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Deportados están durmiendo en una calle de Cúcuta

Dicen no tener cómo pagar un arriendo. Autoridades locales piden ayuda del Gobierno Nacional.

CÚCUTA
En una calle frente al Centro de Migraciones de la ciudad de Cúcuta, a la intemperie, permanecen desde hace varios días 23 de las familias colombianas que llegaron deportadas de Venezuela el pasado mes de agosto, en medio de la crisis humanitaria que se produjo tras el cierre de la frontera.
Líderes del grupo de más de cien personas, entre quienes se encuentran 62 menores de edad, aseguran que su situación se complicó luego de que dejaran de recibir el subsidio de vivienda de 250.000 pesos, que durante tres meses les asignó el Gobierno, y por ello se vieron obligados a salir de los lugares que habían arrendado.
Los deportados añaden que habían sido acogidos en el Centro de Migraciones -lugar administrado por los Misioneros Escalabrinianos–, pero ocho días después fueron sacados, según ellos, porque la Alcaldía de Cúcuta no cumplió con los compromisos que había adquirido para mantener su estadía en ese sitio.
En cambuches, carpas y colchonetas ubicadas en los andenes han pasado las noches estas familias, que para su supervivencia han estado recibiendo ayudas de algunos habitantes del sector.
“No tenemos con qué seguir pagando un arriendo. Nos tocó salir de los lugares en los que estábamos viviendo”, dijo Marleny Ortíz, madre de cuatro hijos.
Según Mario Flórez, de 49 años de edad, no han logrado conseguir un trabajo que les permita estabilizarse en condiciones dignas en la capital de Norte de Santander, ciudad donde decidieron establecerse tras su salida forzada desde el vecino país.
“Esto es estar en la mendicidad, porque nos ha tocado pedir para poder comer (…). Los subsidios fueron solo pañitos de agua tibia”, manifestó el hombre, quien fue deportado desde la Fría, en el estado Táchira (Venezuela).
Por su parte, la Alcaldía ha señalado que no cuenta con recursos para seguirle prestando ayuda a esas personas, por lo cual han hecho un llamado al Gobierno Nacional para que se ponga al frente de la situación, que señalan, es de su competencia.
“Hemos estado esperando el pronunciamiento a nivel nacional sobre las directrices a seguir y así poder darle techo a estas familias”, dijo Sandra Roa, subsecretaria de Seguridad Ciudadana municipal.
La funcionaria indicó que desde el momento en que esas familias acudieron a pedir apoyo, la Alcaldía “les ha prestado los servicios humanamente posible”.
Entre tanto, el grupo de deportados ha señalado que se mantendrá en el lugar hasta que les brinden soluciones a su problemática.
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