le dijo a EL TIEMPO en esa ocasión.
Hoy, el país llora a ‘el hombre pájaro’, el que tuvo tantas alegrías, el que se la gozaba lanzándose desde el aire, poniendo el riesgo todos los días su vida. Nunca le hizo el quite a la muerte, siempre pregonaba que sabía que en cualquier momento podría suceder un accidente fatal, pero no le tenía miedo, al contrario, ese era su trabajo, desafiarla.
“Un segundo en el aire es una eternidad en la vida”, es la frase que aún se lee en la página oficial de Red Bull.
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