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¡Tanta Fe!: la consigna de los santafereños para ganar la Suramericana

El equipo bogotano quiere lograr este miércoles a las 7 p.m. su primer título internacional.

PABLO ROMERO
La fe para los santafereños debe ser algo parecido a una confianza ciega, indestructible, indeleble, en sus jugadores y en su club. Una fe que no solo es capaz de aguantar tropiezos, como tantas veces lo ha hecho, sino que ha ganado seguridad, se ha fortalecido por los logros recientes y se ha vuelto optimista gracias a las recompensas. Con esa fe, que es su apellido y su escudo, los cardenales afrontan el partido más importante de su historia.
¡Tanta Fe! rezan algunos hinchas, algunas banderas, en las tribunas de El Campín. Es un grito de guerra. Una doctrina. La perfecta definición para narrar el sentimiento, la ilusión intacta de una afición que ha sufrido, que ha festejado y que está a punto de alcanzar la gloria continental: el título de la Copa Suramericana, su primera corona internacional. Deben superar a ese Huracán argentino. Reducirlo, vencerlo.
Santa Fe ha tenido una temporada de mucha exigencia, pero aún tiene las manos vacías, necesita este título, ha hecho méritos para lograrlo, ha trasegado un camino arduo –así como su rival, que está invicto y que de visitante es fuerte–, pero de nada le servirá si no se queda con la Copa. El subcampeonato es anecdótico. Un registro amargo que no llega a ser consuelo.
Por eso el título es la única consigna posible en el entorno cardenal, sobre todo después de quedar eliminado en cuartos de final del torneo local. Tiene cómo alimentar el optimismo –la fe– de su hinchada. Ya demostró en Argentina que puede lograr la hazaña, porque no fue inferior a Huracán, porque no sufrió el vendaval que se esperaba, porque incluso pudo ganar de no ser por ese travesaño inoportuno y rebelde que evitó el gol de Angulo.
“El partido de Bogotá va a ser totalmente diferente, que no quede duda, no sé cómo, pero lo será”, aseguró el técnico Gerardo Pelusso, quizá anticipando que sus dirigidos, los que pudieron ganar en Argentina, serán mucho más feroces, más temibles, más certeros; pero asimismo, tal vez consciente de que su rival se juega todo y también busca su noche heroica.
Que no se confunda entonces la fe cardenal con el triunfalismo, porque seguramente, como intuye Pelusso, será una batalla más difícil, porque la serie está empatada a ceros, y si vuelven a empatar –cualquier empate– habrá alargue, y si prolongan esa angustiosa igualdad, irán a penaltis, y por eso jugarán con ese dramatismo latente asignado a todas las finales...
Este es uno de esos partidos que más requieren de los símbolos cardenales: la lucha, la garra, el coraje, ese correr incansable que promueve el talento o que compensa su ausencia, esa identidad que indica que Santa Fe no termina de ganar ni de perder hasta el final, y con esos goles que así sean sufridos e inesperados, añoran sus feligreses.
Tendrán a sus hombres principales, a los mejores guerreros. Necesitan que las armas estén afiladas: la pelota quieta, el pase filtrado, la presión, la cabalgata intrépida de los laterales, el juego que se hace impredecible, la destrucción, la concentración, el gol, la inspiración de Wilson Morelo –pueda ser que haya recuperado su esencia refundida– y, sobre todo, sus restos físicos, los que quedan, pues no hay mañana sin gloria, es el último esfuerzo de la temporada.
Es una misión compartida y seguramente en las tribunas la afición hará sus tareas: alentar sin fin, estimular a los suyos si la serie se complica, disimular la angustia inherente a su historia, a una final, al reloj. Y, claro, no perder esa fe de acero, la que le puso el pecho a la eliminación en la Liga y sigue intacta.
Este miércoles, más que nunca, el equipo y su gente deben ser una manada de leones valientes, rebeldes y capaces. Tienen de escudo a su fe, que no solo es tanta, sino que además es santa.
Alineaciones probables
Santa Fe: Robinson Zapata; Yulián Anchico, Yerry Mina, Francisco Meza, Leivy Balanta; Juan Daniel Roa, Yeisson Gordillo, Baldomero Perlaza, Luis Manuel Seijas; Wilson Morelo, Daniel Ángulo.
DT: Gerardo Pelusso.
Huracán: Marcos Díaz; José San Román, Martín Nervo, Federico Mancinelli, Luciano Balbi; Federico Vismara, Mauro Bogado; Patricio Toranzo, Daniel Montenegro, Cristian Espinoza; Ramón Ábila.
DT: Eduardo Domínguez.
PABLO ROMERO
Redactor de EL TIEMPO
En Twitter: @PabloRomeroET
PABLO ROMERO
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