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Arte y Teatro

Una década de Casa E, en diez escenas

El centro cultural tiene tres salas para teatro y un salón central. Borrero y Nyfeler lo fundaron el 16 de agosto del 2008.

El centro cultural tiene tres salas para teatro y un salón central. Borrero y Nyfeler lo fundaron el 16 de agosto del 2008.

Foto:Cortesía Casa E y Claudia Rubio. EL TIEMPO

El centro cultural de Alejandra Borrero y Katrin Nyfeler celebra este jueves 10 años.

Yhonathan Loaiza
Primero fue conocida como la Casa del Millón, una estructura que lograba cautivar a los transeúntes y hasta era objeto de visitas. Luego se convirtió en uno de los centros teatrales más importantes de Bogotá. Ese fue el viaje de Casa E, el centro cultural fundado por Alejandra Borrero y Katrin Nyfeler que mañana celebra su primera década de vida.
“Rompimos un paradigma: haber convertido esta casa en un teatro. Y esta casa transformó todo este barrio”, recuerda Nyfeler sobre el objetivo inicial del lugar, ubicado en el corazón del barrio La Soledad y que actualmente tiene en temporada obras como Burundanga y Pepperoni.
Para celebrar su aniversario, hacemos un repaso por sus diez momentos claves.

1. ‘Pharmakon’, su obra insigne

Después de más de 300 funciones, Alejandra Borrero dice que todavía no le ha sacado todo el jugo a este monólogo de Carlos Mayolo, en el que encarna al fallecido cineasta. “Katrin conseguía el público en Carulla y les decía que en el teatro les regalábamos la boleta y les guardábamos el mercado. No ganábamos un peso, pero venían 15 personas y yo salía feliz”, recuerda Borrero sobre las primeras funciones.
Alejandra Borrero regresa con el monólogo 'Pharmakon', en el que se mete en la piel del cineasta Carlos Mayolo para retratar los últimos días de su vida. Casa E. Miércoles y jueves, 8 p. m. Viernes y sábados, 8 p. m. y 10 p. m. Carrera 24 n.° 41–69. Informes: 744-0422. Boletas: 65.000 pesos.

Alejandra Borrero regresa con el monólogo 'Pharmakon', en el que se mete en la piel del cineasta Carlos Mayolo para retratar los últimos días de su vida. Casa E. Miércoles y jueves, 8 p. m. Viernes y sábados, 8 p. m. y 10 p. m. Carrera 24 n.° 41–69. Informes: 744-0422. Boletas: 65.000 pesos.

Foto:Cortesía Casa E

2. El trabajo social de ‘Ni con el pétalo de una rosa’

A la par de Casa E nació ‘Ni con el pétalo de una rosa’, que empezó como una campaña contra la violencia de género y se inauguró con la obra A la sombra del volcán, que hablaba sobre el abuso sexual infantil. “Ha tenido todo un trabajo artístico, pero también pedagógico, con poblaciones, con víctimas. Nos ha llevado por un mundo increíble, y yo creo que ‘Ni con el pétalo de una rosa’ nos hace únicos”, dice Borrero.
El 25 de noviembre es el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.

El 25 de noviembre es el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.

Foto:Cortesía del Festival Ni con el pétalo de una rosa

3. ‘Habitación 3.3.3.’, laberinto de la mente

Una de las apuestas más difíciles de esta década fue este montaje, dividido en tres recorridos y dirigido por Jorge Hugo Marín, Tino Fernández y Manolo Orjuela. La complejidad también saltaba a lo sicológico, ya que la historia se centraba en la esquizofrenia de Leonor, encarnada por Borrero. La producción requería de una cuidada coreografía logística, pues los tres recorridos se presentaban en simultáneo.

