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Ahora, con mucho trabajo por hacer

Una de las mejores generaciones del fútbol colombiano fue miedosa, cobarde y timorata.

Colombia no perdió por los penaltis errados de Luis Fernando Muriel, Camilo Zúñiga y Jeison Murillo, perdió desde antes de comenzar el partido.
El entrenador José Pékerman nunca tuvo claro cómo le jugaría a Argentina. Un cambio a los 23 minutos del primer tiempo así lo dejó claro: la salida de Teófilo Gutiérrez para que ingresara Edwin Cardona.
Una de las mejores generaciones del fútbol colombiano fue miedosa, cobarde, timorata y sin ambiciones frente a un Argentina que es de un nivel fenomenal en el mediocampo para arriba, pero que del mediocampo para abajo son atacables, y así lo evidenciaron Paraguay, Uruguay y Jamaica. Sí, hasta Jamaica, pero menos Colombia.
Los penaltis fueron una prolongación de un sufrimiento que ayudaron a postergar las atajadas de David Ospina y los excelentes cierres de Murillo, incluyendo un despeje en la raya de gol.
Las ausencias de Carlos Sánchez y Edwin Valencia ya eran un trauma suficiente en la titular para hacer más. Sin embargo, el cuerpo técnico decidió incluir a Santiago Arias, de pésimo partido, y además no como lateral derecho, estuvo por la izquierda, y a eso se le suma que Falcao, nuestra insignia, el capitán, fue suplente para dar paso a Jackson Martínez. Y también jugó Víctor Ibarbo; cuatro cambios y muchos posicionales dieron como resultado un 61 por ciento de posesión de Argentina y a David Ospina como figura.
Y si se hace un análisis, desde la convocatoria hubo una falla en la principal virtud que debe tener un seleccionador, la escogencia de los jugadores.
Solo tres volantes de marca, Valencia, Sánchez y Alexánder Mejía, para un torneo en el que mínimo se iban a jugar tres partidos es muy poco, y así quedó demostrado.
Más allá de quedar por fuera en los cuartos de final de la Copa América, queda ese sinsabor de cómo se jugó; el equipo nunca se encontró, y preocupa que en menos de cuatro meses comienza la eliminatoria al Mundial.
En ese tiempo, el cuerpo técnico debe hacer un trabajo intenso; eso de llamar a los jugadores del exterior para saber cómo están no será suficiente, se necesitará trabajo de campo, y para eso es fundamental retornar a los microciclos de trabajo con los jugadores locales. Se debe tener una baraja amplia de opciones.
Siempre se dijo que la prioridad era clasificar al Mundial, algo que no se entiende, como si una cosa fuera en detrimento de la otra. Uruguay fue campeón en 2011 y clasificó a Brasil 2014.
Así como hace un año la ilusión era muy grande, ahora el trabajo que se debe hacer es mucho mayor.
Papel y lápiz…
ANDRÉS FELIPE VIVEROS BERMÚDEZ
Redactor de EL TIEMPO
@afviveros
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