Café: esta bebida es la más emblemática y representativa del país, pese a que "no existe plena certeza sobre las condiciones en que llegó el café a Colombia", como indica Café de Colombia. Según información de la entidad, los indicios históricos señalan que los jesuitas trajeron las semillas del grano a la Nueva Granada hacia 1730. Posteriormente, la propagación del cultivo del grano se empezó a dar en la zona oriental del país, gracias a Francisco Romero, un sacerdote que imponía durante la confesión a los feligreses de la población de Salazar de las Palmas (Norte de Santander) la penitencia de sembrar café.
Archivo EL TIEMPO
Lulada: sus orígenes están poco documentados. Sin embargo, eso no ha impedido que esta bebida, típica del Valle del Cauca, se haya constituido como una de las más refrescantes y llamativas del país. Su preparación consiste en servir pulpa de lulo macerada, con una pizca de azúcar (blanca o morena) y añadirle un toque de jugo de limón. Por lo general, se bebe con cuchara.
Archivo EL TIEMPO
Salpicón: es una bebida tradicional del país, que es conocida en la Costa Caribe como tutti frutti. Su preparación consiste en añadir distintos tipos de frutas, que crecen en el país, a una base de jugo de sandía o kola. A través de los años se ha modificado la preparación del salpicón, pues en algunas regiones del país incluye helado u otro tipo de aderezos.
Archivo EL TIEMPO
Aguapanela: esta es una bebida típica del país, especialmente en las regiones más altas, gracias a sus bondades para combatir las bajas temperaturas. Está hecha a base de panela de caña de azúcar y suele servirse con complementos como lácteos y pastelería. En 2014, tras tres sesiones de debates, la aguapanela fue declarada como bebida nacional, por ser considerada como un "símbolo de nutrición, salud y patrimonio gastronómico y cultural de la nación", de acuerdo a como señaló el Senado de la República en su momento.
Martín García / Archivo EL TIEMPO
Masato: esta es una bebida ancestral del país, especialmente de la región Andina, que se producía mucho antes de la llegada de los españoles. Su elaboración consiste en preparar un almíbar, compuesto por clavos y canela, al que se le añade maíz y arroz blando. Posteriormente, se cuela la preparación para sacar los granos, y se sirve bien fría. Es usual ver esta bebida en otras partes del continente, como en Perú y Venezuela, pero varía en los ingredientes que usan para su preparación.
Archivo EL TIEMPO
Jugo de borojó: la bebida que sale de este fruto es considerada afrodisíaca y cuenta con muchas propiedades curativas. En el Pacífico colombiano, se dice que el borojó ayuda a atacar la infertilidad en los hombres aumentando su apetito sexual. Asimismo, se sabe que el jugo de esta fruta cuenta con una fuerte carga de proteínas que beneficia la nutrición de los organismos. Se le puede añadir leche o agua, dependiendo de los beneficios que se quieran obtener con él.
Carlos Capella / Archivo EL TIEMPO
Jugo de corozo: en la Costa Caribe del país es común toparse con esta bebida. Además de su sabor acido y refrescante, el corozo cuenta con propiedades antioxidantes y un alto nivel de vitaminas A, C y E, que benefician la salud del cuerpo humano. Su preparación consiste en cocinar un par de corozos en una olla con el agua, hasta que el agua se tiña de rojo. Después se tamiza el jugo y el líquido de cocción, para posteriormente, macerar el fruto cocinado, hasta que la cáscara se desprenda de la pulpa. Al finalizar, se tamiza la pulpa y se mezcla con la cocción. Es ideal para acompañar los platos fuertes y con alto nivel de calorías.
Martín García / Archivo EL TIEMPO
Champus: esta preparación es tradicional del occidente colombiano, donde más se da el cultivo de lulo. Sus ingredientes principales son el maíz y la miel de caña, que se mezclan con el zumo de lulo para darle su sabor y aspecto singular. Es una receta que se ha preservado en nuestro territorio, gracias a la tradición oral de los pueblos afros e indígenas que habitan la región del Pacífico.
John Vizcaíno / Archivo EL TIEMPO
Chucula: esta es una bebida energizante típica del altiplano cundiboyacense, la cual contiene características similares a las del chocolate. Los campesinos la toman caliente, con el fin de que les ayude a tener un mejor rendimiento en sus largas jornadas de trabajo. La chucula está compuesta de siete granos los cuales son: arveja, trigo, garbanzo, lentejas y maíz.
Archivo EL TIEMPO
Jugo de lulo: gracias a las condiciones climáticas que exige su cultivo, el lulo es una fruta que no crece en grandes zonas del mundo. Particularmente, en Colombia, el cultivo de esta fruta tiene su mayor producción en las zonas del occidente del país, como el Valle del Cauca y algunos municipios de Antioquia. Además, la bebida cuenta con una serie de propiedades que benefician el organismo humano, que van desde la presencia de antioxidantes hasta la erradicación de toxinas.