4. ‘Victus’, escenario para la reconciliación

En este laboratorio artístico trabajaron de la mano cerca de 20 protagonistas del conflicto colombiano, entre víctimas, excombatientes de las Farc y los paramilitares y exintegrantes de las fuerzas del Estado. El resultado fue un emotivo y recursivo montaje, en el que el mensaje era la reconciliación. “Yo quisiera dedicar una gran parte del esfuerzo de esta casa a que Victus se mueva por Colombia”, dice Borrero.
En la pieza participan personas que vivieron la violencia desde todos los ámbitos y cuentan historias sobre reclutamiento, combates y abortos forzados.

En la pieza participan personas que vivieron la violencia desde todos los ámbitos y cuentan historias sobre reclutamiento, combates y abortos forzados.

Foto:Claudia Rubio / EL TIEMPO

5. Plataforma para nuevos nombres

“Nosotros hicimos un ejercicio muy juicioso antes de abrir y nos definimos como una plataforma para los nuevos artistas”, cuenta Nyfeler sobre la filosofía de Casa E. Fue así como por sus salas pasaron nuevos creadores como Johan Velandia, Carolina Mejía y Juan Carlos Mazo, y además se mostraron trabajos de experimentados artistas como Manolo Orjuela y Jorge Mario Escobar.

6. Un salón para cabaret

Con el salón central como epicentro, Casa E empezó a estrenar varios montajes de cabaret, comenzado con A 2.50 la cuba libre. “Esto le dio ese sentido que también tiene la casa de entretenimiento y lugar de encuentro, que se volvió tan importante”, dice Nyfeler sobre la apuesta por este lenguaje, gracias a la que nacieron montajes de gran nivel como 'Martini Blues Cabaret'.
'Martini Blues Cabaret' se montó junto a la compañía L'Explose y fue protagonizada por Natalia Bedoya.

'Martini Blues Cabaret' se montó junto a la compañía L'Explose y fue protagonizada por Natalia Bedoya.

Foto:Cortesía Casa E

7. Mil actores en escena recitando ‘Hamlet’

A finales del 2013, y con la meta de cambiar su nombre de Casa Ensamble a Casa E, el centro cultural se arriesgó a convocar a mil actores para que recitarán el monólogo de ‘Ser o no ser’ de 'Hamlet'. Fue un día de trabajo para presentar una función única para solo dos espectadores: Julio Medina y Martina Toro. “Supimos que hubiéramos podido batir el récord Guinness, pero no alcanzamos a hacer el trámite”, recuerdan.

8. Un ‘multiplex’ del teatro

Luego de abrir la sala Mayolo, Casa E inauguró la sala Buenaventura y habilitó el salón central. Más adelante, se sumó la sala Arlequín, el espacio más grande, consolidando el concepto del multiplex teatral. “Al principio fue muy difícil, porque era pensarse como los cines, donde todo está en un solo lugar, todos los días, todas las artes”, dice Nyfeler.

9. Labios rojos contra la violencia de género

En el Festival Ni con el Pétalo de una Rosa, Casa E hizo la invitación de que los hombres se pintaran los labios de rojo, como una protesta contra la violencia hacia las mujeres. “Tenía un carácter performático, con una sola acción se rompían un montón de paradigmas, que para los hombres eran dificilísimos”, dice Borrero.
En el marco del festival, Borrero presentará la obra ‘Ella en Shakespeare’ el 24 de noviembre.

En el marco del festival, Borrero presentará la obra ‘Ella en Shakespeare’ el 24 de noviembre.

Foto:Claudia Rubio / EL TIEMPO

10. Microteatro, funciones de 15 minutos

Una de las grandes apuestas de este centro cultural fueron las temporadas de microteatro, que presentaban en simultánea siete piezas de 15 minutos. “Posicionó mucho la casa, a los artistas les dio unas posibilidades alucinantes”, dice Borrero sobre el formato, que superó las 15.000 funciones.
YHONATAN LOAIZA GRISALES
EL TIEMPO
En Twitter: @YhoLoaiza
Yhonathan Loaiza
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