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Meluk le cuenta... (La lógica existe: ¡Nacional, el mejor!)

Reafirma que es el equipo más grande del fútbol colombiano. Eso es indiscutible. Irrefutable.

GABRIEL MELUK
La lógica existe: Atlético Nacional fue siempre mejor en la final contra el ecuatoriano Independiente del Valle, y fue el mejor de toda la Copa Libertadores 2016, que levantó este miércoles por segunda vez en la historia y con la que reafirma que es el equipo más grande del fútbol colombiano. Eso es indiscutible. Irrefutable.
No había que tener el cerebro de Einstein para saber que Nacional lo tenía todo para ser campeón, que era el favorito inmenso, que la lógica era que todo terminara como acabó. En el fútbol, como en la naturaleza, el grande se come al chico, el superior le gana al inferior, el fuerte derrota al débil. Simple.
Con el gol del ‘Bendito’ Borja (el gran goleador del tramo final) a los 8 minutos, Nacional ya había quebrado a un rival limitado, que, aunque por pasajes del juego controló la pelota (casi todo el segundo tiempo), no creó verdaderas opciones de gol. Nacional, con su irregularidad en el trámite del partido, con la pelota o sin ella, dándoles motivos a los cardiólogos para aumentar sus consultas, solo permitió una sola opción de gol del rival: la del ‘Tin’ Angulo, acabándose el primer tiempo. Nada más.
Los números a veces ayudan a entender el fondo de un partido de fútbol, empezando por el marcador. Pero, más allá del mínimo y engañoso 1-0 (suficiente y más que justo), en la libreta quedaron apuntadas nueve, sí, nueve oportunidades de anotar de Nacional. ¡Nueve! Eso sí.
¿Que en el fútbol solo es válido tener el balón y es la única vía para ganar? Anoche se demostró otra vez que no. El juego de anoche fue la repetición del partido en Quito de hace una semana, pero sin el golpe de suerte final de Independiente. La angustia y la tensión del segundo tiempo son naturales y entendibles en el hincha, pero Nacional controlaba defensivamente, sin la pelota, el partido y creaba opciones de gol.
Es cierto que en el gol de Borja, Henríquez estaba adelantado y que el mismo Henríquez cometió una falta para penalti empezando el juego. Pero no hay que tener un talento infinito, como el de Johann Sebastian Bach, para saber que “las finales no se juegan, se ganan”, que Nacional lo tenía todo para vencer: los jugadores, el equipo, el técnico, el fútbol, la experiencia, la jerarquía, la inteligencia y el coraje. ¿Qué pudo ser más vistoso? Sí, ¿y qué? ¡Eso ya no importa!
Nacional era el favorito inmenso frente a un rival serio, digno, pero inferior. Notoriamente inferior. La lógica existe, en el fútbol como en la vida. Nacional fue mejor siempre que su contrincante y el mejor de la Copa Libertadores, que anoche volvió a ganar, por segunda vez, de manera merecidísima.
¡Felicitaciones, su majestad!
Meluk le cuenta…
GABRIEL MELUK
Editor de Deportes
@MelukLeCuenta
GABRIEL MELUK
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