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Atención a la primera infancia es una prioridad en Medellín

Más de 1.000 niños en condiciones vulnerables son atendidos por la corporación Viviendo Juntos.

Carlitos* tiene dos años y, de lunes a viernes, juega, aprende y crece en las entrañas del centro de Medellín, en un lugar donde le brindan acogida y lo que necesita para vivir su niñez dignamente.
Se trata de la corporación Viviendo Juntos, entidad que pertenece al programa Buen Comienzo, desarrollado por la Alcaldía de Medellín. Allí se cuenta con los apoyos del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), y de la secretaría de Educación municipal.
Carlitos llega antes de las 8:00 a. m. para iniciar la jornada de aprendizaje que finaliza, en ocasiones, después de las 5:00 p. m.
“Acá lo cuidan bien. Lo dejo en este lugar porque sé que queda en buenas manos”, afirma Sirley Miranda, madre del menor, que trabaja como vendedora en una cafetería de la ciudad.
De acuerdo con ella, aunque su padre lo conoce, no responde por él ni le ayuda en manera alguna. Esta es la realidad de muchos niños que visitan este lugar: madres cabezas de hogar, padres que descuidan a sus hijos, en ocasiones, debido a la adicción a las sustancias psicoactivas, son algunas de las situaciones que se viven en las familias de los más pequeños.
Según Wilmar Alexander Zuluaga, coordinador pedagógico de la corporación Viviendo Juntos, una de las prioridades en la corporación es recibir menores en condiciones vulnerables, como por ejemplo, hijos de mujeres en prostitución o de habitantes de calle.
Sin embargo, esto no significa que si un niño tiene a sus dos padres y éstos trabajan, no pueda ser atendido, siempre que se cumpla con los requerimientos de la institución.
“Algunos padres que salen al rebusque diario traen a sus hijos, incluso, los fines de semana, ya que los sábados también se prestan servicios de atención”, asegura Wilmar Zuluaga.
La misión de esta institución es brindar una atención integral a niños entre cuatro meses y cinco años de edad, por medio de alimentación, cuidado, tutoría y enseñanza, entre otros beneficios. El horario, de lunes a viernes, va desde las 5:45 a. m. hasta las 10:00 p. m.
En la corporación Viviendo Juntos se reciben niños entre 4 meses y 5 años. Los menores de un año reciben tratamiento especial. Fotos: Jaiver Nieto/EL TIEMPO
Con respecto a las principales dificultades que enfrentan los niños, Carolina Pérez Restrepo, psicóloga de la corporación Viviendo Juntos, piensa que, en muchos casos, no hay unas pautas de crianza claras establecidas por los padres al momento de fomentar el proceso de desarrollo de los niños.
“Hay mamás que consienten mucho a los niños, no les brindan límites ni normas. Cuando llegan a este centro infantil, donde deben aprender y obedecer unas líneas de conducta, ellos empiezan a manifestar problemas de comportamiento”, asevera Pérez.
Según la psicóloga, es necesario enseñar hábitos responsables a los menores para que acaten las normas se y respeten entre sí.
La corporación surgió hace 10 años y cuenta con siete sedes en la ciudad (tres en la Comuna 7, dos en Comuna 13, una en el Centro y otra en Itagüí). En total, se atienden 1.005 niños. En la sede Centro (la más grande) hay 250.
La corporación tiene 150 empleados contando todas sus sedes. En la sede Centro, la más grande, laboran 33 personas.
Entre éstos hay personas de cocina, de aseo, auxiliares pedagógicos, agentes educativos, un grupo de coordinadores, nutricionistas, psicólogos, trabajadores sociales, de salud e ingenieros de alimentos, además de un grupo administrativo que incluye comunicaciones, gestión humana y dirección financiera, entre otros cargos.
Una de las políticas de la institución es que toda la atención está enfocada en el juego, de manera que no se asignan actividades para la casa. Por ende, el trabajo debe ser lúdico, en una función similar a una guardería.
Para Sirley, la corporación Viviendo Juntos beneficia a su hijo y contribuye a su sano crecimiento. “Puedo traer al niño con toda confianza y sé que está bien”, dice la madre, mientras el niño juega con otros.
Nombre de la fuente cambiado*
LUIS CARLOS PADILLA BERRÍO
EL TIEMPO
MEDELLÍN
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