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'Si no estoy jugando, no es por culpa mía': Camilo Zúñiga

En entrevista, el colombiano critica que no lo lleven ni al banco. Dice que no está lesionado.

Pablo Romero
Camilo Zúñiga hace esfuerzos para no desesperarse, pero la paciencia se le está acabando. Pasan los días, las semanas, los meses, y su equipo, el Nápoles de Italia, no lo tiene en cuenta, no lo pone a jugar, no lo lleva ni al banco de suplentes. Lo peor es que él desconoce los motivos del club, al que llegó en el 2009, en el que tiene contrato hasta el 2017 y en el que no juega desde el pasado abril.
Sus días en Italia transcurren con entrenamientos, pasa tiempo con su familia, va a restaurantes, a la iglesia. Así evita pensar en lo difíciles que han sido los últimos dos años. Primero tuvo una larga recuperación de una lesión de la rodilla derecha –le hicieron una limpieza articular–. Luego, Nápoles dejó de tenerlo en cuenta y solo lo ha puesto en tres partidos este año. Fue a la Copa América con la Selección Colombia, jugó y fue uno de los destacados del equipo, pero, al regresar al club, no le han dado más oportunidad.
Camilo Zúñiga (izq.) en uno de los duelos que tuvo con Neymar, durante la pasada Copa América. Foto: AFP
No había querido dar entrevistas. Había preferido el silencio. Pero quizá tenía un nudo en la garganta. Por eso, luego de perderse el inicio de la eliminatoria al Mundial de Rusia –en los juegos contra Perú y Uruguay–, se decidió y atendió desde Italia la llamada de EL TIEMPO. Habló con zozobra, con incertidumbres, cavilando cada respuesta. Desahogándose.
¿Qué es lo que pasa, por qué no juega en el Nápoles?
Ante todo, quiero decir que lo importante es que yo estoy bien, gracias a Dios. No tengo lesiones, quiero aclarar eso. Estoy entrenando, pero no soy tenido en cuenta por el cuerpo técnico ni por el club. Es algo muy raro que yo ni entiendo. Pero estoy bien físicamente para el momento en el que me necesiten.
¿Por qué cree entonces que no lo tienen en cuenta?
¡No lo sé! Es muy extraño lo que está pasando. Ni al banco de suplentes me llevan. No entiendo. Es cuestión del club porque el cuerpo técnico está recién llegado, eso lo entiendo.
¿Y qué le dicen?
Con el director deportivo he hablado. Ellos, como yo, están esperando el mercado de enero. Pero si la idea es que me vaya en enero, es raro que no juegue. Si quieren venderme, así nadie puede ver que estoy bien. ¡Y lo estoy! Si me quieren ceder, es más fácil si juego.
¿Ha sabido del interés de clubes como Fiorentina?
Equipos interesados creo que sí va a haber. Lo importante es que yo estoy bien, que dejé atrás las lesiones. Como siempre les he dicho en el club, denme un partido y lo verán, pero no me lo dan, quizá porque saben que después se van a complicar conmigo. Yo seguiré trabajando y dejando todo en manos de Dios.
¿Emocionalmente, cómo está con esta situación?
Cuando uno está lesionado es diferente, porque uno piensa, ‘ah bueno, trabajo seis meses para recuperarme’. Pero cuando estás bien, entrenas bien, sabes que puedes dar una mano al equipo. Saber que te hace falta hacer lo que más te gusta, eso es lo que más da rabia. Hay que estar muy fuerte de la cabeza, o de lo contrario se toman decisiones de las que uno se puede arrepentir después. Han sido meses difíciles porque no me dejan jugar, y hacen las cosas como para que me dé fastidio, eso es muy feo.
¿Lo quieren aburrir?
El comportamiento que toman es prácticamente para eso. La manera como me tratan. Es como para que uno se aburra y tome alguna decisión.
¿Cómo más lo tratan?
Respeto al cuerpo técnico, pero uno espera que te tengan en cuenta, al menos que te lleven al banco, que te hagan sentir parte del equipo, eso sería diferente; entonces uno piensa que están es buscando motivos para aburrirme. Pero, reitero, lo importante es que mi rodilla está bien y que el día de mañana en el equipo con el que firme tengo que responder. Por eso he guardado silencio, he sido respetuoso con el club. Ahora decidí hablar porque, la verdad, han pasado muchos meses y la gente pregunta, sobre todo en Colombia, pregunta por mí, y yo quiero que sepan que no estoy lesionado. Terminé la Copa América y he estado bien. Son cuestiones del club que no sé por qué pasan.
