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Así monitorean el clima y el aire en el valle de Aburrá

El Área Metropolitana tiene un sistema para identificar amenazas y emergencias.

En el valle de Aburrá hay un sistema para salvar vidas, alertando a tiempo sobre eventos hidrometeorológicos extremos que puedan causar emergencias como lluvias intensas, deslizamientos, avalanchas e inundaciones. Es referente nacional y sería replicado en el país.
Se trata del Sistema de Alerta Temprana de Medellín y el valle de Aburrá (Siata), que además analiza la calidad del aire, los rayos y las zonas donde se podrían presentar incendios.
Carlos David Hoyos, director del Siata, contó que en la región hay 164 sensores instalados para monitorear el comportamiento de las lluvias, la temperatura, la humedad, la velocidad del viento, el nivel de las quebradas y de saturación del suelo.
Una de las tareas es el monitoreo minuto a minuto, de la alta densidad en la región. “En nuestro país, las lluvias intensas tienen un ciclo inferior a una hora, entonces de nada sirve revisar cada 60 minutos, en ese periodo se podría presentar una tragedia”, explicó.
Eso es necesario porque las lluvias de alta intensidad son peligrosas para Medellín y los demás municipios del valle porque hay mucho asentamiento en laderas, en suelos inestables. Precisamente, un estudio de la Universidad Eafit muestra que unas 300.000 personas del valle de Aburrá viven en zonas de alto riesgo.
Precisamente, el director del Área Metropolitana, Eugenio Prieto, dijo que “en territorios como los nuestros donde ha habido un crecimiento exagerado en ladera. Tendremos alto riesgo en desastres naturales, por esa razón hay que comenzar a hacer una ruta de prevención”, advirtió.
Por ello, el sistema también tiene 16 estaciones que pronostican las lluvias y miden la calidad del aire. Asimismo, hay un perfilador de temperatura y humedad, que revela cómo es la atmósfera y a cuántos kilómetros van los vientos.
El Siata hace un análisis histórico para identificar dónde han ocurrido inundaciones y estudiar en qué momentos y en qué zonas se pueden presentar desastres naturales.
Igualmente, hay estaciones de monitoreo de calidad del aire que envían información sobre ozono, dióxido de nitrógeno, monóxido de carbono y otros contaminantes gaseosos de diferentes tamaños, el más nocivo para la salud es inferior a 2.5 micras, una cincuentava parte de lo que es el cabello humano, son invisibles, pero entran hasta los pulmones.
Eso lo sabe muy bien Prieto, quien explicó que la condición morfológica del valle es una batea, diferente a otras partes del mundo y del país. Por esa razón, durante el Fenómeno del Niño, las lluvias se amarran. “La nubosidad baja tanto que esos contaminantes no se elevan, no entra la radiación solar y se quedan flotando en el ambiente, lo que perjudica la salud de los habitantes”, agregó.
A eso se le suma que también crece el parque automotor, cada año entran 80.000 carros nuevos. Hace tres décadas en el área metropolitana había 90.000 vehículos, hoy hay 1’350.000, según cifras de la entidad.
El director del Área contó, que el Ministerio del Medio Ambiente hizo análisis de la crisis por la contaminación del aire que tuvo el valle de Aburrá, en abril pasado, y se encontró con que en Armenia, Pereira y Manizales, en esa misma época, permanecieron los aeropuertos cerrados porque bajó la nubosidad.
“En esas ciudades se dieron cuenta que vivieron el mismo fenómeno de contingencia atmosférica porque no tienen los instrumentos de medición como el de Siata”, contó.
Por ello, el Área Metropolitana será modelo en el país. Sin los equipos del Siata, los expertos no entenderían por qué un día está más contaminado que el otro, eso lo da la información, a través de un software que analizan dos personas 24 horas, los siete días a la semana.
Una de las estrategias para evitar emergencias es alertar a la comunidad anticipadamente sobre el clima, publicando toda la información en la página de internet, redes sociales y por medio de la aplicación móvil del Siata.
Una vez se hacen análisis y pronósticos, el Área Metropolitana, autoridad ambiental de los 10 municipios del valle de Aburrá, crea estrategias a corto, mediano y largo plazo para prevenir emergencias.
“Si no se toman acciones, en un futuro, los habitantes tendrán que bajar a zonas céntricas utilizando máscaras, no es una fantasía, hay que crear estrategias que permitan frenar, corregir, adaptar y mitigar esas emergencias, de lo contrario, a las generaciones nuestras les toque un valle con condiciones de colapso ambiental”, concluyó Prieto.
Deicy Johana Pareja M.
MEDELLÍN
@johapareja
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