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Voces de sobrevivientes y familiares de víctimas de tragedia minera

Ya rescataron cadáveres de 4 de los 15 mineros atrapados en un socavón en Riosucio (Caldas).

María Edelvira Hernández vive una triple tragedia. En el socavón de la mina de Riosucio, donde quedaron atrapados entre el agua 15 mineros desde el miércoles, están su hijo John Alejandro Hernández, de 21 años; su primo Libardo de Jesús Hernández, y su hermano José Rubiel Hernández.
María Edelvira recuerda que su hermano José Rubiel cumplirá 27 años el 29 de este mes; y hoy viernes, su bebé cumple 2 años.
La tragedia ocurrió luego de que la motobomba que les servía a los mineros para evacuar el agua del río Cauca que se filtraba se apagó y los socavones fueron inundados rápidamente, sin que la mayoría pudiera salir.
Desde que se enteró de la emergencia, María Edelvira viajó desde su casa, en la vereda Piedras, de Quinchía (Risaralda), hasta la boca de la mina, con una hija menor.
“No nos hemos movido de aquí, estamos esperando que aparezcan”, narró la mujer, quien, a diferencia de otras familias, afirmó que las autoridades sí los habían ayudado.
“Nosotros dependemos de la minería, de eso vivimos. Esto no tiene consistencia, unas veces se trabaja y otras, no. Esta mina llevaba dos meses cerrada porque se subió el río y apenas hace 15 días habían vuelto a trabajar”, añadió Hernández.
En el lugar de la tragedia, el director de la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo (UNGRD), Carlos Iván Márquez, coordinaba las acciones de los diferentes organismos de socorro.
Este jueves en la noche, los trabajos de los organismos de socorro dieron sus frutos y rescataron dos cuerpos sin vida de los mineros. Sin embargo, estos no pudieron ser identificados por el estado en el que se encontraban.
Se van las esperanzas
Las labores de rescate se han dificultado, pues los socavones estaban completamente inundados.
En las labores de evacuación del agua y el rescate participan 80 socorristas y 20 mineros de la región, a los que se les autorizó cooperar con las labores siempre y cuando siguieran las instrucciones de seguridad.
Las autoridades se abstuvieron este jueves de emitir declaraciones sobre las posibilidades de encontrar a algún trabajador con vida.
Con María Edelvira están las familias de los otros mineros, en carpas, esperando noticias, día y noche.
Sin embargo, con el hallazgo de los primeros cuerpos, las esperanzas de encontrar a algunos con vida se desvanecen entre los familiares de los mineros.
También están atrapados Wilson Tapasco, Víctor Flórez Soto, Gílner Pérez Clavijo, Rubén Darío Ruiz, Adrián León Uchima, Lisandro Basto Guerra, Alexánder García Basto, Santiago Jagua Ramírez, John Fredy Jiménez, Santiago Aricapa Rabe, Luis Alfonso Acevedo y Libardo Emilio Molina.
Este jueves, hubo varios intentos masivos de los asistentes de meterse a los túneles para ayudar en el rescate, pero la Policía lo impidió por seguridad.
“Todo el mundo se quiere meter a ayudar, casi todo el pueblo se vino, pero todos no cabemos”, contó Jhony Garcés, líder minero.
“A nombre de toda la comunidad de Supía, Quinchía, Riosucio, estamos pidiendo y exigiendo que nos dejen meter a la mina, porque estamos capacitados para meternos allá, lo que necesitamos es que nos presten los equipos”, afirmó Neftalí Gómez.
‘Una corriente de agua me cogió’
Yeison Gutiérrez, de 34 años, es uno de los mineros que logró salir con vida de la mina. Él contó que hacia las 9:30 a. m. los trabajadores sintieron una corriente de aire fuerte. “Ahí nos percatamos de que algo iba mal. Yo entré al fondo a avisarles a los otros compañeritos. Mientras me fui a informar, una corriente de agua me cogió y me impulsó más adentro”.
Según Gutiérrez, en la bocamina en la que él estaba había 32 mineros y quedaron varios atrapados. “Lo que me salvó a mí fue que un compañero que falleció me ayudó empujándome un poco, me hizo señas de que me saliera; ya el aire, el agua, los baldes que uno carga, todo hacía presión”.
El hombre logró salir gateando, esquivando lodo, piedras y tablas. Luego, cuando llegó al túnel de salida, tenía el agua a la cintura. “Entonces me agarré fuerte de la cuerda y empecé a subir”.
En sus hijos Juan David y Juan Felipe, en eso fue en lo único en que pensó Gutiérrez mientras luchaba por sobrevivir.
“Dios me ayudó a salir con vida, no hay otra razón, porque no había forma de salir”, aseguró el hombre, quien dice que volvería a trabajar en las minas, a pesar de la tragedia.
“Dios es el dueño de la vida, uno tiene que ser prudente, pero sí lo seguiría haciendo”, dijo.
‘Conexión de energía en la mina era ilegal’: Chec
La Central Hidroeléctrica de Caldas (Chec) aseguró este jueves que la electricidad que estaban utilizando en el sector El Playón, donde ocurrió la emergencia, ubicado a unos tres kilómetros del corregimiento de Irra, pasando el túnel vía Manizales-Medellín, no era legal.
“El transformador que estaba alimentando la mina no se encontraba registrado en el sistema de Chec, ya que fue instalado sin autorización de la empresa y sin el cumplimiento de los requisitos técnicos”, afirmó la empresa.
Además, en un comunicado señaló que el daño presentado en la zona y por la cual la motobomba que utilizaban los mineros dejó de funcionar, ocurrió por una sobrecorriente o cortocircuito, posiblemente ocasionada por demandas excesivas de energía o fallas debidas a la inundación”.
Por su parte, uno de los propietarios de la mina, Leonardo Mejía, aseguró que ellos no eran los únicos que utilizaban el servicio de energía de esta manera, ya que en la zona hay cincuenta minas más, todas artesanales.
“Ya estábamos acordando el tema de la legalización (de la energía), pero hubo un obstáculo porque les pedimos a los mineros los títulos de las minas y solo algunos teníamos solicitudes en proceso”.
El hombre explicó que con este sistema venían trabajando desde hace más de 10 años. “No estábamos robando nada. Dijimos: queremos comprar los contadores, pero la Chec no ha agilizado la cosa para legalizar el servicio”.
Mejía recordó que hay cerca de mil personas que subsisten de la extracción del oro en este lugar; por eso, a pesar de las condiciones de riesgo que “todas las personas conocían”, era necesario mirar el “enfoque social de la situación”.
De otro lado, agregó que “hay que responder por lo que haya que responder, pero en estos momentos lo que más nos interesa es el rescate de nuestros compañeros y apoyar a sus familias”.
Óscar Jaime Castañeda, abogado de Mejía, agregó que si la Chec sabía que existía un supuesto robo de energía “¿por qué no vinieron y dijeron: ‘a partir de mañana ya no hay luz, vamos a bajar el transformador’ ”.
MÓNICA ARANGO ARANGO
Enviada Especial de EL TIEMPO
Riosucio (Caldas)
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