¿Quiere seguir en Italia?
Mi deseo es jugar. No digo que he tenido mala suerte, porque todo pasa por algo. Pero estos últimos dos años he tenido la lesión justo cuando venía en un nivel bueno, luego vino la para, la no continuidad. Ahora lo que quiero es eso, continuidad, es lo que necesito, y empezar de cero.
Claro, necesita competir...
Sí, retomar mi nivel. Necesito sumar partidos, llegar a un club que me respalde y me tenga confianza.
¿Cómo trascurren sus días con esta zozobra?
—Medita unos segundos, como pensando la respuesta–. Es una situación incómoda. No veo la hora de tocar el terreno y divertirme otra vez. Entreno, voy a la casa con la familia, salimos a cenar. Trato de que sea siempre un día normal. No pienso en dañarme la cabeza pensando en “no juego por esto o por lo otro”. Son cosas de Dios. Lo único que quiero es estar listo para enero. Todo pasa. Tengo que estar bien para cuando me toque.
¿Su familia qué le aconseja?
En los momentos difíciles están ahí. Es gente positiva que me anima. Ese respaldo es importante, también el de los muchachos de la Selección Colombia.
¿Y del profesor José Pékerman?
Sí, claro. Muchos del cuerpo técnico. Eso es lo bonito de la Selección, que siempre están ahí. Ellos también se preguntan por mis problemas, pero están pendientes, eso me da ánimo para no bajar los brazos.
¿Pékerman que le ha dicho?
Que lo importante es que la rodilla está bien, que estoy bien, para todos lo importante es eso porque saben que cuando me toque jugar es otro cuento, cuando me toque, así lleve meses sin hacerlo, lo doy todo. Ya me conocen.
¿Esperaba estar en la pasada convocatoria?
Mentalmente soy muy fuerte. Trabajo, independientemente de si juego o no. Cuando me llaman a la Selección es otra cosa. Lo doy todo y hago de cuenta que nunca paré, y en el terreno me divierto. No pienso en que estoy parado sino en salir en la cancha y jugar. Siempre estoy esperando la oportunidad. Por ejemplo, en estos momentos difíciles me gustaría volver, pero espero el momento. Uno tiene que estar preparado. Cuando se da la oportunidad, aprovecharla como si fuera la última.
¿Ver un partido de Colombia a la distancia cómo es?
Es muy complicado ver los partidos en TV porque uno hace más fuerza que jugando je je –por primera vez ríe, tímidamente–. Es complicado. Pero uno está mandándoles energía positiva a los muchachos. No es fácil estar en el banco, en la tribuna o a distancia, eso nunca me ha gustado.
¿Cómo le pareció el juego de Colombia en esos partidos?
He dicho desde la Copa América que esta eliminatoria va a estar más complicada. No hay rival pequeño. Las selecciones que parecían chicas ahora son difíciles. Nadie regala nada. Contra Perú fue muy complicado; contra Uruguay, igual. Pero esto está empezando, lo importante es que el país siga creyendo en nosotros y que nos respalden, juegue quien juegue.
Hubo reacciones negativas tras la derrota con Uruguay...
Todo el que sale a la cancha lo va a dar todo. Nadie quiere comerse un gol o fallar un pase o defender mal. Lo importante es el apoyo, sentir el apoyo del país. En Barranquilla, uno se transforma con ese público. Es importante que no dejen de creer en nosotros y en los jóvenes que llegan.
El ‘Pibe’ Valderrama criticó el carácter de la Selección y el del capitán Fredy Guarín. ¿Qué opina?
Sobre eso no opino, solo quiero recordar que esta Selección se fortalece por la amistad de todos; independiente de quién tenga la cinta de capitán, somos un grupo que tiene sus líderes adentro, líderes invisibles, pero es una familia en la que nosotros mismos nos decimos nuestras cosas y sabemos que manejamos estas situaciones.
¿Espera el llamado para la convocatoria que viene?
Estoy trabajando fuerte, como siempre. Si se da, bienvenido, lo daré todo. No estoy jugando, pero sería una bendición, estaría muy contento.
La Selección lo debe estar esperando…
Lo que quiero que entiendan es que estoy bien. Si no estoy jugando no es por culpa mía…
Pablo Romero
Redactor de EL TIEMPO
@PabloRomeroET
Pablo Romero
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