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La 'corrupción creativa' se devora al país

Cuentas infladas, casas y estaciones de policía sin acabar, pérdida de material hospitalario y más.

En Colombia la corrupción creativa es imparable. Las formas como se dilapidan los recursos son cada vez más difíciles de detectar, como los enfermos mentales que los corruptos se inventaron en Sincelejo para cobrar el equivalente a los tratamientos médicos.

A esto se suma el desinterés de recuperar los dineros públicos. Por ejemplo, la Industria Militar (Indumil) pagó un contrato que nunca se ejecutó y no ha hecho lo propio por recuperar el dinero con el contratista. También, la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) no ha recibido la contraprestación que el Estado pactó desde 2010 para permitir durante 20 años el uso de la playa de Dibulla, en La Guajira, para el proyecto 'Puerto Brisa'. Todo esto y más reportó la Contraloría General de la República en su informe de gestión para el periodo 2016-2 y 2017-1.

Los faltantes que investigó la Contraloría en ese año son alarmantes: Las regalías, destinadas al desarrollo de los municipios y a la inversión en ciencia y tecnología se fueron a la caneca y la plata para los desayunos escolares se esfumó entre contratistas que cobran hasta tres veces más por el valor de un huevo.

Con los $9'669.960'000.000 reportados por la Contraloría sólo en el periodo referido, se podrían educar 3'339.372 niños y adolescentes a precios de Guainía (departmento con el costo más alto de la educación pública) durante un año.

¿A quién le importa el fenómeno de la corrupción? Parece que ni siquiera a los empresarios que generan empleo en el país. El 96% de ellos confirman que se ofrecen sobornos en el entorno de los negocios. Y que para ganar un contrato deben entregar no menos del 16% en coimas, según una encuesta adelantada por Transparencia por Colombia y la Universidad Externado de Colombia a 690 empresarios de Barranquilla, Bogotá, Bucaramanga, Cali, Ibagué, Medellín, Pereira y Tunja.

Ahora que se acercan las elecciones del nuevo Congreso de la República y Presidente, y que los candidatos justamente prometen combatir la corrupción, los pobladores de Sahagún en Córdoba auguran, desde las terrazas de sus casas, que el círculo vicioso es difícil de romper. Toda la plata que los políticos sacan del erario público, caja que proviene de los impuestos del pueblo, es la misma con la que pagan los votos cada cuatro años para ganar los comicios. Y en Sahagún sí saben lo que dicen porque allá nacieron Emilio Tapia, quien participó en el robo de la 26 en Bogotá; los senadores Musa Besaile, preso por comprar a la justicia y Bernardo 'Ñoño' Elías, procesado por el caso Odebrecht y el ex gobernador Alejandro Lyons, protagonista del más grande robo a Córdoba.

Se fue el ‘coco’ de las Farc y la corrupción creativa se aprecia en todo su esplendor: se las ingeniaron hasta para embolatar los dineros de la atención de la Ola Invernal y de los distritos de riego que necesita La Guajira y que hoy siguen sin funcionar. No sólo se enredó el tema de las viviendas de las víctimas del paramilitarismo, sino que también está enredado el de la construcción de CAIs de policía en territorios dejados por las Farc.

Según el Ministerio de Hacienda la implementación de los Acuerdos de Paz costará $130 billones en los próximos 15 años, lo que equivale a unos $8,6 billones anuales. Pues bien, sólo en el año del informe de la Contraloría se reportaron 9,6 billones en hallazgos fiscales: la corrupción se robó un billón más de lo que al año cuesta la paz.

Conozca con el siguiente interactivo los escándalos citados y otros casos emblemáticos de hallazgos fiscales reportados por la Contraloría:



Las aventuras de Coi-Man en Colombialandia

El país tiene 1.209 bolsitas de dinero repartidas en contratos y convenios para diferentes proyectos. El objetivo de Coi-Man es desaparecerlas todas.

Haga click sobre cada una para descubrir los proyectos que Coi-Man embolató y los métodos que usó.


$7.024'000.000

Ejecución Irregular de los recursos de la ola invernal
A través del Fondo Adaptación frente al Fenómeno de la Niña 2010-2011, el gobierno nacional estructuró y ejecutó proyectos de reducción del riesgo y adaptación al cambio climático. Se realizó una auditoría sobre el mismo para evaluar la gestión de los recursos frente a la Ola invernal de 2010-2011, con corte a 2015. El monto referido corresponde a los hallazgos fiscales por incumplimiento contractual, deficiencias de obra, obras abandonadas, saldos por pagar y falta de obra, entre otros.



FUENTE: Informe de gestión para el periodo 2016-2 y 2017-1 de la Contraloría General de la Nación.

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