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La frustración de los jóvenes indígenas del Vaupés

El documental 'La selva inflada' expone el fuerte choque cultural vivido en el departamento.

JOSÉ DARÍO PUENTES RAMOS
José Eugenio, Leonel, Gilberto, Édison y Alcy crecieron en la selva. Ninguno supera los 25 años. Pertenecen a distintas comunidades indígenas repartidas por el Vaupés, en pleno corazón de la Amazonia colombiana, y no conocen más allá de las fronteras de la región.
Siendo aún niños, ingresaron al internado José Eustasio Rivera, en la pequeña ciudad de Mitú, para aprender los conocimientos esenciales que exige el mundo contemporáneo. Sin embargo, ese mundo apenas se construye a su alrededor, y lo más parecido a la modernidad queda a cientos de kilómetros de sus hogares.
Estos cinco jóvenes son los protagonistas de ‘La selva inflada’, el primer documental del realizador bogotano Alejandro Naranjo. Es una película coproducida entre las productoras DirtyMacDocs, de Colombia; Tourmalet Films, de España, y Señal Colombia.
El documental muestra cómo los indígenas que deciden estudiar reciben una educación totalmente incompatible con la realidad que viven: un Vaupés donde escasean las ofertas laborales y los cupos para ingresar a una universidad, pero donde hay muchas necesidades.
Al graduarse, estos jóvenes sufren de frustración y desilusión, pues las expectativas con las que salieron del internado no se cumplen. “Por más indígenas que sean, estos ‘pelados’ están buscando lo que cualquiera busca a los 20 años: ubicarse, emprender un proyecto de vida, ennoviarse, disfrutar de la vida… Cosas propias de esa edad”, explica Naranjo.
Estos jóvenes sufren de frustración y desilusión, pues las expectativas con las que salieron del internado no se cumplen. Foto: DirtyMacDocs
Para captar los retratos de la frustración, el director siguió a estos estudiantes indígenas en su cotidianidad. Los acompañó durante algunas clases, partidos de fútbol o mientras compraban desodorante y gel para el cabello, a pesar de tener poco dinero. Logró entrevistarlos en la intimidad del dormitorio que compartían, donde descansaban sobre hamacas.
Con el equipo grabábamos los últimos días de clases de los muchachos entre 2011 y 2013. Lo que me interesaba era ver qué pasaba después de que se graduaban. Los seguimos durante esos tres años”, cuenta Naranjo sobre el proceso de realización del documental.
‘Suicidios indígenas espantan al Vaupés’
Naranjo llegó a la temática de la película por medio de una noticia de EL TIEMPO. El 9 de agosto de 2009 el periódico publicó: 'Suicidios indígenas espantan al Vaupés; en cuatro años, 24 jóvenes se han ahorcado'. En la nota periodística se informaba sobre el aumento de los suicidios en el departamento y las posibles causas que los estaban originando.
La creencia popular le atribuye la ola suicida a la maldición de un payé, líder espiritual de los indígenas, que adolorido por la salvaje violación y asesinato de una de sus hijas dijo que en Mitú habría 25 ahorcados; sin embargo, psicólogos, trabajadores sociales, la curia, la Alcaldía y demás autoridades señalan de la situación al proceso de aculturación”, dice el informe.
Al cineasta bogotano lo inquietó la noticia y comenzó a investigar el tema antes de desarrollar la idea principal del documental. De la pesquisa salieron dos hallazgos: el primero, que en el departamento no había un registro oficial de suicidios anterior a 2002; el segundo, que los expertos consultados por el periodista de EL TIEMPO pueden estar en lo cierto.
El proceso de colonización en el Vaupés –que fue más acelerado en comparación con otras regiones de la Amazonia colombiana– rompió con el estilo de vida de las comunidades indígenas, tradicionalmente dependientes de lo que produce la selva.
“Estos pelados están en una brecha entre dos mundos. Pero ¿por qué? El Vaupés estuvo aislado por el conflicto armado por muchos años. Es desde la toma a Mitú por parte de las Farc en 1998 cuando el Estado empieza a hacer presencia y consigo llega la modernidad. Por eso esta generación sufre de frente un choque cultural muy fuerte, algo que nosotros no tenemos presente”, afirma Naranjo.
Si bien llama más la atención tratar de descifrar con el documental las verdaderas causas de los suicidios, el propósito de Naranjo es exponer los problemas que viven los jóvenes indígenas del Vaupés. “Lo que me interesa es que el público se lleve la desilusión y tristeza de los muchachos. El suicidio es una consecuencia extrema y la excusa para empezar a reflexionar”.
El proceso de colonización en el Vaupés rompió con el estilo de vida de las comunidades indígenas. Foto: DirtyMacDocs
La ONG Sinergias –una de las fuentes consultadas por el director– ha estudiado y recopilado información sobre los suicidios en la selva. Entre 2008 y 2015 registró 151 casos en el Vaupés. De esa cifra, el 95 por ciento corresponde a indígenas y el 5 por ciento, a mestizos y colonos.
“Las causas de este fenómeno son múltiples. Una de ellas es algo que los antropólogos llaman ‘aculturación y deculturación’, que ocurre cuando una cultura entra en otra y provoca la pérdida de ciertas costumbres”, aclara Pablo Martínez, miembro de la organización.
Otra de las causas, explica Martínez, la encontraron al hacer un trabajo comparativo entre los registros del Vaupés y otras zonas con presencia indígena. “Vemos que en el Vaupés se suicidan más hombres indígenas jóvenes. A la edad en que toman esa decisión –la mayoría son veinteañeros– deben estar en proceso de conformar una familia, según dictan sus culturas. Pero al no tener una pareja ni recursos económicos se suicidan”.
Mostrando la nueva selva
La actual generación de indígenas que crece en Mitú aún conserva las tradiciones de sus etnias, pero distan bastante de sus padres y ancestros. En el documental se ve a los jóvenes escuchar reguetón, cortarse el cabello como las figuras que aparecen en los medios y beber alcohol.
“No se les puede encasillar en la total ancestralidad. Eso lo empecé a ver cuando empecé a trabajar en la película. Al inicio tenía la dicotomía entre ciudad y selva, pero me di cuenta de que hay una gran escala de grises”, comenta Naranjo.
Esa nueva selva que retrata la película ya se ha exhibido fuera de Colombia en 2015. ‘La selva inflada’ se proyectó en los festivales de cine de Oaxaca (México) y Valladolid (España), así como también en el Festival de Latinoamericano de Finlandia.
Este año ya fue proyectada en Mitú ante los jóvenes que aparecen en la cinta, sus familias y las comunidades indígenas. Cuenta el director que al final de la función le agradecieron por haber hablado del tema, uno triste y escandaloso para los vaupenses. “Creo que fue saldar una deuda del alma con el Vaupés”.
***
‘La selva inflada’ se puede ver en las siguientes salas de cine:
Bogotá
Royal Films: hasta el 6 de abril.
Cine Tonalá: hasta el 30 de abril.
Cali
Royal Films: hasta el 6 de abril.
Museo La Tertulia: 13, 17, 23 y 26 de abril.
Medellín
Centro Colombo Americano: hasta el 6 abril.
Barranquilla
Cinemateca del Caribe: del 14 al 20 de abril.
JOSÉ DARÍO PUENTES RAMOS
Redacción ELTIEMPO.COM
jospue@eltiempo.com
En Twitter: @josedapuentes
JOSÉ DARÍO PUENTES RAMOS
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