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Se agudiza hacinamiento en estaciones de Policía en Bucaramanga

En esos lugares son albergados 416 detenidos que no fueron recibidos en la cárcel de esa capital.

La muerte de un recluso de 32 años de edad, que se encontraba en una de las dos estaciones de Policía de la ciudad de Bucaramanga (Santander), donde permanecen 416 detenidos, reveló las difíciles condiciones que se viven en estos lugares ante la imposibilidad de enviar los presos a la Cárcel Modelo de esa capital, que desde febrero pasado no recibe internos por el hacinamiento que superó el 100 por ciento.
El caso del hombre que tenía VIH, y falleció tras adquirir en la estación norte tuberculosis y una infección, se suma al de cientos de detenidos que en precarias condiciones sanitarias, de salud y seguridad, comparten reducidos espacios después que la Secretaría de Salud Municipal prohibió el ingreso de más personas al penal en el que, según la Personería, se encuentran 2.862 hombres en un área construida para 1.520 personas.
Al parecer, de acuerdo con un informe de la Defensoría del Pueblo, el detenido enfermo no habría recibido la atención que requería, hecho que generó la apertura de una investigación en la que las autoridades intentan determinar la responsabilidad de los funcionarios encargados.
En visitas realizadas a las estaciones, la Personería constató que dentro de las improvisadas celdas hay personas con tuberculosis, problemas psiquiátricos, lumbares, sanguíneos y enfermedades que requieren de una atención frecuente y prioritaria. Sin embargo, a pesar de las constantes peticiones para que sean atendidos o llevados a un centro médico, las estaciones no cuentan con profesionales de la salud ni medicamentos.
Cifras de la Policía Metropolitana de Bucaramanga revelaron que de las 416 personas que permanecen en estos lugares 205 están retenidas, 200 sindicadas y cinco están condenados. En algunas celdas se agrupan hasta 40 presos en pequeños espacios donde por la falta de camas muchos utilizan delgadas colchonetas y hamacas para dormir.
En la estación norte, el lugar donde se aloja casi el 60 por ciento de los aprehendidos y que tiene una capacidad para 20 detenidos, los policías crearon en una bodega improvisadas divisiones hechas con vallas de la institución –las que se usan en calles y eventos públicos- para retener a los encarcelados. Ahí duermen en débiles y finos colchones que en ocasiones se mojan por las filtraciones de agua del techo.
La situación que más llamó la atención de los funcionarios que inspeccionan las estaciones, es la ausencia de baños   lo que obliga a los reclusos a hacer sus necesidades fisiológicas en la abertura de un caño.
El defensor del Pueblo de Santander, Kadir Crisanto Pilonieta, hizo un llamado sobre la utilización de más de 50 policías que deben disponer para vigilar y controlar la situación en las estaciones, en horarios en los que los uniformados deben estar en las calles.
A la espera de las acciones de las autoridades
En febrero de este año la Secretaría de Salud ordenó cerrar la cárcel Modelo porque las condiciones de hacinamiento generaban un alto riesgo para la salud pública. Según el director de este centro de reclusión, el teniente Henry Mayorga, actualmente hay una sobrepoblación del 100 por ciento, y en los pabellones el hacinamiento está entre el 300 y 400 por ciento.
El Defensor Regional del Pueblo, quien ha denunciado la vulneración de los derechos humanos de los presos, solicitó “que se haga el traslado de estos internos a un establecimiento carcelario; que se permita la garantía de la prestación de la salud, el derecho de la visita conyugal, a la visita familiar, a las horas de sol, y que mínimamente tengan un lugar donde hacer sus necesidades”.
Pero la petición del funcionario no es viable para Mayorga, quien reconoció que a pesar del cierre se vieron forzados a recibir algunos detenidos y por tal razón, la Secretaría de Inspección y Aseo y la Secretaría de Salud le impuso al penal una multa de mil salarios mínimos legales vigentes, cifra que se acerca a los 700 millones de pesos.
El personero de Bucaramanga, Omar Alfonso Ochoa, mencionó que las autoridades competentes, como la Secretaría del Interior y la Secretaría de Salud, se comprometieron a “disponer de baterías sanitarias para las estaciones de Policía, la realización de brigadas de salud de los detenidos y la realización de brigadas jurídicas para determinar una salida jurídica para estos presos”.
La atención médica de los presos está a cargo de la Unidad de Servicios Penitenciarios y Carcelarios (Uspec), organismo que contrató a la EPS Caprecom que se encuentra en liquidación desde diciembre pasado.
Según datos de la Policía en Bucaramanga ,diariamente se capturan 22 personas que son trasladadas a las estaciones que, al igual que las cárceles, no tienen espacio para un preso más.
JOHANNA DÍAZ QUINTERO
Para EL TIEMPO
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